William
Cuando él se acercó pudo divisar a una señora de, tal vez, unos 50 años, en el asiento del piloto y en el del copiloto estaba Harriet quién, aún si no sé veía mucho, tenía sus ojos llorosos y su cara estaba arañada.
"Hola, tu debes de ser William, Leo nos dijo que van a su casa, así que vengan los dejó en su hogar." Dijo la señora dándole a William su más grande sonrisa.
A él le pareció muy extraño eso, hace unos momentos estaba peleando y ahora aparentaba que no hubiera pasado lado.
"No sé, no quiero que seamos una molestia, además no está tan lejos y nos gusta caminar." Contestó William claramente mintiendo en la última parte.
Si cualquier otra persona se hubiera ofrecido lo pensaría, pero no le gustaba la actitud de esa mujer, no quería ofenderla, pero a él le parecía que era muy hipócrita.
"Tonterías, ella y su hermosa madre, o sea yo, somos las vecinas de Leito" comunicó la señora con la sonrisa más fingida que Leo y William habían visto nunca en sus vida.
Antes de que uno de los dos amigos pudiera contradecir la idea de la madre de Harriet ella los calló y los hizo subir. Los dos subieron un poco de mala gana, si bien, como dijeron antes, la casa de Leo no estaba lejos su amigo pensaba que su viaje sería muy largo y desastroso.
◇•◇•◇
Después de subir y de estar en un silencio tenso la madre de Harriet empezó a hablar con Leo, hasta que le hizo una pregunta a William.
"William, tu vas en la misma escuela que Leo imagino y también en el mismo curso, ¿o me equivoco?" Le preguntó.
"No, señora, está en lo correcto vamos juntos, ¿por qué lo pregunta, si se puede saber?"
"Para empezar no me digas señora, William, me puedes decir Valentina y quería saber para hacerte mi siguiente pregunta" le dijo a él lanzándole una mirada por el retrovisor.
"Oh, seguro Valentina, haga la pregunta" contestó William.
Más que nada por educación.
"¿Conoces a la desastrosa de la señorita aquí presente?" Preguntó señalando a Harriet quién estaba callada.
A pesar de que ninguno de los dos se llevaban bien William no sintió que fuera correcto hablar de ella con la mamá de ella ya que se veía que lo que buscaba era que la criticara.
"En realidad no, hemos hablado muy pocas veces y eso fue hace mucho, pero se ve que es buena persona" contestó él.
La señora soltó una sonora risa para después volver a hablar
"¿Ella buena persona? Me vas a hacer morir de un ataque de risa" dijo ella para después volver a hablar "Ella es todo menos buena persona, no sé cómo la he soportado tanto tiempo"
Después de unos segundos en un silencio incómodo William trató de ver a Harriet ya que no pensó que estuviera bien después de los comentarios de su mamá.
Y así era le costó poder verla por su cabello suelto, pero cuando lo logró vio que una que otra lágrima salía, si le salía una lágrima se la limpiaba con enojo dejando marca en su piel. No fueron muchas las que le salieron a lo máximo ocho lágrimas.
William volteó a ver a su amigo, este era el viaje más largo hacia la casa de su amigo, sentía como si hubieran pasado horas, pero al ver la hora en su teléfono vio que máximo habían pasado tres minutos.
Miró a su amigo con desesperación, ¿cómo es que había accedido a este viaje?
Leo le quiso transmitir que estaba muy apenado por todo el lío en el que lo había metido.
◇•◇•◇
Cuando vieron la casa de Leo quisieron saltar del auto e irse corriendo, cuando la señora aparcó le dieron las gracias para salir del coche rápidamente.
Cuando lograron entrar a la casa cerraron rápidamente la puerta para después tirarse en el jardín de la casa.
Al transcurso de unos segundos en silencio William decidió hablar.
"Creo que entiendo porque es como es, no quisiera una madre así de mala, no imagino el infierno que ha de pasar todos los días"
Leo le dio la razón, la vida de Harriet muy seguramente era un martirio todos los días.