CAPÍTULO 23: FLOR DE AMOR Y CANCIÓN A LAS ESTRELLAS

Toma niña esta flor

Que he guardado para ti,

Es la flor de más valor

Que de mi jardín cogí.

No encontré otra que fuera

De algún mérito mayor,

Ni qué perfumes te diera,

Como esta hermosa flor.

Es lozana y olorosa,

Es hermosa y hechicera,

Pura como la rosa

En la dulce primavera.

Toma niña esta flor

Que cogí pensando en ti,

Guárdala por favor,

Y acuérdate siempre de mí.

CANCIÓN A LAS ESTRELLAS

¡Oh, estrellas! ¡Oh, armonías!

Flores que en cielo tembláis…

Oh, vuestras melancolías,

Y el paisaje que ilumináis.

Frente la tumba de “un suicida”

Mis tristes ojos han admirado,

Vuestras bellezas, indefinida,

Por los espacios encantados.

¡Oh, estrellas! ¡Oh, armonías!

Flores que en cielo tembláis…

Vuestras pupilas fantásticas

Cuántas veces han admirado

Las espaldas elásticas

De las hembras que han pasado

¡oh, estrellas! ¡Oh, armonías!

Flores que en cielo tembláis…

Bajo los techos donde habitan

Los ruiseñores troveros

Hay filósofos que meditan

Sobre flores de limoneros.

¡Oh, estrellas! ¡Oh, armonías!

Flores que en cielo tembláis…

¿Para mi sombra no tienes luz?

¿Para mi numen un madrigal?

¿Para mi verso fino engarce?

¿Y dulce alivio para mi mal?