Cotidiano

En este mundo los poderes son una realidad, pero eso desde siempre sé sabia así que no es nada extraño y su existencia no cambia nada realmente en lo que pasa al mundo.

La vida es normal como siempre, es lo mismo desde que nací. Por alguna razón no nací con poderes como lanzar fuego, levitar, telepatía, etc.

Pero eso no afecta a mi día a día porque solo me concentro en como pasar el tiempo y como aprovechar mi vida al máximo, aunque lo único que hago es jugar videojuegos, pero esa es mi única manera de pasar mis días.

Mis padres se preocupaban de como sería mi vida sin poderes porque sería un blanco demasiado fácil para las personas que le gustan los problemas, pero les dije que estaba bien y que no se preocuparan.

El lugar donde vivo es un apartamento no tan lujoso, pero tampoco muy barato, por suerte lo pude alquilar, por suerte me refiero a penas, pero todo salió bien de alguna manera.

Estudio en una preparatoria que se llama "Desarrollo, preparación y finalidad" es un lugar donde se busca mejorar los poderes junto con los estudios, pero por alguna razón pude entrar en ese lugar y existen muchas más preparatorias de la misma manera que están ubicados en todo la ciudad o países extranjeros. Pensé que sería mal visto por no tener poderes, pero no, todos son muy amigables.

Así comenzando mi vida normal y tal vez pudo mantener así, pero ...

Por alguna razón estoy en una limusina y en medio de dos hombres que tienen cara de matones y estoy siendo llevado hacia algún lugar que no conozco, mejor dicho estoy siendo secuestrado.