Me Enamoré de un Dragón 2

Soy real

- D: Te dije que pensarás bien en tu respuesta, si no vienes conmigo, iré contigo.

Scarleth boqui abierta. – S: ósea que me culpas de la locura que acabas de hacer porque mi respuesta no era la que querías escuchar.

Margaret removía su café con la cuchara, se sienta en la silla y ve en las pantallas de vigilancia a Derek en la fortaleza con Scarleth y a todo el personal de seguridad y los cazadores apuntándolos. De la impresión suelta la taza de café y se atranca con el pequeño sorbo que dio anteriormente del café, expulsando con la tos, mancha la mesa donde se encontraba la consola.

- M: Carajo, solo me distraje dos minutos. – Margaret toma la radio de la mesa y sale corriendo hacia la conmoción – Alto, no hagan nada estúpido, todo fue un holograma, lo que vieron no fue real, yo estaba proyectando eso. Todos confundidos miraban a Derek y uno de los jóvenes cazadores comienza a reírse nervioso. – eso tiene más sentido, como pudimos siquiera creer que existe un…

- D: No. No lo tiene. Porque soy real al igual que todos ustedes. Algunos de ustedes ya me conocen y conviví en esta fortaleza como un humano y por mucho tiempo, no soy diferente. -Scarleth le tapó la boca con sus dos manos. - S: JAJAJA, solo está diciendo idioteces, está borracho. Que buen chiste. - le tomó de su mano y lo jaló lejos de la gente confundida, pero no quiso moverse.

-S: vuelvan todos a sus labores, luego se los explicaré todo.

-Tu. sígueme. – le ve con una mirada de enojo a Derek –

Derek lanza una sonrisilla – Estaba extrañando esa mirada tenaz tuya. (De hecho, extrañé cada expresión de tu rostro y cada toque de tus manos pequeñas, el juntar y entrelazar nuestras manos al caminar y sentir el calor corporal del otro es tan mágico para mí que no puedo compáralo con nada. Aunque no te recordaba, en mi corazón sentía un vacío que no podía llenar y ahora que ya estás aquí me siento completo). – pensaba Derek mientras la seguía.

Llegando al patio tarsero oscuro de la fortaleza, Scarleth tomo aire e intentando calmarse, sus manos y todo su cuerpo temblaba de la rabia y el miedo de pensar en lo que podría pasar al extenderse la identidad de Derek.

- Derek, ¿me puedes explicar que pretendes? Scarleth pierde la calma y le grita - ¿Por qué hiciste eso? ¿porque te expones así? ¿acaso quieres morir de nuevo? yo no podría soportar que algo te pasará de nuevo. ¿Por qué me haces esto?

- D: Scarleth te guste o no viviré aquí como un humano más, no te daré la libertad para que te quedes sola con Henrry.

- Derek… debemos parar. Lo nuestro nunca va a funcionar, somos muy diferentes, y sé que es doloroso darse cuenta de que es verdad, pero esto no está bien.

Henrry furioso va hacia Derek y le da un puñetazo. – Tan desesperado estas por ser un humano que tuviste que arma revuelo y confundir a un montón de personas allá afuera.

Derek devuelve el golpe. – D: Así es. – responde.

Scarleth se mete en medio y empuja ambos. – dejen de empeorar todo.

Margaret sostiene a Henrry y ve que su labio sangraba. – M: ¿Estas bien? Tu labio sangra mucho ¿quieres ir con la doctora? Henrry, enojado le responde. – Mejor preocúpense como solucionar este lio que genero ese loco. – Se da la vuelta y se va a su habitación.

- Henrry no te vayas, debemos solucionar esto. – le dice Margaret.

Scarleth furiosa va con el grupo conmocionado e intentaba hablar entre los cuchicheos y la conmoción, agotada totalmente su paciencia saca la pistola y dispara varias veces hacia el cielo. La reacción de todos fue tirarse al suelo y mirar de donde provenían los disparos.

- S: ¡¡Cállense ya!! Dejen de estar asustados como unos idiotas, ustedes son hombres fuertes y entrenados que han visto cosas peores. ¿Y se ponen como unas viejecitas con problemas nerviosos?

-¿Qué están buscando? ¿qué les baje de sus puestos a un inferior?

Lo diez hombres se colocaron rectos y se formaron al ver a su líder enojada, sin decir ni una sola palabra la miraron con miedo y respeto.

- S: Como saben, está prohibido que estén repartiendo chismes de aquí allá y más cuando implica cosas de la fortaleza, el que abra demás la boca los echare fuera de la fortaleza y para mí no es difícil saber quiénes fueron, solo fueron diez cabezas que vieron todo. Si escucho que esto está en boca de otro, los diez lo pagaran, así sea el responsable uno. Saldrán con sus familias de la fortaleza.

- Por favor, el día de mañana vienen a mi despacho un momento y se los explicaré todo. ¡¡váyanse a descansar!!

Los chicos caminaron hacia sus casas. Margaret ve a Scarleth con la cara llena de ojeras y con el ceño marcado en la frente del enojo.

- Creo que fuiste muy dura al decirles que los sancionarás echándolos.

Scarleth se quiebra con Margaret e intenta contener las lágrimas.

- S: ¿Que más podía hacer? solo puedo amenazarlos, al menos no les quitó la vida para silenciarlos como lo hacía Steve, de todos modos, esto va a regarse para muchos oídos, no sé qué voy a hacer.

Margaret lleva a Scarleth a su cuarto, le prepara un té caliente con valeriana y duerme con ella.

En la mañana, Margaret le sirvió a la cama una taza de café cargado a Scarleth.



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En el texto hay: fantacia, romance, ficcion

Editado: 09.09.2024

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