"Cuando te vi sentí algo raro por dentro, una mezcla de miedo con locura. Y tu mirada, me juro que si te pierdo habré perdido la más grande fortuna"
Mi día poco a poco estaba mejorando o eso es lo que pensaba y esperaba al final yo era la única dueña de mis emociones y debía controlarlas como siempre lo había hecho, nadie debía importarme tanto como para hacerme sentir mal y mucho menos nadie tenía el poder de hacerme sentir inferior el mundo tenía suerte de tenerme en él.
Estacione el auto en el garaje para bajar de este con algunas carpetas de la empresa y otras que pertenecían a la universidad. Entré a mi casa para subir directamente al cuarto, dejé todo en su lugar y fui a darme un baño rápido.
Al acabar me arregle por si venía Dennis, no tenía mensaje alguno, pero habíamos quedado en que vendría más tarde esperaba que fuera así porque me estaba acostumbrando a su presencia y compañía.
Cuando estuve lista me senté en mi escritorio comenzando a adelantar y acabar trabajos de la universidad, no me quedaba mucho para recibirme y claro debía mantener mi buen promedio, no podía bajarlo o mi padre se molestaría conmigo.
La materia de Comercio Internacional me estaba causando bastante conflicto ya que el ensayo que estaba presentando no me estaba convenciendo del todo, no estaba completamente convencida pero también sabía que debía entregarlo el día de mañana.
Mi celular comenzó a sonar y al verlo vi que se trataba de Dennis.
—Hola Princesa, estoy camino a tu casa espero estés lista y sino ve a prepararte.
—Si estoy lista, estoy haciendo tarea, pero ya me arreglé hace unos cuantos minutos.
—Perfecto. Estaré en tu casa en unos seis minutos tal vez, espérame afuera.
—Está bien ahora salgo. Nos vemos
Corte la llamada comenzando a dejar todo ordenado, había subido todo a la nube para poder enviarlo llegado el momento. Fui por uno de mis bolsos y pasé mis documentos y lo que consideraba necesario para poder bajar y salir de mi casa. Al llegar a la entrada del complejo no espere mucho ya que una moto se estacionó frente a mí.
—Princesa. ¿Vamos? — Dijo pasándome un casco
—Hola cariño, si estoy lista — Tomé el casco y con su ayuda me subí. Ya me estaba acostumbrando a esto de andar en su motocicleta, pero seguía sin agradarme. — ¿A dónde iremos?
—Es una sorpresa, si te digo dejaría de serlo— Reí sujetándome de él en el momento que comenzaba a acelerar su motocicleta.
El camino fue silencio, eso de gritar para que me escuchará no era lo que más me apetecía, no quedaba muy bien a mí parecer. Mientras más avanzaba menos conocía el lugar a estas alturas no sabía dónde estábamos era una zona desconocida para mí.
Dennis aparcó su motocicleta y me ayudó a bajar, mire el edificio y la zona, pero claramente no reconocía ninguna. Dennis tomó mi mano y me guio hacia el interior del edificio, lo miré esperando que me dijera algo, pero no había sido así.
Nos paramos frente a una puerta, creo que estaba comenzando a comprender por dónde iba todo esto. Saco unas llaves de su bolsillo abriendo está. Me invitó a pasar y sin dudar hice aquello.
—Bienvenida a mi humilde hogar princesa, no es la gran cosa como tu casa, pero quería que la conocieras.
—Vaya… Muchas gracias por traerme, en serio aprecio mucho este gesto— Sonreí mirándolo, di unos pocos pasos pasando mi mano por su sofá, claramente su casa era mucho más pequeña que la mía.
—No tienes porqué agradecer. Espero no te espantes ni te alteres— Acarició mi mejilla suavemente antes de dejar un beso en la punta de mi nariz. — Por cierto, te ves hermosa, pero eso ya lo sabes.
—Gracias y tranquilo no me voy a espantar ni nada, es un lugar agradable y lindo. — Sonreí robándole un beso. — ¿Esas fotos las sacaste tú? — Pregunté señalando algunas fotos colgadas y otras enmarcadas.
—Algunas sí, otras no. Las del cuadro son mías, las colgadas no simplemente me gustaban. — Sonrió guiando me hacía las fotos. — Pero ninguna se Iguala a la belleza que tengo frente a mí. ¿Cenamos?
—Me parece buena idea. ¿Pedimos comida o hacemos algo?
—Pedimos, no quiero que incendiemos mi departamento es el único que tengo. ¿Qué te apetece?
—¿Pasta? ¿Sushi? No sé qué te apetece a ti.
—Pasta, me parece bien. Iré a pedir, tu ponte cómoda princesa.
Asentí con la cabeza dejando mi bolso en el sofá gris de Dennis y me senté en el mismo observando cada detalle de su casa. Era simple, con colores neutros y sin mucha decoración. Los tonos de los muebles iban entre, gris, negro y blanco.
—Ya llamé, dijeron que en unos 15 minutos van a venir. Te mostraría el departamento, pero no hay mucho que enseñar, la cocina está allí como la vez, la primera puerta es del baño y la segunda y última es mi cuarto.
—Entiendo, descuida, tienes un departamento bastante bonito. Me agrada el estilo que manejas realmente.
—Veamos una película mientras tanto. Sé que no ves terror así que busquemos en Netflix o tal vez veamos que encontramos por la televisión.
Dennis se sentó a mi lado pasando su brazo por mis hombros atrayendo me a él mientras encendía el televisor comenzando a buscar alguna película, en ese momento pasó la película "El diablo viste a la moda"
—Espera, deja esa. Amo esa película, aunque el novio me cae mal.
—¿De qué trata princesa?
—¿No las has visto? Te falta mucha cultura, es una chica que quiere ser periodista, pero entra a una revista de modas y ella está muy alejada de la moda realmente.