Un día nublado, eran las seis am cuando mi despertador suena yo recostada sobre mi almohada esperando otro día común de mi vida. Soy una chica poco elocuente lo cual me hace tener una vida muy solitaria y es que los pensamientos que invaden mi mente me llenan de dudas de que realmente mi vida sea interesante. Mientras me arreglaba para ir a la secundaria escuchaba a mi mama gritar mi nombre para que bajara a desayunar.
Hailey…. Se te hará tarde.
Caminar en los pasillos era difícil porque jamás realizaba alguna conversación con alguien hasta que decidí cambiarlo todo. Ese mismo día tenía varias clases de las que solo una llamaba más mi atención a diferencia de las otras y era archicofradía, la cual su denominación se presentaba en diferentes grupos de hermandades ya sea por ser muy antiguas o por tener privilegios especiales; siempre me intereso conocer lo desconocido y el motivo de esa materia se afianzaba en conocer la otra parte de nuestro mundo; la sombras.
Mi mundo no era normal y es que estaba divido en dos partes; una de luz y otra de oscuridad. Siempre lo de la oscuridad estaban buscando la manera de destruir a la luz, pero viendo que no lo lograban cesaron sus esfuerzos durante mucho tiempo o eso era lo que me contaba mi madre. El mundo es algo de lo que pensamos que conocemos todo, sabemos todo y estamos seguros de todo y heme aquí no era así.
Un día común decidí por mí misma hacer amistades, en salir y conocer personas, aunque una parte muy dentro de mí se sintiera como que no encajaba en este mundo. En estos momentos de la secundaria era invisible, callada y temerosa de ser yo misma. Cabe destacar que vivo en una pequeña ciudad, una que se encuentra después de un inmenso bosque, yo vivía del otro lado así que cada día tenía que cruzar el bosque para poder llegar a la secundaria. Un simple día decidí junto a unos amigos ir a una fiesta, nunca había asistido a una así que estaba ansiosa de ver lo que me esperaba. Entre tantas conversas con mi amiga Hannah, que venía a mi lado, mi amigo Jacob que era el que conducía el coche tuvimos que detenerlos en una gasolinera para recargar el tanque del auto; pero de repente mi vista se trasladó a una sombra, una de algún chico. Se encontraba cubierto totalmente con una capucha negra, quedé absorta detallando su altura y mientras mis amigos seguían en su conversación yo miraba disimuladamente dentro de la tienda de servicio donde se encontraba aquella persona.
Por un segundo sentí una conexión, es difícil de explicar, pero algo dentro de mi quería tener acercamiento con él, así que me escabullí de la presencia de Hannah y Jacob y me fui acercando a la entrada de la tienda; cuando aquella persona va justamente saliendo y el roce de su brazo con el mío me dejó perpleja. No sabría explicarlo, pero este sería el inicio de algo muy diferente a lo que normalmente sentía estando cerca de alguien. Anhelaba saber quién era el, porque se esconde bajo esa capucha y porque sentí lo que sentí cuando me acerqué. Mi mente se llenó de interrogantes y esperaba algún otro día volver a verlo.
La noche oscura y ese encuentro desconocido me hizo despegar mi mente de la fiesta, así que estuve esas horas distraída queriendo volver a mi casa para meditar y pensar en el asunto. De camino la brisa fría y el roce de ella por mi rostro me hacía pensar en el mismo de aquella persona conmigo y al mismo tiempo provocaba dentro de mi tanto calor, tanta intriga, tanto deseo. Un día había acontecido y junto con ella la necesidad de lo que en el comienzo quería realizar; ahora solo me involucraría en buscar respuestas a todas las preguntas que socavaban mi interior y que podrían hacer dar un giro a mi vida que jamás había esperado que pasara, once de la noche y me quede dormida recostada a la ventana.
02 de mayo
Suena el despertador y me levanto con ansias, abro la ventana para que la brisa suave entre y me cubra, una parte de mi lo hacía para sentir a ese chico cerca de mí. Fui a ducharme y arreglarme y viéndome en el espejo me decía a mí misma que tenía un motivo para que mi día fuera perfecto y que nada podría hacerlo cambiar. Por otro lado, mi madre al verme tan emocionada me miraba extraño y me preguntaba:
¿qué te pasó hija? desde ayer estas diferente.
Yo entre una risa curiosa le dije: Nada, todo está igual.
