Me Quedo Contigo

Capítulo 5

Una gran paz me rodea, pero el dolor sigue persistiendo. Abro mis ojos, sintiendo nuevamente ese sentimiento de perdición, pero a la vez con esperanza. Me encuentro en el mismo bosque en el cual me perdí cuando era niña, en el cual él me encontró.

—Mil...

Esa sensación de felicidad repara mi corazón destrozado y mi alma rota. Me doy la vuelta, sintiendo que he vuelto a la vida.

—Kean… — Lo abrazo, lo abrazo con toda la fuerza que queda en mi ser. — Nuevamente me has encontrado. Te he extrañado tanto.

—Lo sé, Mil. Sé lo mucho que me has extrañado y todo lo que has sufrido por mi muerte. Perdón por causarte tanto sufrimiento.

Lo miro y tomo su rostro entre mis manos, sintiendo esa calidez que envuelve mi corazón. Siento la yema de sus dedos limpiando mis lágrimas, al mismo tiempo que sus hermosos ojos como la luna me miran con tristeza.

—Lamento mucho haberme ido tan repentinamente sin despedirme de ti. No era mi intención causarte tanto dolor. Yo quería quedarme más tiempo contigo, pero no pude evitar que mi corazón se detuviera. Lo siento mucho.

—No tienes por qué sentirlo, tú tampoco querías esto. No llores —limpio sus lágrimas—. Ya estamos juntos de nuevo.

Niega.

—Todavía no es tu momento. Tienes que volver.

—No, no lo haré. Estas tres semanas sin ti se han sentido como el infierno. No puedo vivir sin ti. Quiero quedarme contigo.

—Pero no puedes. Tienes una vida en la cual debes vivir, aunque yo no esté contigo. Mil, estar lejos de ti duele, pero no puedo ser egoísta y permitir este lamentable final para ti.

—Kean…

Niego con la cabeza.

—Escúchame, por favor. El tiempo se detuvo para mí, pero el tuyo sigue corriendo y tienes que disfrutarlo. Me duele no poder estar contigo por más años, pero siempre agradeceré estos diez años donde he sido feliz y sé que te he hecho feliz a ti. No podemos regresar en el tiempo, pero podemos volvernos a encontrar en otra vida, en otro universo, incluso en otra dimensión. Cuando eso suceda, transformaré cada lágrima que has derramado por mí en felicidad, te haré tan feliz por muchos años que tu alma olvidará este adiós inesperado. Cuando volvamos a estar juntos, te diré lo que no pude decirte en esta vida.

—Dímelo ahora. Quiero escucharte en este momento.

—Eres la persona que más he amado en todo el mundo. Deseo ser tu compañero de vida. Mil, quiero hacerte feliz y disfrutar contigo cada etapa, cada sueño cumplido y cada segundo a tu lado. Te amo, te he amado y siempre te amaré de las maneras más hermosas y únicas que existen en el universo. ¿Quieres ser mi novia?

—¡Sí, si quiero! — Nos abrazamos —¿Por qué no me lo dijiste?

—Porque creí que tu corazón amaba a alguien más, por eso no me atreví a decirte lo que siento. Mil, te prometo que, en otra vida, no me quedaré callado y te diré mis sentimientos. En otra vida, te prometo que tú y yo estaremos juntos. Te prometo que, en otra vida, no tendremos este final.

El terrible final de estar separados para siempre.

—¿Crees que yo realmente pueda seguir viviendo?

—Podrás hacerlo. Eres una chica fuerte y valiente; sé que podrás vivir sin mí.

—¿Y si no puedo? ¿Y si me rindo y vuelvo a recurrir al suicidio?

—Podrás —me pega más a él—. Mil, no estoy contigo físicamente, pero siempre estaré contigo; estoy vinculado a tu alma.

—Pero extrañaré verte.

—He dejado bellos recuerdos para que nunca me olvides.

—Pero esos recuerdos me duelen.

—Porque mi partida es reciente —corta el abrazo, sosteniendo mi rostro—. No es el momento de estar juntos. Tienes un camino diferente que recorrer. Mi amor, juro que te esperaré sin importar el tiempo que transcurra, y si tengo que buscarte para estar contigo, lo haré, pero estaremos juntos de nuevo. Ahora tienes que vivir una buena vida sin mí, tienes que cumplir todos tus sueños y sobre todo ser feliz.

—¿Y aquellos sueños donde tú formabas parte?

—Puedes modificarlo o dejarlo en pausa hasta nuestro encuentro.

—Viviré por ti, Kean.

—También tienes que vivir por ti.

—Viviré por los dos —acaricia mi mejilla mientras sonríe—. Te amo, Kean.

—Te amo, Mil.

Lentamente, acerca su rostro al mío, haciendo que mi corazón quiera salirse de mi pecho por los nervios. Cierro mis ojos, sintiendo cómo la distancia desaparece al sentir sus labios, atrapando mi labio inferior con delicadeza. Con un poco de miedo por arruinar nuestro primer beso, correspondo, sintiendo cómo el dolor se va y la alegría que había perdido regresa.

Este beso es tan puro y sincero, que es tan palpable el amor que transmite. Tal vez esto sea un sueño, pero es un bello sueño que siempre recordaré...

Kean corta el beso y abro mis ojos; verlo sonreír es muy alentador. Noto cómo sus mejillas se tornan levemente rosas y sonrío, y de inmediato soy abrazada por él. Sintiendo cómo las lágrimas inundan mis ojos al escuchar los latidos de su corazón.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.