Kenia: —corriendo hacia donde estaba Ana— Aquí viene el emperador.
Al verlo entrar y caminar elegantemente hacia mí, me di cuenta de que era muy distinto. La pregunta era, ¿de quién se habría querido esconder? Cuando lo vi caminar hacia mí, me puse a observar sus rasgos físicos. Tenía cabello negro castaño, ojos azules oscuros como la noche y piel clara. La ropa que vestía era la de un emperador.
Eliot emperador: —con una tonalidad seria— Retírense, déjenos solos.
Emili: —tratando de agarrarlas— ¿Por qué? No, Ana, Kenia, no me dejen sola.
Ana: —saliendo de los aposentos— Lo sentimos, señorita Emili, son órdenes. No podemos desobedecer órdenes directas.
(Ana y kenia salen de los apocentos)
Emili: —ella se pone a la defensiva—¿Qué quieres?.
Emperador: —levantando una ceja— Yo soy el que debería hacer las preguntas, ¿no crees?.
Emili: —ella se enoja— Claro que no. Y ¿por qué fui traída aquí? Además no tenía alternativa. —ella balbuceando dice— Habría escapado, pero no quería lastimar a Sebastián.
Emperador: —el se enoja— ¿Qué dijiste?
Emili: —tratando de cambiar el tema— Nada... Bueno, ¿qué quieres? Solo pregúntame. Además, creo que deberías estar con tu prometida. No se vaya a poner celosa... jajaja.
Eliot emperador: —notando el intento de cambiar la conversación— Ya basta. No estoy aquí para hablar de eso. Y deja a mi prometida fuera de esta conversación. ¿Cómo fue que me salvaste? ¿Y quién eres? Se nota que no eres de por aquí.
Emili: —ella responde con elegancia y astucia— Mm... está bien. Primero, mi nombre es Emili Williams. Y si tienes razón yo no soy de aquí. Y lo otro creo que éso no tiene relevancia. —se ríe con incomodidad— Ja...jaja.
Emperador: —mirandola a los ojos para ver si dice la verdad— Mmm... Eso explica tu comportamiento. —mirandola con sospecha— Me estás ocultando algo más.
La tensión entre ellos era palpable, y Emili se preguntaba qué más quería saber el emperador.
posdata: hola queridos lectores gracias por leer y y disculpen la tardanza y también por mi ortografía(≧▽≦)