No soy de la clase de hija de contar las cosas hasta que tenga una seguridad o certeza de lo que suceda, así que lo que aconteció la noche anterior quería muy dentro de mi hasta que descubriera todo. Terminé rápido mi desayuno y me dirigí a la secundaria, durante el camino me gustaba disfrutar de la vista que me ofrecía el bosque y nos solo eso sino su misterio. Más o menos duraba unos treinta minutos caminando dentro de él y durante ese tiempo me imaginaba historias y aventuras que vivía, pero todo tiene un final al igual que el camino; así que cuando llegaba al extremo ya era la chica solitaria y poco común de siempre. Las horas pasaban y veía a Hannah y Jacob, hablábamos un rato de lo que podríamos hacer y entre esas habría una reunión, pero inmediato decidí decirle que no asistiría porque tenía cosas que hacer, realmente que mis único dos amigos pensaran que yo tenía planes era anormal ya que me conocían muy bien asi que quedaron extrañados por mis palabras y me retire sin dar ninguna otra explicación. El timbre sonó y las clases habían terminado, estaba decidida a encontrar a ese chico así que pensé en decirle a mi madre que saldría con Hannah y Jacob y en vez de ello me iría a la estación deservicio donde aquella noche vi a ese chico. Tenía muchas ansias así que de inmediato de la salida me traslade al bosque, dure unos quince minutos caminando, pero al fin pude llegar.
Me recosté sobre un árbol que quedaba relativamente cerca de la tienda, pasaban los minutos y las horas y el chico no aparecía, pero mis esperanzas no cesaban. Ya había pasado cuatro horas desde mi llegada así que decidí irme a mi casa ya que era algo tarde, durante el camino dentro del bosque con la luna solo iluminándome dentro los arboles veía acercarse a mí una sombra, me oculté para ver cuando pasara a mi lado y estar segura si era aquel chico que tanto anhelaba volver a ver. Las pisadas una por una me hacía latir el corazón tan fuerte que los nervios y ansias me traicionaron así que decidí salir cuando ya tendría tan cerca a aquella persona, paso a paso llegaba cuando por ese momento lo tuve de frente; estaba muy oscuro por lo cual no podía detallar bien su rostro, pero estar cerca de él era mágico, era tan fuerte que mi alma lo podía sentir así que le pregunté:
¿Quién eres? Y el sin mencionar una palabra me recostó sobre un árbol y me susurro al oído que me alejara de él, que corría peligro y que él no quería tener que hacerme daño, yo no entendía el porque me decía eso así que insistí en volver a preguntar y decirle la conexión que sentía cuando él estaba cerca de mí así que solo me miró, pero fue una que quemaba mis entrañas, pero a la vez me volvía loca tenerlo cerca de mi desear tanto jamás me había pasado. Escuchar el aire que emitía su voz en mi cuello me hizo acercarme tanto a él que no hubiera palabras que explicaran lo que sentíamos y estábamos allí en la oscuridad y en la cercanía, en los roces y suspiros.
Podría decir que fueron segundos, pero para nosotros fueron eternos, repentinamente salió corriendo y se alejó de mí; me quede a la mitad del bosque sola, pero con la certeza de que sabía que sentíamos algo y que poco a poco iríamos descubriéndonos más. Luego de ese encuentro fui de camino a mi casa y al llegar subí a mi habitación y me acosté suspirando, pero con una felicidad que rebozaba mi alma, realmente esperaba que todo fuera diferente, pero fue mejor de lo que esperaba y allí se acaba el día tan divino que tuve.
Durante la noche tuve un sueño que al despertar me hizo tener muchas interrogantes, unas que no sabía si debía prestar atención o por estar tan atrapada en el deseo obvié. Soñé que estaba en el mismo bosque, pero en vez de oscuridad había mucha luz, una resplandeciente que hasta llegaba a lastimar los ojos si la detallabas, pero en algún momento me desplace hacia un camino donde me llevo a estar frente a alguien y no era aquel chico con quien tuve cercanía sino algo mayor, algo que no se dejaba ver pero que algo dentro de mí me hacía sentir que lo conocía.
Me desperté a mitad de la noche exaltada pensando porque el sueño, si debería saber algo, si hay algo oculto detrás del encuentro con aquel chico; pero fueron vánales pensamientos decaídos junto con el sueño.
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Editado: 03.02.2024