Me arrastraron a un mundo desconocido

capitulo 11... Lo inesperado

(Emili y Sebastián salen de la habitación)

Emili: —Caminado junto a él—. ¿Y dónde vamos a entrenar? Ya que todavía es muy temprano para ir al campo de entrenamiento.

Sebastián: —el puso a pensar(tiene razón hay guardias entrenando)— Bueno, entrenaremos en un rincón donde suelo entrenar en privado, está Serca de donde solemos entrenar en las noches.

Emili: ah, y por qué allí es por que hay guardias entrenando.

Sebastián: —y tu cómo sabes eso—. (¿Acaso escucha lo que pienso?).

Emili: —(Se me olvidó que sus Pensamientos son visibles para mí)— este esque por algo lo he entrenaba por las noches, ¿Verdad?.

Sebastián: —(que astuta)— bueno en eso tienes razón.

Cuando íbamos caminando por los pasillos del palacio nos cruzamos con el emperador. Yo solo evité verlo su mirada no podía verlo, pero Sebastián se dio cuenta de mi reacción.

Emperador: —(¿Por qué me intenta evitar de nuevo?), El llamó a Sebastián y le susurra algo al oído, se aleja y mira a Emili.

Sebastián: —el se acerca a Emili— te espero en el jardín.

Emili: que por, espera no te vayas —ella solo ve como Sebastián se aleja. Ella no puede mirarlo a los ojos, (todavía se pregunta del por qué lo evito, creo que el solo juega conmigo), ella se lo decía así misma.

Ella pasa enfrente de el y trata de irse... Eliot la agarró de la muñeca. Emili se sorprendió. Él la miró a los ojos."

Eliot Emperador: Disculpa me por lo de estos últimos días. Disculpa por todo lo que te he hecho pasar por traerte a la fuerza al palacio, y por lo que paso en tu habitación esa noche... Si quieres, puedes irte si lo deseas... aún que me gustaría que te quedarás aquí conmigo... Bueno por si necesitas en dónde quedaste.

Emili: —Se sorprendió por las palabras—. (¿Por qué lo dicen de esa manera, y por que se ve tan lindo? No Emili concentrarte, es un momento serio).

Él al ver que no decía nada, la suelta y se dispone a retirarse, pero ella lo agarra de la mano deteniendo lo.

Emili: ¡Espera! —Ella está nerviosa y mira hacia otro lado y unos minutos después ella se aclara la garganta y se dispone a hablar— Yo también lo siento mucho. Me he comportado de mala manera desde que vine aquí, y también lo siento mucho por... ignorante todo este tiempo.

Eliot: —el le agarra el mento para qué ella lo vea a los ojos— No tienes por qué disculparte.

La tensión entre ellos dos era palpable un silencio lleno los pasillos del palacio, ellos dos se miraban a los ojos la atracción que tenían los dos era evidente, no podía creer lo rápido que había pasado todo. En ese momento Eliot le suelta el menton y desliza su mano en la mejilla de Emili acariciado con el dedo pulgar...

Umeira apareció de repente. Emili y Eliot se miraron. Nadie dijo nada durante un momento.

Umeira: pese a que estabas con Sebastián.

Emili: — si es-esque se adelantó.

Eliot emperador: te veo más tarde...

(Eliot se aleja y emili se le queda viendo mientras el se aleja)

Umeira: —con una expresión de confusión— acaso me perdí de algo.

Emili: —ella sonríe— no, no te has perdido de nada, vámonos.

Ella no podía parar de sonreír ellas cambian por el pasillo para ir con Sebastián, Umeira cada vez estaba más confundida, unos minutos después ya habían llegado al jardín.

Sebastián: ¿Por qué te tardaste tanto?.

Emili: ya estamos aquí.

Sebastián: (De que hablarían se le vei muy feliz).

Emili: —ella deja de reír y trata de actuar con normalidad— Vamos, quiero entrenar. Sebastián: Está bien.

Umeira: si vamos quiero ver cómo van con el entrenamiento.

Él nos llevó detrás del campo de entrenamiento. El lugar era muy grande y hermoso tenía un espadas en un muro a la izquierda con varias cosas para entrenar el suelo era de tierra pero había un gran circuito de cemento con una raya roja que partía en dos el círculo y como era muy grande el ligar también avían obstáculos y muñecos de paja para practicar, quedé impresionada.Sebastián sé acerca al miro donde habían espada y agarra unas de madera. Él me entregó una espada y me dijo: "A ver atácame.

Emili: hoy tendras ventaja ya que cargo este vestido, pero está Bien, prepárate.

Lo ataqué con una estocada frontal, pero él lo esquivó. Lo que no sabía él es que era un truco. Antes de que se quitara, cambié el rumbo de la espalda, pero sorprendentemente todavía lo pudo parar. La espada de Emili brillaba bajo la luz del sol. Sebastián la miró con una sonrisa de aprobación. Luego empezamos otra vez. Nuestras espaldas se chocaban, la adrenalina que sentía era increíble. Paso lo inesperado. Yo lo iba a atacar hacia abajo y...

posdata: hola queridos lectura espero que les esté gustando gracias por leer, y disculpen por mis faltas de ortografía.




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