Melodía del Dragón Inmortal (1)

Capítulo 4

Los días pasaron y todo estaba listo para la celebración. Los invitados iban llegando, mientras las doncellas terminaban de prepararme en mi habitación para dicha festividad. Llevaba un hermoso vestido rojo de escote corazón, corte princesa en capas, con detalles bordados en dorado y con algunos rubíes, también un par de guantes de tul negros con flores. El collar, los aretes, anillos y decoración en el cabello, el cual recogieron hermosamente, eran de oro, o también llevaban rubíes. Simplemente hermoso y elegante. Años de no usar este estilo de vestimenta y se siente raro. Aunque sí voy a admitir que el traje de montar es mucho más cómodo que llevar un vestido, no lo cambio por nada.
Una vez que el maquillaje estuvo listo, mi doncella principal, Aveline, me acompañó hasta la entrada del Gran salón de eventos, donde se encontraba Zherkan de pie junto a las puertas dobles y dos guardias que custodiaban la entrada.
Zherkan se acercó con una gran sonrisa y extendió su mano hacia mí.

—Está usted hermosa mi bella dama—dijo besando el dorso de mi mano.

Sonreí.

—No tanto como usted caballero, se ve muy apuesto esta noche.

Se paró derecho, y sin soltar mi mano dijo:

—Todos quedan opacados ante la inmensa belleza de la señorita, solo usted puede brillar y dejar a las estrellas avergonzadas.

Me hizo sonreír aún más.

En ese momento escucho la voz de Belab por el enlace mental.

Juuu creo que van a poner sus huevos muy pronto ¿Tú que opinas, Ictus?

Zherkan ve mi ceño fruncido y pregunta a la vez que escucho la risita de Ictus.

—¿Está todo en orden?

—Belab e Ictus son unos entrometidos.

Zherkan suelta una carcajada.

—Me recuerdan a alguien de pequeña.

Me hago la tonta.

—Desconozco el asunto.

Suelta otra carcajada y dice:

—Ya es hora de entrar.

Asiento.

—Bien. En marcha.

Les hace una seña a los caballeros y uno de estos entra a hablar con el hombre que nos va a dar la entrada, mientras me ofrece su brazo el cual tomo sin dudar, y avanzamos, me doy la vuelta por última vez y veo a Aveline con sus dos pulgares arriba y sonriendo con una mirada cómplice, a lo cual niego y me giro para mirar a Zherkan quien me sonríe.

—¿Lista?

Asiento.

—Nací lista.

—Bien. Pues no hay marcha atrás.

Las puertas se abren y se deja oír la voz del presentador que dice:

—Hacen su entrada, el Gran Duque del Norte y la Princesa Lapointe Von Stein.

Los presentes hacen una reverencia de respeto cuando damos unos pasos al frente hacia el Gran Duque del Norte y la Gran familia protectora del Imperio, la Familia Lapointe. Dos figuras tan respetadas como los emperadores.
Bajamos las escaleras y todos van revereciando y sonriendo. Hasta que llegamos a mi familia que estaba junto a la familia imperial. Hacemos una reverencia.

—Saludamos al Sol y la Luna del imperio.

—¡NOXAINA!—dijo la primera princesa Elaila mientras se abalanzaba hacia mí en un fuerte abrazo—Que alegría volver a verte. No te vuelvo a soltar nunca más. Estuve muy sola desde que desapareciste.

Sonreí devolviéndole el abrazo.

—No voy a volver a irme, así que no tienes nada de que preocuparte.

Suspiró.

—Eso es un alivio.

—Debo saludar a los invitados, estaré con ustedes en un momento.

—Te estaremos esperando querida. Hay un tema que debemos discutir—dijo el emperador Heinrich con una sonrisa.

—Con su permiso—hice una reverencia al igual que Zherkan, quien decidió acompañarme. Y nos marchamos a saludar a varias personas que se acercaron rápidamente.
Luego de un rato se escuchó un chillido detrás de mí, por lo que giré instantáneamente para ver venir a los hermanos Delcant hacia mí, especialmente la pequeña Dina de 15 años, quien venía a toda velocidad, sin importarle la etiqueta social y modales. Suspiré y sonreí.

—Esta niña.

—¡NOX!

—¡Dina! ¿Cómo estás, mi cielo?

Me abrazó muy fuerte.

—Mucho mejor desde que estas aquí. No sabes lo que te extrañamos.

La abracé de vuelta.

—Puedo darme una idea.

—No, no puedes. Eres como una hermana mayor para mí.

—No nos se pararemos nunca más.

—Más te vale. O no sabes la que te espera—dijo su hermana Melik, quien es de mi edad, uniéndose al abrazo. Ya la etiqueta se fue volando.

—Yo también quiero una abrazo—dijo Elon el mayor, también abrazándonos. Y hubiese durado más mientras Zherkan reía, si no hubieran aparecido Desmond, Celine y Knoxis.

—Ohhhh a mi me encantan los abrazos—dijo Knoxis queriendo abrazarnos también. A lo que disolviendo el abrazo dije:

—Por muy bonito que sea el momento, creo que podemos trasladar los abrazos a otro lado donde no seamos el centro de atención, ¿No creen?

Celine sin escuchar dijo en voz muy alta.

—¡ESTAS DESPAMPANANTE! Amiga ¡mírate!

Suspiré.

—No haz cambiado por suerte. Y Wao... llevas el cabello corto.

—Sí, necesitaba un cambio.

Celine Delacroix de 18 años, es una joven de cabello verde y ojos azules al igual que su tía, la emperatriz Rose Delacroix Belamour, ambas tienen el don elemental del agua, y provienen del ducado Delacroix del este. Luego tenemos a los hermanos Delcant , los mellizos Elon y Melik y la pequeña Dina de 15, de ojos violetas y cabellos negros, ellos provienen del marquesado de Delcant de la capital y tienen el don de la protección y la Magia blanca. También esta Knoxis de 19, de cabello castaño y ojos color grises, posee el don del elemento aire, del ducado Valdemar del oeste. Por otro lado tenemos a Desmond de 21, del ducado Hendrix del sur, de cabellos violetas y ojos marrones, posee el don del elemento tierra. Solo falta una persona, que no se don...

—Miren a quien me encontré mientras venía de camino.

Ese es Arien, del marquesado Rensford, de 22 años y tiene el cabello rubio y sus ojos son de un hermoso color rosa. Pero lo que me sorprende la persona que lo acompaña.




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