Prólogo

Cuando el sol cae y la noche envuelve el mundo, las líneas entre lo correcto y lo prohibido se desdibujan. Los motores rugen en la oscuridad, y los secretos, siempre al acecho, parecen más difíciles de ignorar. Me prometí a mí misma que jamás me dejaría arrastrar por ese caos, que mantendría mis pies firmes en tierra.

Pero entonces apareció él, Asher Blade, y con él, todo lo que juré evitar. No puedo señalar el momento exacto en que me vi envuelta en su sombra, pero ahora que lo noto, tal vez sea demasiado tarde para dar marcha atrás. Mis padres siempre me dijeron que el peligro tiene muchas formas. Nunca pensé que una de ellas pudiera ser alguien como él. Un peligro que no lleva advertencias, que no se siente en la piel al principio, pero que se filtra poco a poco. Asher Blade no es la tormenta que esperas, es el silencio que se cuela antes de ella, el caos contenido en una mirada.

Mis padres me dijeron que el peligro siempre avisa, que es ruidoso, que da señales claras para que te alejes. Pero con él fue diferente. No hubo advertencias, no hubo señales de alto. Solo una atracción lenta y constante que me envolvió como un veneno dulce.

Una parte de mí sabe que aún podría detener esto, dar la vuelta y marcharme antes de perderme completamente. Pero otra parte, más profunda, más oscura, me dice que ya es demasiado tarde. Que Asher Blade no es solo el peligro que me advirtieron... es el peligro que, en el fondo, siempre supe que me encontraría.

Y quizás, ya no quiera resistirme más.