Mi luz

En un abrir y cerrar de ojos pasaron seis semanas qué en este lapso de tiempo Layla actuaba como una persona muerta en vida, no tenía energía para nada y le tocaba ayudarla. Por decir que la bañaba te puedes imaginar lo feo de la situación que vive la niña y sin tener apoyo moral de las personas mayores, claro tenía su apoyo incondicional y aunque es una persona reencarnada de diecinueve años de edad, no cuenta como "mayor" porque está en un cuerpo de seis años.

Saliendo de sus pensamientos entro al cuarto de la niña y la vio como todos los días, acostada en la cama como una muerta sin ánimo de nada, además no tenía ganas de comer y eso era otro problema muy grande. Es muy lamentable saber que en este mundo no hay psicólogos y él no es uno, así que no digas que cure la enfermedad mental de Layla. Es una pena qué solamente termino la secundaria y se puso a trabajar desde temprana edad hasta que reencarno.

Kijiro hablo — Layla es hora de levantarse el sol salió y vamos a prepararnos para comenzar el día — Dijo con voz emocionada y chillona, tratando de darle ánimos a la niña, pero únicamente fue recompensado con una pequeña sonrisa en los labios de Layla algo que notó.

Kijiro observo la pequeña sonrisa de la niña y sintió que todos los esfuerzo habían valido la pena, no le importa tener que ayudarle en todos los aspectos y también la acompañaba al baño porque tenía miedo.

Acercándose en automático primero quito la manta qué cubre el cuerpo delicado y flaco de Layla para después proceder a cargarla en los brazos al estilo nupcial y llevarla al baño, después de llegar al baño para desvestirla y comenzó a bañarla. Todo esto es un ritual de hacer las cosas básicas, se lavan los dientes, lava el cuerpo, vestirla presentable y seguir con lo demás.

Paso un momento y salieron del baño con una Layla en los pequeños brazos del niño, pero muy fuertes con la fuerza de dos hombres adultos y todo esto es gracias a la habilidad qué puede absorber alguna parte de la fuerza.

Layla sintió una fuerte sensación de calidez y se siente conmovida al estar siendo cuidada por un niño qué es tres años menor que ella y siente que lo quiere aún más. —Kijiro— pensó la niña de una manera distraída y se quedó mirando la cara sería del mencionado niño.

Kijiro llevo en brazos a Layla para la cocina donde la coloco con cuidado en la silla y rápidamente corrió directamente a la cocina para preparar los alimentos que van a consumir, no solo ellos dos comen. La madrastra le ordenó muy claramente qué debe de hacer suficiente comida para todos los guardias, sirviente y más personas en esta mansión qué son más de cincuenta bocas a las que darles de comer y se sentía algo cansado, pero es mental y no físicamente algo que agradeció mucho a la habilidad.

Primero que todo preparo con mucho cuidado y dedicación la comida de Layla, hizo unos pasteles pequeños y preparo unas quesadillas cubiertas de queso y huevo con diferentes verduras alrededor, también no se olvida de ponerle una malteada de avena con un huevo cocido y al tener todo listo muy rápidamente se lo llevo a la niña.

Estaba muy preocupado al ver que no comía y tenía que recurrir a métodos drásticos, se refería a besarle las dos mejillas y la frente, entonces Layla comenzaría a comer. Algo que lo dejo avergonzado, pero sería la única forma de hacerla comer y eso esta bien.

Layla observo las diferentes porciones de comida y la malteada extraña que no tenía azúcar, pero se sentía conmovida al saber que este buen niño se preocupaba mucho por ella. Ayer en la noche recuperó los recuerdos de su yo del futuro y se puede decir que es una viajera del tiempo, regreso al cuerpo de cuando era niña al momento de morir, pero también tenía los recuerdos de este cuerpo infantil de nueve años. Se sintió muy conmovida por este gesto hermoso y cálido del niño llamado Kijiro.

Kijiro sintió qué está Layla actuaba un poco diferente de lo habitual y esto en realidad es por las diferentes cosas que no se hicieron, el número uno fue qué no le dio los besos y ella comenzó a comer como si nada, pero la otra era esa mirada cálida llena de amor maternal o algo más, esto lo hacía sentir muy sospechoso.

Kijiro hablo — Layla, te ves más hermosa cuando comes y cuando crezcas serás una buena esposa — Dijo con sinceridad viendo directamente a la niña que comenzaba a fruncir el ceño al escuchar estas palabras y contesto — Kijiro, cuando crezca no creo que me junte con alguien o si Kijiro quiere podemos juntarnos y ser esposos — Dijo con una sonrisa amable y llena de amor maternal como lo haría una señora mayor y escucha qué un niño pequeño quiere con ella.

Kijiro se sintió avergonzado al ver esa sonrisa conmovida y no dijo nada, solamente se fue a la cocina para comenzar a preparar las otras comidas. Preparará un mole qué es algo que le gusta mucho, además de saber hacerlo bien y por obvias razones tendrá mucho picante.

Pensando en las primeras veces que preparo este platillo los diferentes tipos maldijeron hasta una piedra por todo lo picante qué habían consumido y la madrastra salió con lágrimas en los ojos viéndolo con odio profundo, pero no decía bien las palabras por lo picante. Un día hermoso y ahora esta por preparar lo mismo, pero con un toque más mágico, le pondrá menos picante y talvez lo haga algo dulce, no lo mires como un bromista qué en realidad lo es, pero no le gusta desperdiciar la comida.

Saliendo de los pensamientos comenzó a prepar la comida y llenar los platos para llevarlos a los diferentes lugares, también hizo tortillas hechas a mano y las llevo.

Después de unas horas logró terminar con todo y se acercó a la mesa para llevar a Layla al patio trasero donde hay un hermoso jardín lleno de diferentes flores, pero se sorprendió al ver a la niña parada y viéndolo con una mirada llena de aprecio en los ojos y amor.