Max y Sam

4 Mentiroso

#Maximiliano

Ella esta sorprendida, cayó justo en la boca del lobo...en mi boca, solo necesito que mi amigo me siga el juego y estoy seguro que en unos meses ella se olvidará de Alessandro y se quedará conmigo...¿Que rayos estoy diciendo?...yo Maximiliano Ronaldy luchando por una chica, eso es de locos.  

-¿Que tanto miras a Samantha?.

Me pregunta Martina.

-Creo que es linda, ¿Tu no lo crees?.

Le digo mientras le doy un sorbo a mi bebida.

-¿Más linda que yo?.

Dice mientras se enreda un mechón de su cabello de forma "coqueta".

-Si, Martina, más linda que tu.

Ella me mira ofendida y yo me levanto de la mesa y me dirijo a mi lugar secreto, pero alguien me alcanza.

-Hey, ¿A donde vas?.

Me pregunta Alessandro.

-¿Que crees de Samantha?.

Le pregunto.

-Ella es linda, y parece inteligente, por lo menos a comparación de Martina, todavia no la conozco lo suficiente. Ahora tu responde mi pregunta.

-Buena respuesta Alessandro, voy a el lugar.

El me mira con un ceja levantada.

-A nuestro lugar Alessandro.

El me mira y asiente.

-Deberíamos ponerle un nombre, aquí hay muchos lugares.

Dice Alessandro.

-No creo que sea necesario.

Cuando ya estamos fuera de vista, tomó un cigarrillo y lo enciendo.

-¿Quieres?.

Le pregunto a Alessandro y el niega con la cabeza.

-Estoy aquí por delincuente, no por suicida.

Me río.

-Yo estoy aquí por los dos, pero ellos todavía no lo saben.

Le digo y el sonríe. 

-Algún día esa amargura desaparecerá Max.

-Claro, tu mantén la esperanza por mi.

Le respondo mientras expulsó el humo del cigarro.

-Lo hare.

Dice y después se va, el es un buen amigo, pero no creo que sea muy realista, fuimos abandonados a nuestra suerte en este lugar, que aunque primero de una buena impresión, es el infierno...y nosotros somos sus condenados.

-¿Tiene novia?.

Dice una voz femenina, que se me hace conocida, es obvio quien es, Samantha.

-Si.

-¿Cómo se llama?.

Demonios...

-Se...se llama...¿Brithany?

Le digo y me avergüenzo por como lo dije.

-¿Brithany?.

Pregunta ella con una sonrisa divertida, me descubrió.

-¡¡Brithany!!.

Le respondo, ahora más convincente.

-No creo que tenga novia.

Dice ella acercándose,  que lindos ojo...¡¡Maximiliano Ronaldy!!, ¡¡Concéntrate!!.

-Tu...tu que sabes...bonita.

Me llaman pendejo.

-Mueves nerviosamente el cigarrillo en tu boca, las manos en los bolsillos para que no vea que sudan, tu respiración se volvió un poco pesada, y estas movimiento tu pie...frenéticamente.

-Te equivocas en algo.

Saco mis manos de los bolsillos.

-A mi no me sudan la manos.

Ella sonríe, y me mira con algo que se consideraría amigable.

-Me agradas.

Me dice.

-Pero me mentiste...y me pregunto, ¿Por que?.

-La gente miente.

Le respondo.

-Los que mienten son normales, nosotros estamos aquí por todo lo contrario, somos la basura del mundo...pero no somos lo suficientemente mayores para las consecuencias reales, y nos encierran en un lugar...estricto...pero bueno, después de todo estamos en una guardería...comparado con la cárcel, no podemos quejarnos.

Me quita el cigarrillo y lo tira al costado.

-¿Que dia...

Pone un dedo en mi boca sin dejarme terminar.

-Te estas matando...

Se queda en silencio esperando a que me presente.

-Maximiliano Ronaldy.

-No se si es un placer, eso lo dirá el tiempo,bueno adios mentiroso.

Se aleja de mi, y se va, supongo que nos siguió a Alessandro y a mi, pero no me molesta porque hablo conmigo.

☆☆☆☆☆

Estoy aquí, viendo a Samantha reir junto a Alessandro, lo peor es que el no se opone, el esta muy contento con la atención de Samantha, Martina esta intentando hacer algo similar conmigo, pero no lo logra, nunca lo logrará.

-¿Por qué no dejas de mirarla?.

Me pregunta Martina.

-Porque tiene un bonito trasero. 

Le digo mientras sonrió de manera forzada.

-Pero esta sentada.

Me reclama.

-Pues tiene una bonita cara.

Tomó mi mochila y me levanto rápidamente, tan rápido que choco con alguien.

-Joven Ronaldy.

-Profesor Silman.

Digo desanimado.

-¿Acaso sabe que acaba de hacer usted?

-No señor.

No importa, se que llevare castigo, y si digo que si...el castigo será peor.

-Acaba de ser...desubicado e intolerante...

El intolerante es usted viejo cascarrabias.

-Usted se acaba de ganar un castigo.

Con esto se va.

-¿Castigo por levantarse rápido?

Pregunta Samantha.

-Si, acaso no ves, lo llame viejo lesbiano y por eso soy intolerante.

Digo mientras vuelvo a sentarme.

-¿Porque estas aqui?.

Me pregunta Samantha.

-Una larga historia.

Respondo tomando mi libreta.

-¿Y tu?.

Le pregunta a Alessandro.

-Si te soy sincero, ni siquiera lo recuerdo, es que fue hace mucho tiempo y tan pequeño el error que...solo desapareció, se esfumó de mi memoria.

Le responde Alessandro a Samantha, ella asiente y le da un mordisco a su rollo de canela.

-Samantha, ¿Podrías, por favor ayudarme con algo?

Le pregunta Nathaliett.

-Claro.

Le responde.

-Amigo, nos vamos.

Dice Alessandro.

-Tenemos que buscar a Caleb.

Respondo, el asiente y nos levantamos, dirigiéndonos a la mesa en la que se encuentra Caleb.

-Caleb, nos vamos, ¿Contamos contigo?.

Digo, ya que Caleb parece muy comodo, Helen y Margarita están a su lado coqueteando con el.

-Eh...si, si, claro.

Responde mientras se libra del abrazo de las chicas como solemos llamar "Desesperadas"...pero bonitas.

Al llegar a nuestro lugar enciendo un cigarrillo mientras tomo mi libreta.

-¿Volverás a escribir?

Me pregunta Caleb.Cuando el llegó aquí yo no me despegaba de en aquel entonces una libreta color azul (ahora es Roja), era mi refugio, solia escribir canciones, pero de repente la inspiración se fue, y ahora, de repente la inspiración parece a ver vuelto.




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