Capitulo 3 café irlandés
JOAQUIN
-ya se durmió- comunica Joel
-ambos sabemos que no es así, de seguro está leyendo uno de sus libros-
-pero su respiración-
-es una especie de ninja Joel, ya tendrías que saberlo, ha escapado de ti desde que sabía gatear prácticamente te vive jodiendo desde que ambos usan pañales.- suspire.
Era raro explicarle esto a Joel, aunque como decía mi hija a veces era un poco lento de cerebro.
Mi hija, mi niña. Todavía recuerdo como si fuera ayer el dia que la encontré, o mejor dicho que nos encontramos. Era tan pequeña, y tenía unos pulmones que ¡madre mía! todavía sigo pensando en ¿Cómo fue que los vidrios de las ventanas siguen intactas? Pero no hay de olvidarme de su perfume, ese aroma a Fresia que la rodea, por más que llevara algún perfume sobre su piel el aroma a aquellas flores dejaba un rastro fresco opacando el aroma de su perfume. Hasta Esther lo sentía, aunque todos sabíamos que esa traviesa anciana no era normal, se había gastado parte de su jubilación los primeros meses de mi pequeña pero por más que lo intentara ese aroma a Fresia está presente.
En cambio los humanos más normales no lo percibían, ni se percataban de ello. Con Mauricio, Amón nos habíamos pasado parte de los primeros años de vida de Niss hasta después de comenzó la primaria investigando el ¿Por qué una humana podía tener ese aroma? Pero nuestra investigación no muy lejos por dos razones, Esther y por lo poco que descubrimos.
Lo que encontramos era una vieja leyenda de una tribu nómada de la cual no se conocía sus orígenes pero había notas de antiguos arqueólogos sin mucho renombre contando algún que otro hallazgo de utensilios u objetos decorativos, sin dejar a un lado el tema de las joyas, que habían descubierto en antiguas ruinas escondidas de la civilización. El último descubrimiento del cual encontramos se trata de un viajero que se encontró con un arqueólogo y que le mostro diario de su tátara tátara abuelo, creo que era más viejo que eso, que llevaba encima para que lo ayudase a llegar a un lugar en especifico encontrándose con un par de casas de piedra tratando de mantenerse en pie contra el paso del tiempo, la maleza y la erosión descubriendo que los que Vivian allí se fueron lo más rápido posible después de que su ancestro se largara de aquel lugar. En fin no teníamos nada.
El por qué el otro motivo era Esther, simple, nos habíamos descuidado y casi sufrimos un accidente por culpa de las horas de investigación, las pocas horas de sueño y el simple hecho de que solamente vivíamos a café y alguna que otro tentempié. Esa mujer sí que nos dio un buen tirón de orejas haciendo que desistamos de seguir. Pero ahora, lo más importante, la leyenda ¿de qué se trataba? Eran oraciones sin sentido escrito en una piedra en alguna lengua inexistente, descubierta hace, como mucho, siete siglos atrás ¿posiblemente?, siendo traducida por algún arqueólogo con ganas de hacerse famoso pero no llego hacerlo posiblemente por que murió joven o en un viaje largo o va ya a saber alguien que fue lo que paso.
Esa traducción, de aquella piedra, simplemente decía:
La puerta cerca del guardián.
El guardián representa la puerta
Y su valentía la llave para revelar su interior
Empezamos muchos, quedamos algunos, seremos pocos.
La luz llegara algún dia y eso que el creador ideo se llevara a cabo cuando el mundo y sus componentes estén preparados.
Y eso que era lo del principio, el texto seguía pero era casi inexistente por el simple hecho del paso del tiempo. Aunque esas oraciones se quedaron muy grabadas en mi interior.
De la tribu solo se sabía que no les gustaba el contacto con masas grandes de personas concentradas en un mismo lugar por eso vivía de la naturaleza lo más lejos posible del resto de los humanos. Así como encontramos un artículo sobre esa tribu así de rápido encontramos otro artículo sobre la extinción o la duda si alguna vez existió.
En ese mismo artículo se dejaba en claro que cabía la posibilidad de que esos "hallazgos" sean falsos, algún invento de algún desesperado por la fama pero no consiguió la atención que esperaba recibir.
Lo único que conectaba a esa tribu a mi hija, era que el arqueólogo que ayudo al viajero rescato unas frases del diario en las cuales se hacía referencia a que siempre estaban rodeados de flores, unas extrañas con aroma dulce y de colores vivos. Además de que más de una vez se repetía que parecía vivir en un jardín según le contesto uno de los integrantes de la tribu era que el aroma era fresco debido a la flor Fresia. Eso y que eran un misterio.
Ahora ¿Qué tenía que ver mi hija con ellos? no lo sabíamos, vimos el nombre de aquella flor y lo relacionamos rápidamente sin percatarnos de que posiblemente dejamos volar nuestra imaginación o algo así.
-se fue a dormir sin hacerme de comer- se queja Joel.
-no es tu esclava, si tienes hambre simple o te preparas algo, o comprar algo, o te vas a tu casa que tu madre debe de estar preocupada-
-pero es que Niss cocina rico- se quejo como un niño pequeño. Como si hiera un berrinche.
-eso se debe a su abuela-
-Dios la tenga en la gloria- comenzó a decir
-y nunca la deje bajar- termine yo –las frases de esa anciana- me ríe recordándola muy viva –todo lo que es Niss ahora se lo debo a ella-
-no, todo lo que es Niss ahora se le debe a los dos- se cruzo de brazos –aguantarte a ti y a aquella anciana todavía no entiendo como mi amiga no se volvió loca- reí. Así era Joel, siempre mostrando la hilacha al final.
-serás mi sobrino pero ¿sabes que puedo castigar por ser tu alfa cierto?- su risa cesó. –así me gusta-
Al verlo, me acuerdo como Eliza discutía con Mauricio, sobre la vida de nuestros hijos. Esas discusiones siempre terminaban igual ella le daba un golpe en hombro gritándole de que nuestro sobrino viviría en nuestra casa. Termino siendo cierto.
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Editado: 30.06.2020