A pesar de todo, quería mantener la calma que tanto Rebeca como López intentaban mantener. Lo cual es algo difícil para mí, pues, no soy el más paciente.
Soy bastante impulsivo, hago estupideces la mayoría del tiempo, por lo que tengo que pensar muy bien mis palabras antes de decirlas.
── Vamos a tomar las cosas con calma, ¿les parece? ──Les cuestioné a ambos── Recuerden porque estamos aquí en primer lugar, no dejen que esto termine de esta manera.
La furia del padre de Rebeca se vio direccionada a mí.
── Nadie te ha invitado a opinar. ──Espetó.
── Sé que no. ──Acepto── Pero creo que debe respetar que no está en su casa para hacer este tipo de escenas.
July suspira.
── Erwin, sabes que tiene razón. ──Dice de forma más suave── Lo lamento, Rebeca…
Rebeca le sonríe, pero el gesto pierde fuerza cuando observa a su papá.
── Papá, calma. ──Pide ella── ¿Qué tal un café?
Erwin miró tan mal a Rebeca, que mi enojo se disparó. La expresión de Rebeca vaciló.
── Rebeca, no te metas, ¿sí? ──Pide, enojado── Sé qué crees saber de estos temas porque estás casada y con un hijo, pero aún no has experimentado lo suficiente de la vida en pareja. Un día lo entenderás.
¿Es en serio? ¿Qué diablos le pasa?
Lo único que entendí de todo lo que dijo, es que se preparara para cuando su matrimonio empiece a ir mal, ¿Quién diablos le desea eso a su hija?
Miro a Rebeca, parecía estar conteniéndose.
── Cristian al menos me escucharía cuando yo lo necesite. ──Escupe.
Uf, golpe bajo.
Erwin se molesta aún más y López aprieta los labios.
Conozco al segundo lo suficiente para saber que no quiere entrar en una discusión, sé que se siente incómodo en peleas y solo lo hace cuando es absolutamente necesario. El padre de Rebeca se está aprovechando de eso.
── Lo idealizas demasiado, solo espera a cuando…
No quise seguir escuchando.
Tal vez lo mejor era que yo me fuera para darles privacidad a un tema intimo entre ellos, pero no pensaba permitir que se metiera con mi amigo.
── Oiga. ──Espeto, ganándome su atención── Tenga mucho cuidado con lo que va a decir, que Cristian le tenga infinita paciencia no quiere decir que todos se la debamos tener.
── Mira, chico…
Entonces la voz de Rebeca se elevó de una manera que no vi venir, había perdido la paciencia.
── ¡No te atrevas a decir chico! ¡No te atrevas! Tú sabes perfectamente que odio cuando lo haces. ──Gruñó, totalmente fuera de sí── Se llama Mario, es nuestro invitado y me estás haciendo pasar una maldita vergüenza al comportarte de esa manera.
López finalmente la toma por los hombros.
── Ballerina, tranquila. ──Ella estaba echa una furia hasta que sintió la mano de mi amigo en su rostro, sus ojos se ablandaron al verlo── Ve con Lucas y Alan.
── Pero…
── Rebeca, ve. ──Ella apretó los labios── No dejes que May les enseñe algo tonto. Por favor, ve.
Ella asiente y con una última mirada a sus padres, se va.
Quise abrazarla para que no se sintiera tan triste.
Cuando López vuelve a ver a Erwin, me alejo unos pasos por instinto. Jamás había visto esa expresión en él, no puedo esperar menos. Su punto débil ha sido atacado.
── Les dije al llegar que no quería esto. ──Espetó── ¿Les gusta crear estos ambientes incomodos para nosotros o qué?
── Claro que no, Cristian… ──Dice July, completamente avergonzada.
── Por supuesto que no, nunca quieren. Pero adivinen, lo terminan haciendo. ──Alcé las cejas al escucharlo, claramente esta no era la primera vez que los padres de Rebeca se comportaban así── Están hiriendo a Alan, lo cual hiere a mi esposa, y si se meten con mi esposa se meten conmigo, maldita sea.
Siento que soy hombre muerto y no es conmigo su enojo.
El padre de Rebeca reacciona.
── Cristian, te valoro, en serio…
── ¿De verdad me valora? Hace un momento insinuó otra cosa. ──Le responde.
Erwin suspira.
── Solo no te metas en esto…
── Si no quiere que me meta, dejen de hacer escenas en frente de mi familia.
── Mira, no quiero elevar la voz…
Pero vuelve a ser interrumpido por López.
── Ya la elevaste hace un momento y no pareció importarte. ──Gruñe── Les tendré que pedir a ambos que se retiren y que hablen de una buena vez. Alan se queda, no lo quiero cerca de ustedes si van a pelear. ──Entonces él voltea hacia July── Lo lamento, July. Usted sabe que puede quedarse cuando quiera, pero esto ya es el límite, este es mi apartamento y les tuve demasiada paciencia, pero no puedo dejar que sigan creando estos momentos que lastiman a sus hijos. Sé que no debo meterme, pero si nadie interviene esto terminará peor y es lo que no quiero que suceda.