Más que nada: dos chicas en una escuela de chicos

Interludio

Los cumpleaños son raros. De un año al otro pasas de festejar con globos y gorritos a hacerlo con alcohol y extraños. Hasta el momento, yo no había celebrado ninguno de mis cumpleaños desde que empecé el secundario. En realidad solo había pasado uno, ya que en el de primero ni siquiera habían comenzado las clases. 

Esta vez sí podré ir a las casas de Harold y Jerry. También irán Owen y Johnny, quienes ya prácticamente son parte del grupo. O quizá siempre lo fueron, y soy yo la intrusa. 

A veces me siento como una. Veo a mi alrededor y todos son diferentes a mí. Ellos piensan en cosas diferentes, de maneras diferentes. Yo soy la que un día vino y los obligó a tenerme en cuenta. ¿Pensará en estas cosas Samey? Sí, claro que lo hará. No me quiero ni imaginar cómo sería su experiencia. Estar en primer año, completamente sola.

No ingresaron chicas nuevas en mi segundo año, y no creo que lo hagan en el siguiente. No he escuchado que alguien hiciera las pruebas, así que seguiremos siendo nosotras. Me pregunto cómo sería convivir con más chicas. 

Otro detalle importante: voy a un internado. No es como las escuelas normales, donde al final del día vuelves a casa y a tu vida normal. Aquí estás encerrado, no puedes simplemente ir al supermercado a comprar algo, o a visitar a alguien. La parte positiva es que no hay padres. 

Supongo que si todavía pienso en estas cosas, es porque no me acostumbré por completo. 

 




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