Soy Arianna, tengo 24 años. Soy de Milán, Italia, pero ahora vivo en Seattle, Washington. Me mudé aquí cuando tenía 10 años. Acabo de graduarme de la universidad y estoy buscando trabajo, pero nadie quiere contratar a una "niña" sin experiencia. Solo me queda seguir buscando empresas que estén dispuestas a darme una oportunidad, aunque el dinero que tengo ahorrado me alcanza para vivir dos o tres meses. Aun así, no debo depender de esos ahorros.
Ahora me dirijo al supermercado para comprar alimentos. Al entrar, choqué con alguien.
—Perdón —le dije.
—¡Fíjate, mocosa! —me contestó con tono grosero.
—No es necesario hablarme así, señor —respondí.
—No perderé mi tiempo con una mocosa —y se fue.
—Qué señor tan grosero —murmuré y continué con mis compras.
Al salir, vi que una empresa buscaba una secretaria y solicitaban que se enviara información por correo. Al llegar a casa, fue lo primero que hice. Dejé las bolsas sobre la mesa, me senté con mi laptop en la sala y envié mi información. Ahora solo queda esperar a que me acepten o rechacen. Después, me di un baño y guardé lo que había comprado.
Al día siguiente...
Me desperté y revisé mis correos. ¡Me contestaron! Espera... ¡me contestaron de verdad!
—¡Me contestaron! —salí saltando de la cama. Recordé que tenía que leer el mensaje—. "Buenas tardes... aja aja aja... nos interesó su información... aja aja aja... le pedimos que se presente a las 10:00 a.m. para una entrevista".
Miré la hora: eran las 8:00 a.m. Me levanté de inmediato, me fui a bañar y me vestí formal. Cuando terminé, eran las 9:30 a.m., tenía media hora para llegar. Subí a un taxi y me dirigí a la empresa. Al llegar, me bajé y entré. Fui directo a la recepción.
—Buenos días, vengo por la entrevista para el puesto de secretaria —le dije con amabilidad.
—Buenos días, señorita. Justo a tiempo. Suba por el elevador hasta el último piso —me respondió con tranquilidad y cortesía.
Me dirigí al elevador y presioné el botón del último piso. Al llegar, vi una sola puerta. Toqué y, al escuchar "pase", abrí.
—No puede ser... —susurré.