Memorias de Antaño

Un pingüino bajo la brisa.

Recuerdo la primera vez que hablamos, de la manera más tonta posible, pero dando paso así a una gran amistad. Recuerdo que me contaste lo que estaba pasando en tu vida, depositaste tu confianza en mí aun cuando ni siquiera sabías quién era yo. Luego comenzamos a hablar seguido y fue cuando descubrimos los gustos similares que teníamos. Ahí supe que tenías un gran corazón, y fue justamente cuando te volviste mi mejor amiga.

Recuerdo que, con cada día que pasaba, nos volvíamos más cercanos, hasta el punto de considerarte una hermana; sí, te considero la hermana de otra madre. A veces me hace falta decirte lo mucho que agradezco que seas mi mejor amiga, a veces olvido decirte lo mucho que te quiero, a veces olvido cómo tratarte para que sigas siendo esa amiga.

Si pudiera regresar a la primera vez que te vi en persona, regresaría sin pensarlo, porque jamás olvidaré ese día en el que los que decían ser mis amigos me dejaron solo. Iba de regreso a casa bajo la espesa lluvia, sin nada más que mis audífonos y las canciones de Lil Peep que no podían faltar esa noche. Entonces revisé mi celular y vi un mensaje tuyo diciendo que me habías visto. Fue cuando mi corazón se detuvo y mi alma tembló, porque tenía muchas ganas de verte. Recuerdo estar sentado bajo la lluvia, pensando en si regresar o no. Y entonces, aún sin saber si te encontraría, regresé bajo la lluvia para buscarte en medio de tanta gente.

Y mi alma saltó de alegría al ver caminar un pingüino hacia mí. Y eras tú. La mejor amiga. La señorita con la que me peleé por mi culpa. La niña con la cual dejamos de ser amigos por mis errores. Pero pude verte. Pasé tiempo contigo. Te vi sonreír, te vi dar vueltas de alegría porque, al igual que yo, estabas feliz de por fin encontrarnos.

Recuerdo que volvimos a ser los mejores amigos de antes. Y desde entonces, escuchas los momentos donde me siento mal. Estás ahí, aun cuando considero que todos son falsos. Porque tú te quedaste para consolar mi dolor. Me ayudaste a entender que en esta vida y en este mundo no estoy solo. Porque siempre estuviste presente: cuando la amé con todo mi corazón, cuando por ella lloré, y también cuando por fin la olvidé. Porque estás ahora, que me convertí en el ser más inestable de la ciudad.

Si olvidé decirte que te quiero, aquí te lo diré: te quiero. Te quiero con toda mi alma. Espero jamás me toque dejar de ser tu amigo. No me imagino vivir en un mundo donde no estés para regañarme por los errores que cometo a diario. No me imagino un mundo donde no estés vos para decirme que nunca me rinda y que siga adelante, siempre, sin importar qué.

Jamás olvidaré que fuiste un pingüino bajo la lluvia. Nunca olvidaré que sos mi hermanita de otra madre




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.