Era de noche, oscuro y tenebroso, las gotas de lluvia caían y con ellas se mesclaban mis lágrimas. Me dolía el pecho y respiraba con dificultad, estaba cansada, lo único que quería era renunciar a mi vida. Pero algo me lo impedía.. ese algo era.. el deseo de vivir, no podía explicar pq sentía que moría por dentro, pero mi cuerpo reaccionaba a seguir adelante.
Me preguntaba que si no habría sufrido ya lo suficiente, porque solamente no podía caer en un sueño oscuro y profundo y nunca más despertar.
A mis 24 años, todavía me preguntaba el deber de vivir, para que vivir sino eres feliz. Había sufrido de acoso, maltrato y bullying por parte de mi familia y todo persona que me rodiaba. No era una chica hermosa, ni con un gran cuerpo solamente era normal, como cualquiera. Para mí lo más hermoso era mi pelo, el cual era de un color chocolate, sedoso y largo, era para mí lo más hermoso que tenía.
Había terminado mi carrera y era licenciada en economía, estaba en busca de un trabajo estable, mientras trabaja en un pequeño local de comida rápida. Vivía con mi madre la cual no era ni cariñosa, ni amorosa, pero era amable conmigo y si necesitaba algo ay estaba. No teníamos una gran casa, pero era lo suficiente para las dos, vivíamos para el diario.
Hiba de regreso a casa mientras analizaba mi vida, caminando por la acera la cual arlado continuaba el bosque a una cuadra de mi casa, me detengo escuchar un ruido. Miro hacia el bosque y veo dos ojos, no normales sino amarillos, me quedo viéndolos fijamente, me atraían. Sigo mirándolos fijamente, asta que siento que me llaman.. Kaila, veo a mi madre parada en la entrada de la casa.
Mama -K: Entra ante que cojas un resfriado
Veo como entra a la casa y mi mirada va de nuevo al bosque, pero ya no están. Vuelvo escuchar como mi madre me llama, y corro hacia llegar a la casa, entro en la casa empapada, había dejado de llorar hace un rato. Mi madre se acerca a mi con una toalla, y yo la acepto, mientras ella sube a su habitación. Me seco y dirigo a mi cuarto, al entrar me doy rápido una ducha y pongo a lavar la ropa mojada. Bajo a la cocina por algo de comer, y en la mesa del comedor dejo una jabita con dinero dentro para pagar el alquiler.
Después de comer rápido, vuelvo a mi cuarto, deseando dormir, pero se me es interrumpido, por algo en la ventana. Esos ojos otra vez, me acerco en la ventana y miro hacia el bosque, esos ojos me penetraban de lado a lado, y por alguna razón me atraían ...
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Hi, 👋. Esta es mi primera novela, escrita en esta página.
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Editado: 25.06.2025