“Una mujer original no es aquella que no imita a nadie, sino es aquella que nadie puede llegar a imitar.”
—Kimberly, cariño ¿Te encuentras bien? — La voz de mi padre fue lo primero que escuché, así como su rostro fue lo primero que vi. Esperaba que todo fuera una simple pesadilla.
—Si, estoy bien padre— Al abrir los ojos por completo note que estaba en una silla sentada, esperaba que nadie más se diera cuenta o realmente sería un gran drama por el que estarían hablando.
—Ahora si Marisa, ¿De que estabas hablando? Tú no puedes estar embarazada— La voz de mi padre era seria, firme no había ningún placer por la noticia que su novia había lanzado como si nos encontráramos en un lugar privado.
—Cariño, solo bromeaba. Vi a Kim muy tensa y quería alivianar el ambiente no es para tanto ¿Pero tan malo seria si pasara? — Claro que sería malo, ya tenía mucho con dos Ivanok no me hacía falta un bastardo en mi vida.
—No me parece muy gracioso, mucho menos el lugar. Quiero pedirles una disculpa a los Levis por el número que Marisa acaba de hacer. Solo a ella se le ocurre algo así— La rubia parecía descolocada, seguramente se esperaba otro tipo de reacción por parte de mi padre una completamente diferente.
El tema fue rápidamente olvidado y enterrado por lo que pasamos a nuestras mesas las cuales estaban asignadas tomando asiento, claramente la familia de William estaba con nosotros. Todos estamos centrados en las palabras que la familia de Samantha daba acompañado por la música de fondo de una orquesta en vivo.
Luego de las conmovedoras palabras y lo emocionados que estaban por recibir a su primer nieto los mozos comenzaron a servir cada uno de los platillos, como entrada nos ofrecieron a todos Caviar Almas junto con dos botellas de Dom Perignon Rose Gold.
—El champagne está caliente que servicio tan inútil— La voz de Angela fue la que había rompió el silencio fúnebre que se encontraba en la mesa.
—Yo creo que está bastante bien, a decir verdad— Marisa bebió esta casi de un solo trago haciendo que mi padre le llamara la atención por sus malos modales.
El resto del almuerzo paso de las mejores formas, había momentos en los que solo se hablaba del compromiso, otros de negocios, aunque claro cada charla se mantenía a Marisa fuera de esta ya que los Levis decían que alguien como ella no podría comprender nada, todo esto se debía a que la primera vez que la conocieron esta estaba espantada y asombrada por beber un Cabernet Sauvignon S. Eagle nunca nadie entendió por que actuaba de esa forma era solo un simple vino.
—Kimberly, sé que no es el momento más adecuado, pero con el permiso de tu padre William tiene un obsequio para ti— Las miradas pasaron de estar posadas en mi a estar posadas en mi padre quien asintió con la cabeza simplemente.
—Hemos estado algo separados, pero quiero que cuando estemos lejos pienses en mi cada que veas esto— Dijo el pelinegro sacando una pequeña caja del bolsillo de su traje. Tomé esta y la abrí despacio dejando a la vista un anillo con un diamante rosa— Es un diamante The Pink Star, sé que tienes muchos similares, pero lo vi y no pude evitar no pensar en ti —
Asentí con la cabeza dedicándole una sonrisa a modo de agradecimiento. — Gracias, es muy bonito— saque el anillo de la caja y antes de poder colocármelo William lo arrebato de mis manos para hacerlo el colocándolo al lado del anillo de compromiso.
—Es un anillo completamente hermoso Kimberly, estoy seguro de que el de matrimonio será mucho mejor que ese— El padre de William hablo y asentí ante el con tranquilidad.
Había llegado un momento en que los mayores se marcharon dejándome completamente sola con quien sería mi esposo en cuestión de tiempo. Aun que esa soledad no duro mucho ya que parte de sus amigos se unieron a la mesa generando más ruido de lo que prefería
—Felicidades por su compromiso Kimberly, William no deja de hablar de ti— Dijo Marcus con tono divertido como si tuviera algo al fondo de todo lo que decía, pero realmente no tenía ganas de ponerme a prestarle atención a sus tonterías.
—Gracias— Corto y sin muchas vueltas, solo quería estar con otro grupo de personas, pero iba a ser muy descortés de mi parte levantarme e irme de aquí.
—Kim no lo demuestra, pero está sumamente emocionada y yo también ya que muchas cosas nuevas van a llegar con nuestro casamiento— La mirada entre el grupo de jóvenes era más que evidente en ningún momento trataron de disimular y yo sabía perfectamente que le emocionaba tanto a William, el sexo
Samantha se inclinó hacia William susurrándole algo en el oído haciendo que esta riera, no podía escuchar bien que es lo que cuchichiaban, pero tampoco es que hiciera un gran esfuerzo no me importaba mucho. Una de las camareras comenzó a repartir champagne en cada una de las mesas, pero por su incompetencia acabo tropezando y varias copas terminaron sobre Samantha haciendo que todos rieran incluida yo.
—Kim ¿me acompañas a caminar? Me gustaría presumir a todos la bella prometida que tengo yo— El azabache extendió mi mano hacia mí, tome está colocándome de pie y comenzando a caminar despacio por los alrededores
No era la primera vez que asistíamos a uno de los eventos de los McMillan por lo que el terreno lo teníamos bien conocido. Llego un momento que nos encontramos algo lejos del resto justo enfrente del hermoso invernadero que la señora McMillan tenía. —¿Qué te parece si entramos? Siempre te ha gustado ese lugar por alguna boba razón— Pese a su forma tan idiota de invitarme al invernadero accedí. Lo primero que sentí al ingresar era el aroma de las rosas, realmente había todo tipo de flor aquí dentro y por alguna razón me generaba paz.
Mientras admiraba las rosas William aprovecho para tener mayor cercanía, sus brazos pasaron por mi cintura mientras que su cabeza se pozo en mi hombro —Has estado muy callada últimamente, has estado así desde año nuevo. Luego que nos casemos lo único que harás serás gritar y gemir mi nombre— Dijo con diversión —Aunque tal vez lo hagas antes, podríamos intentarlo ahora, por ejemplo— Su agarre fue aún más fuerte, de un solo movimiento me dio vuelta y antes que pudiera quejarme sus manos viajaron peligrosamente a mi trasero apretando este.