¿me darías un último beso?

16. Convivencia

"Las parejas más felices no son aquellas que poseen el mismo carácter o gustos sino aquellas que tienen la mejor comprensión en sus diferencias" 

Luego de aquella noche Dennis y yo no habíamos vuelto a discutir lo cual era una muy buena noticia o tal vez era la calma antes de la tormenta eso era algo que íbamos a descubrir juntos. 

—  Nena ¿Estás segura? No quiero que lo hagas por compromiso. 

— Sí Dennis, y no lo hago por compromiso. Tu departamento tiene una fuga de gas y mi casa es lo suficientemente grande para ambos no tengo problema con que te quedes. 

— Gracias, solo no quiero molestar. 

— Tu no eres una molestia, aparte me vas hacer compañía así que.

Desde el momento que me llamó para contarme de su problema la idea que estuviera aquí había cruzado mi mente, me sentía feliz con esa idea. Poder compartir días con él era el mejor de los planes,de todas formas él solía quedarse a dormir seguido y con mi nueva casa todo iba mejor ya que no tenía que lidiar con mi madre y sus comentarios. 

Entre ambos subimos sus cosas hasta mi habitación donde comenzamos a dejar su ropa en el closet, al final me había convencido que todo esté tiempo no quería que estuvieran los empleados ni siquiera el cocinero pese a que ninguno sabía cocinar por lo que me tocó darles unas vacaciones. 

Una vez todo acomodado lo cual realmente no había sido mucho había llevado más maletas yo para el viaje que él para pasar unas semanas en mi casa. 

— Bien, ¿Qué tal si ahora pedimos algo para comer? Conozco un buen restaurante donde podemos pedir variedad de comidas. 

Lo mire con una enorme sonrisa sentándome en uno de los pequeños sofás que había en mi vestidor. 

— Pensaba en algo más casero… No me mal entiendas princesa pero me gustaría que ambos preparemos el almuerzo o cenas. Debes admitir que lo hacemos bien dentro de lo posible no han existido accidentes graves. ¿Qué tal si hacemos algo de arroz con pollo? 

— Vale… — Me coloque de pie de mala gana mientras comenzamos a caminar hacia el primer piso. 

Ambos fuimos a la cocina donde comencé a ver hacia todos lados esperando que las cosas comenzarán a prepararse por su cuenta. 

— Nena, respira solo es arroz con pollo yo sé hacerlo y te voy a guiar. Sabes que me gusta guiarte — Aquello último lo dijo con cierto tono de burla mientras besaba mis labios suavemente. 

— Ya cállate. Comencemos a preparar el bendito arroz, aviso y te recuerdo que yo no sé dónde se encuentran las cosas aquí.

— Yo si, tanto venir a tu casa puedo decir que ya no me pierdo y me puedo defender en el lugar. Sé que el arroz está en estas puertas — Abrió ambas puertas dejando ver una gran pila de condimentos para las comidas haciendo que soltará una carcajada. 

— Claro, te sabes defender bastante bien. 

— Ya no digas nada, me sé defender más que tú qué es tu casa. 

— Callame. 

Rápidamente se volteó relamiendo sus labios antes de acercarse a mi acorralando me entre la mesada y él comenzando hacerme cosquillas.

— Dennis, para. Por favor. — Todo mi cuerpo se retorcía debajo suyo. Siguió así por unos cuantos minutos hasta que sus labios se fueron a devorar los míos en un beso que demostraba necesidad. 

— Podría demostrarte todo el amor que siento aquí mismo pero alguien como tú se merece mucho más, no podría hacerte algo así, te mereces el mundo Kimberly. Por eso mismo sigamos cocinando princesa. 

— Eso fue tierno. — Mire cómo seguís buscando las cosas por mi cocina por lo que decidí ayudarlo, debía admitir que me sentía pérdida pero hacíamos buen equipo entre los dos habíamos encontrado todo lo necesario para cocinar. 

Luego del almuerzo nos encontramos en mi sofá observando una película, realmente no estaba comprendiendo bien de qué era lo que se trataba exactamente pero Dennis parecía feliz con ello por lo que preferí compartir sus gustos. 

Él había hecho un esfuerzo por entrar en "mi mundo" y yo aún no había hecho lo mismo por el, aún debía admitir que había generado otro tipo de cambios que seguramente eran pequeños a sus ojos, como por ejemplo había bajado mis barreras y permitía que el me amara y sobre todo yo lo amaba a él. 

— Nena, se que te lo he dicho mucho hoy pero en serio gracias por dejarme quedarme. 

— Debes dejar de agradecer, aparte vienes diario es prácticamente lo mismo.   

— Lo sé, por cierto en unas horas debo ir a una sesión de fotos ¿Quieres venir conmigo? 

— Me gustaría pero debo ir a la universidad. 

— Paso por ti entonces, claro que si eso es lo que quieres.  

— Me parece bien. — Me incliné hacia él besando sus labios suavemente, antes de volver mi vista hacia la televisión. 

Cuando salí de mis clases me quedé esperando a Dennis en las escaleras de la universidad. Me había enviado un mensaje que se había atrasado por problemas con las personas a las que estaba fotografiando. 

— Vaya pero si es la gran Kimberly Ivanok. —  La voz de Samantha se hizo presente, odiaba. 

— ¿Qué quieres? —  Una de mis cejas se levantó mientras la miraba de arriba hacia abajo. 

— Nada, ¿Porque iba a querer algo de ti? 

— Tienes razón, a ti solo te gusta recoger mis sobras y por ahora no he votado nada, aunque si quieres te puedo decir cuando saquen ni basura tal vez encuentres algo. — Podía ver sus mejillas tomar un tono rojizo estaba molesta y yo lo sabía, era tan fácil hacer que se molestará tenía poco control en su misma. 

— Si lo dices por William tu te lo perdiste. 

— Ajá, como digas. Si no tienes más por decir puedes irte y dejarme en paz 

— ¡Osito! Mira a quien me encontré. 

— Te dije que no me llames así Samantha y lo sé, te recuerdo que Kim y yo estudiamos lo mismo. — La voz de William sonaba irritada, podía existir varias razones por la cual podía estar así, problemas con sus negocios, su familia o por que tenía una mala racha con la universidad. 




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