Capítulo XL

No termino de llegar al comedor cuando tomo a ese señor de la camisa y comienzo a arrastrarlo hasta fuera de la casa, justo como lo había hecho López conmigo semanas atrás. Me daba cierta vergüenza que los vecinos vieran este espectáculo que estábamos montando, de seguro todos deben estar de lo más entretenidos viéndonos.

Entonces él me empuja.

── ¡Deja de meterte en un problema familiar!

López me aparta y se coloca entre nosotros.

── Erwin, aunque le duela escucharlo, él es parte de mi familia. ──Dice con absoluta calma── Siempre está allí para nosotros y cuida de Alan como no tiene idea.

── ¿Resulta que ahora todos cuidan de Alan menos July?

── No quiera sacar eso ahora, ella trabaja como usted. Y July mueve mar, cielo y tierra para estar presente en cada segundo de su vida.

Erwin entonces desquita su enojo con él.

── Todo se arruinó desde que tú apareciste en la vida de mi hija. ──Gruñe y López aprieta los labios── ¡Todo ha sido tu maldita culpa! Has hecho que hasta July piense de forma ridícula, nada de esto hubiese pasado si no te hubieses entrometido.

July le gruñe.

── Erwin, déjalo en paz.

── Deja que hable, July. ──Dice López.

Erwin se enfurece aún más.

── Sí, claro. Juega a ser el maldito comprensivo. ──Masculla── Yo sé que eres un mentiroso y manipulador, solo que estás esperando el momento perfecto para actuar. ¿Crees que no lo sé? Estás usando y manipulando a mi hija y ahora también lo haces con July.

¿De dónde saca tantas estupideces?

── Has estado metiéndote en cada aspecto de mi vida desde que apareciste. Te llevaste a mi hija solo para meterte con ella, aprovechando que la muy tonta no sabe diferenciar a alguien malo, la defiendes, aunque se pasee con tu supuesto amigo. Michael me contó que vio cómo iban de la mano en el supermercado. ¡Dios, Cristian! ¡Abre los ojos!

Qué vergüenza siento de mí mismo.

Que López defienda a Rebeca, está bien. Pero está allí de pie escuchando lo que hice y aun así sigue de pie frente a él con suma tranquilidad, no dejándose afectar…

No.

Está aguantando todos los golpes de nuevo, lo puedo notar al verlo.

López lo miraba con absoluta tranquilidad, esperando pacientemente a que el padre de Rebeca dijera todo lo que pensaba. Pero en su mirada se notaba cómo todo le pesaba. Apenas me muevo más que dispuesto a cerrarle la boca a Erwin, López me detiene. No me queda otra que hacerle caso, parece querer resolver esto él mismo.

── ¡Maldita sea! ¿No piensas responder? ──Parecía enojarse más ante la tranquilidad de mi amigo── ¡Te estoy hablando! ¡Has jodido a mi familia!

── No hice tal cosa. ──Responde al fin.

── ¿Qué no? ──Pregunta y apenas da un paso cuando se detiene, porque inmediatamente también doy uno.

── No. No hice tal cosa. ──Repite López── Usted por sí solo dañó a su familia.

── ¿De verdad tienes tanto descaro?

López suelta todo el aire.

── Despierte, Erwin. ──Pide── Deje ya toda la tontería y despierte de una buena vez.

── Tú no…

── No me meta a mí. ──Dice con desesperación── Pero despierte, lo digo en serio. Mire a su alrededor, ¿de verdad cree que está haciendo las cosas bien? ¿Cree que esta es la mejor manera? ──Lo veo acercarse a Erwin hasta plantarse frente a él── Me sigue odiando como el primer día, no entiendo por qué lo hace. He hecho de todo por ella, me he dedicado a darle lo mejor posible porque la amo demasiado, la amo. Amo a su hija. No hay segundo que no piense en ella. Nunca le he alzado la voz, nunca le he levantado la mano, la llevé a que siguiera sus sueños del baile antes del accidente. Me casé con ella, le di una casa, tendremos dos niños maravillosos. Ella es feliz a mi lado, ¿Cuándo dejará de odiarme?

── Ustedes fueron un par de imprudentes cuando comenzaron.

── Si tanto le molesta que Rebeca y yo estuvimos juntos muy pronto, recuerde que eso se dio porque peleó al ver el claro favoritismo que tiene.

── Yo no tengo ningún…

── No lo niegue. ──Interrumpe López── ¿Y si fuera Michael el que tuviera Asperger? ¿No querría darle todo lo que necesite?

Erwin se queda callado.

── ¿Lo ve? ──Pregunta mi amigo── Despierte.

── Mi hija dejó de hablarme. ──Gruñe── Ella dejó de hablarme, sé que tú…

López niega.

── Le diré ahora por qué ella dejó de hacerlo. ──Dice con firmeza── Ella me mostró un vídeo de un ensayo del solo que iba a hacer en las nacionales, ese solo iba ser para usted, Erwin. Escogió la música para darle un mensaje, uno muy claro. “¿Qué hice mal?” dice la canción. Quiero que me responda a mí ahora, ¿Qué tiene Michael que no tiene Rebeca? ¿Por qué a Michael si lo busca, pero a Rebeca no?

── ¡Deja de decir eso! ──Grita Erwin── ¡Estoy harto de que me digan esa tontería! ¡No tengo ningún favoritismo!