Más allá de tu oscuridad

Tiempo para pensar

Con los ojos cerrados Levana respira sintiendo todos sus músculos tensos por todo lo sucedido, « Ese sujeto es un lunático, ¿Cómo se ha atrevido a tanto?» se cuestiona con un sinfín de emociones en su interior. De pronto siente la calidez de unos fuertes brazos rodearla con afecto, de inmediato la joven abre sus ojos encontrándose con una sonrisa tranquilizadora.

–Ya debes tratar de tranquilizarte, todo estará bien, juntos llegaremos a la verdad–indican con tono tranquilo.

–Estoy bien, Robert–expresa liberándose del abrazo, si Casey ve a Robert abrazándola se sentiría peor–. No me preocupa eso, sé que me ayudarás, lo que sucede es algo más, tuve un pequeño problema con mi pareja.

– ¿Te hizo sentir así de triste y tensa? Eso no está bien, no me agrada escuchar eso, deberías considerar alejarte, no te veo nada feliz con él.

– Me parece muy sabio el hombre–expresan con voz llena de seriedad detrás de la joven, Robert ni se inmuta al enfrentar la fría mirada de Casey Miracle.

– ¡Casey!–exclama emocionada girando para abrazarlo, él la rodea con sus brazos y besa su cabello sin apartar su mirada del amigo de la joven, « Que sujeto más oportunista.» piensa tratando de controlarse, ha sido suficiente con el desencuentro con Marlon.

– ¿Nos vamos?– pregunta tomando la barbilla de la joven para que lo mire.

– ¿Y el automóvil?

–Sabes que no representa problema alguno.

–Entonces vamos, gracias, Robert, cuídate, nos vemos después.

–Tu cuídate más, Levana–musita mirando con desconfianza a Casey que lo ignora por completo.

Casey toma la mano de Levana y la guía hasta su vehículo, la ayuda a subir para acto seguido subir también, antes de comenzar a avanzar se comunica con los hombres en el automóvil que lo ha acompañado y pide que uno de ellos se lleve el otro vehículo.

– ¿Continuas molesto?–inquiere Levana mirándolo.

–No, si lo estuviese no habría vuelto, disculpa mi actuar, no quise hacerte sentir mal, simplemente necesitaba estar solo para poder tranquilizarme.

–Lo entiendo.

–No puedo creer que abofetearas a Marlon–comenta divertido.

–Y eso que no viste cuando le rompí un jarrón en la cabeza–replica con orgullo causando la sorpresa de Casey.

Durante el trayecto conversan y bromean, es como si todo aquel trago amargo nunca hubiese sucedido, en su hogar Marlon Loughty se coloca un poco de hielo mientras se divierte al recordar la reacción de Casey. Su acción no ha sido más que una travesura que se le ocurrió de la nada como una venganza a lo sucedido hacia tantos años atrás para que aquel sujeto que una vez fue su amigo fuese capaz de comprender al menos una decima parte de lo que el sufrió.

La diferencia es que a él si le fue correspondido–escucha nuevamente la voz tormentosa de aquella silueta que se hace presente cada vez que desea torturarlo.

– ¡Ya déjame tranquilo!–exclama molesto, toda aquella diversión que sentía se ha esfumado sin la menor complicación.

Pronto, muy pronto vas a pagar por todo lo que hiciste.

Marlon cubre sus oídos para no escuchar mas esa voz, la siniestra risa típica de esa aparición se hace presente y aunque Marlon hace hasta lo imposible por no escucharla es capaz de percibirla. Con la intención de dejar atrás esa presencia se dispone a dormir, todo lo que necesita es olvidarse por completo de lo que lo atormenta para enfocarse en todo lo que debe realizar.

Algunos días más tarde, Marena Rizzo se encuentra en su hogar, después de haber hablado con Levana, una pesadez acompaña a su corazón y sabe que nada quitará esa sensación hasta que aquella joven muestre señales de querer hablar con ella. Tomando un té para relajar sus nervios se mantiene en la sala, mientras su cerebro genera para ella un sinfín de escenarios que para su infortunio son completamente desalentadores, « Tal vez lo mejor hubiese sido mantenerme en silencio.» piensa mirando al frente.

–Necesitamos hablar, señora– indica una dulce voz a pesar de la seriedad del tono usado.

– ¡Levana! ¿Cómo has conseguido llegar?

–Casey–responde con obviedad, mirando a aquella mujer, sin esperar invitación avanza hasta el sofá individual y toma asiento–. Ya lo sé todo, es verdad, mis padres me adoptaron y efectivamente tengo una hermana, quiero hacer una prueba de ADN solo para estar segura pero más importante que eso, ¿Dónde está mi hermana? Si me encontró, significa que también a ella.

–Tienes razón, también conozco su ubicación, ella fue adoptada algunos meses después que tu por la familia Payet, ellos la adoraban y le dieron lo mejor.

– ¿Y donde esta? ¿Quién es?–cuestiona ansiosa por conocerla.

–Su nombre era Jade–responde mirando a Levana que abre sus ojos ampliamente.

Las palabras de Marena resuenan en su cabeza mientras miles de piezas se acomodan sucesivamente armando el rompecabezas que se encontraba completamente desbalagado, « Debe ser una broma, una muy mala broma.» piensa parpadeando rápidamente sintiéndose incapaz de creer lo que le ha dicho. Sintiendo que sus ojos se llenan de lágrimas tras recordar aquellos sueños inusuales que la han acompañado desde siempre, aquella niña de ojos grises que la miraba desde el umbral de aquel lóbrego lugar en que fueron abandonadas.

Tras haber sido separadas de sus padres las llevaron tan lejos como pudieron, las órdenes eran quitarles la vida; sin embargo, los encargados, sintiendo pena por lastimar a dos niñas completamente inocentes las abandonaron en un orfanato poco conocido. En ese lugar las niñas permanecieron por un par de meses, Jade siendo la mayor cuidaba a su hermana tanto como le era posible hasta que la familia Blue vio a Levana y cautivados por su dulzura decidieron adoptarla, se hizo lo posible porque no fueran separadas pero al resultar imposible, Levana fue llevada sin que fuese capaz de comprender nada y poco tiempo después todos sus pocos recuerdos llegaban a su mente en forma de sueños que le resultaban completamente ilógicos.




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