me entregaste el corazon

LA ANGUSTIA

Con sus ojos nublados por las lagrimas, observaba a sus tres hermosos hijos que jugaban en el jardín, ajenos a lo que les rodeaba.

Rafael el mayor un niño alegre y fortachón con unos rizos negros como la noche y los ojos que dan la impresión de que no tienen fin de lo oscuros que son, su piel morena y carácter fuerte lo convierten en todo un líder entre sus hermanos.

Luis al contrario es blanco cabello castaño ojos mas amarillos que cafes y de un carácter bastante pasivo, lo seguía en todos sus juegos sin protestar y la pequeña María blanca como la leche pelo castaño pero rizado y ojos color miel.

Estaba tan concetrada viendo a sus hijos jugar que se sorprendió cuando escucho la voz de Ana

- ya estoy aquí no te preocupes mas- extendiendo sus brazos a doña Luisa la abrazo fuerte - todo va a salir bien.

-Que es lo que sientes- Ana hizo la pregunta con un tono mas grave de lo normal demostrando lo preocupada que estaba de la situación de su amiga

  -tengo tres días sin movimiento y ya no se que hacer, Marco esta de viaje y estoy sola con los niños ahora para terminarla de hacer ahora me pasa esto- su voz entrecortada demostraba lo serio de la situación

-Tranquila ve que yo me quedo con los niños- dijo Ana intenta consolar a su amiga que para ese momento ya se veía mas que desesperada

-no se cómo pagarte lo que estás haciendo por mí y mi familia- su voz demostraba el agradecimiento que sentía en ese momento hacia su amiga

Acto seguido llamo a sus hijos y les dio instrucciones de que obedecieran a su amiga, los niños como era lo normal le preguntaron si podían ir con ella y adonde iba

se traquilizaron, cuando su madre les explico que no podía llevarlos, pero que pronto volvería y que si se portaban bien les traeria un premio a cada uno

Ana insistió en llamar aun sirviente para que la acompañara, pero Luisa declino la oferta y emprendió el camino.

Doña Luisa sabia bien a lo que iba no era la primera ves que ella tuviera una perdida, es mas esta seria la tercera, pero de igual manera era el mismo dolor y desesperación de saber que seria otro hijo al que no conocería.

Por el momento no tenia dolores y eso era algo bueno porque podía caminar bien con sus seis meses de embarazo.

 Ya que la casa de la partera estaba como a dos kilómetros de distancia.

 Su mente volaba pensando como iba a  ser, varón o niña blanco como Marco o moreno como ella.

La calle polvorienta y rojiza se veía triste y solitaria los arboles formaban cupulas sobre la calle entrelazando sus ramas de un extremo a otro como queriéndose acariciarse entre ellos.

Un carro no se veía por ningún lado, las pocas personas que tenían uno solo lo usaban  para mandados especiales y las casas por lo general estában alejadas de la calle

No se había topado ni una sola persona en todo el camino lo que no fue de extrañarse considerando lo solitario del lugar

La mirada cansada de la mujer se fijo en el frente donde se podía ver a lo lejos la casa a la cual se dirigía

 Esta era pequeña pintada de blanco, con los marcos de las puertas y ventanas cafés, además tenía un pequeño jardín que a pesar de su tamaño se veía bien cuidado demostrando el tiempo y el amor que le dedicaba su dueña todos los día

Ya estando en la entrada llamo a la puerta sabiendo de ante mano lo que le esperaba

Cuando doña Amparo salió y la vio no pregunto nada solo la abrazo -tranquila veremos que podemos hacer-

Doña Amparo ara una mujer bajita blanca con pelo un poco blanco por su edad y una sonrisa amable , tenía el pelo recogido en una larga trenza y siempre andaba sobre su ropa un delantal blanco como la lana, su voz era suave a lo que la ayudaba a tranquilizar a sus pacientes-

Pues la pequeña mujer era como una doctora para el pueblo

Atiende partos y varios otros malestares que tienden a presentar los vecinos.

La casa ni que decir todo debidamente limpio y en orden ,la habitación donde atiende a los pacientes es blanca, toda desde las paredes hasta la cama, sabanas blancas impecables, una mesita con ciertos frascos y una pequeña alacena con frascos ,paños y cajitas.

Las cortinas eran del mismo color que el resto de la habitación y el olor de la habitación era una mescla entre alcohol y desinfectante que para ese momento no hacia más que aumentar su angustia

 -Pase por aquí- indico la señora y pidiéndole que se acostara en la cama se puso a revisarla minuciosamente

- no hay nada que hacer este bebe está muerto-

 Ayudándola a ponerse de pie la abrazo -te vas a poner bien ya verás-.

Le entrego un frasquito -usted ya sabe el procedimiento, lo siento mucho en verdad-

La mujer más joven recibió el frasco y pagando lo debido salió para devolverse a su casa, aunque como era lógico, camino la misma distancia para su casa que la que había caminado antes, no sintió el camino de regreso.

 Es mas grande el dolor que estaba sintiendo en el corazón, que cualquier dolor físico que le producían sus pies y vientre por el cansancio y la maltratada de el vientre cuando la examinaron.

La noche ya había caído y Ana no solo había hecho que los niños se bañaran sino que también les había dado de cenar y los llevo a sus habitaciones correspondientes para que se acostaran a dormir.

-Que te dijo- pregunto al ver a su amiga llegar

-no hay nada que hacer- contesto luisa sintiendo un nudo en la garganta al pronunciar las palabras

- los niños ya están acostados pero tranquila yo me quedare contigo esta noche así que manos a la obra al mal paso darle prisa-

Y dándole animo le ayudo para que se sentara y se pusiera mas comoda -voy a hacer los preparativos y te aviso-

Luisa asintió con la cabeza estaba cansada física y emocionalmente pronto su bebe nacería muerto y ella no podía hacer nada al respecto



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En el texto hay: amor romance celos

Editado: 28.10.2020

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