“Cuando fotografías las personas en color, fotografías su ropa. Cuando las fotografías en blanco y negro, fotografías su alma”
Desde hacía unos días no había vuelto a ver a Dennis, solo habíamos intercambiado uno que otro mensaje, pero ambos nos encontrábamos bastante ocupados, el con su trabajo y yo con mis estudios y asuntos de las empresas de mi padre. La relación con mi madre estaba cada vez peor, sentía que cada vez se ponía más insoportable y con más reproches de lo normal.
Mientras me arreglaba para comenzar mi día, mi señora madre se hizo presente en este como si fuera la dueña del lugar. Dicha acción hizo que mi humor no fuera uno de los mejores. Me gire en mi silla observando como entraba a mi vestidor dicha acción me tomo por sorpresa así que fui tras ella rápidamente.
—Tienes muchas cosas Kimberly, cosas usado y lo sé porque aún tienen etiquetas. No puedes seguir acumulando ropa, zapatos o bolsos. Hay personas que no tienen nada que usar realmente, mueren de frio por no tener abrigo y tu andas ocupando lugar en tu closet simplemente. Con tu hermana participaremos en una donación para varios refugios de mujeres y niños que están atravesando varias situaciones, llevare lo que considere que puedes servir de tu ropa.
Realmente no podía estar creyendo lo que decía, esto tenía que ser una broma o peor aún una pesadilla demasiado realista para mi gusto. — Tienes que estar bromeando, no puedes venir aquí y tomar mis cosas sin m permiso para donarlas porque a ti se te dio la gana, hazme el favor y por favor sal de mi cuarto en este momento y deja mis cosas en su lugar.
—Claro que no lo es, como le dije a tu padre considero que aún tenemos tiempo de cambiarte y volverte una persona de bien y enterrar al monstro en el que te has convertido. — Mi madre solo sacaba ropa en grandes cantidades.
Por más que intentaba mantener la calma claramente no era algo que pudiera controlar, realmente odiaba cuando se creía María Teresa de Calcuta. Le quite mi ropa de sus manos haciendo que algunas cayeron al suelo, pero luego me encargaría de acomodar todo. — Mira, ya hablé con Alina y me comento sobre su momento caritativo, pero se lo dije a ella y te lo digo a ti, no pienso participar en algo así no lo deseo, y ya te dije si me consideras un monstro como dices allí tienes la puerta yo soy muy feliz como soy y te guste o no soy así. — Deje mis cosas sobre una de las repisas toda desacomodada comenzando a sacar a mi madre del closet y posteriormente de mi cuarto cerrando la puerta con seguro. Fui por mi móvil comenzando a escribir un mensaje de texto para mi padre.
“Padre”
Emily se acaba de volver completamente loca, entro a mi cuarto sin permiso y comenzó a tomar mucha de mi ropa para regalarla, la tuve que echar a la fuerza. Habla con ella esta insoportable, juro que si toca algo de mis cosas la voy a echar de la casa.
Guardé el móvil en el bolsillo de mis jeans y volví al closet para comenzar a acomodar cada una de las prendas que mi progenitora había desacomodado por completo, realmente se ponía bastante odiosa cuando lo deseaba. No podía creer a que niveles había llegado el día de hoy a veces siento que solo lo hacía para fastidiar. Sentí mi móvil sonar y por obvias razones pensé que era mi padre, pero eran varios mensajes de Dennis.
“Dennis”
Mira lo que encontré en mi cámara, no sé en qué momento las has sacado, pero están hermosas. Agradece que eres hermosa, me encantan tus fotos princesa.
“Kimberly”
¡Perdón! Estabas distraído y tu cámara me hacía ojitos. Puedes borrarlas no hay drama.
Realmente me había olvidado de esas fotos, las había sacado cuando había venido a mi casa y cenamos pizza. Me senté en unos de los bancos que había en el closet para seguir respondiendo sus mensajes, realmente me estaba alegrando el humor.
“Dennis”
No las borrare, luego las edito y te las paso princesa.
“Kimberly”
No hace falta, prometo que esta sana.
“Dennis”
Me gusta
“Kimberly”
Me gustaría que algún día me sacaras tú las fotos, digo eres un experto en aquello.
“Dennis”
Pues vístete, nos vamos a una sesión.
“Kimberly”
¿Enserio? Suena grandioso.
“Dennis”
Claro, tengo un trabajo y vendrás conmigo, cuando termine te hago una sesión a vos.
“Kimberly”
Está bien, me gustaría verte en acción. Llevare algo de roa para poder cambiarme.
“Dennis”
Si, lleva mucha ropa nos quedaremos hasta tarde. Pasare por ti en unos minutos.
“Kimberly”
Está bien, dame unos minutos.
Comencé a buscar un bolso de un tamaño considerable, pero eran demasiados grandes por lo que terminé optando por una mochila color vino tinto. No sabía que ropa usar ya que en el resto de mis sesiones me daban cada uno de mis atuendos, debí preguntar donde seria la sesión. Comencé a guardar varios conjuntos que tenía armados con cuidado que nada se fuera a estropear.
Mientras terminaba de acomodar las cosas sentí la voz de uno de los empleados informando que un joven se encontraba en la puerta, sabía que se trataba de Dennis, pero aún no estaba completamente lista. Al bajar vi al ojiazul parado, mirando algunas fotos que había en una de las paredes, claramente ninguna foto con mi madre y la única foto mía que estaba allí era cuando tenía cinco años y salía con mis hermanos.
—Hola, ya casi estoy solo me falta algunas cosas, dame unos minutos. Si quieres puedes venir a mi cuarto mientras me termino de alistar— Susurre sonriendo mientras lo miraba con tranquilidad.
—Hola princesa— Tomo mi mano dejando un beso en esta— Prefiero esperarte aquí y no sé si puedo tomar algo de tu alacena para llevar algo de comida, sino podemos comprar pizza en el camino. — Tomo su mochila acomodando está en su hombro. — Apúrate que vamos algo tarde princesa.