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Quiero iniciar este relato con mi presentación de ser yo misma quien relate parte de mi vida pasada en estas páginas, hojas en blanco que alguna vez estuvieron vacías abandonadas en un rincón y una portátil inutilizable para fines de trabajo, recalcar que alguna vez fui una chica ordinaria como cualquier joven sin llamar la atención porque no soy famosa ni mucho menor un espectáculo, fue antes pero mi relato abarca parte de lo que fue mi vida normal común y corriente.
Mi nombre es Annia una adolescente de veintidós años como sabéis edad entre la adolescencia y la madurez de ser adultos, mi estatura es baja para mi desgracia de un metro sesenta y siete, mi pelo es castaño oscuro lacio que me llega debajo de los hombros un largo excelente que me permite realizar peinados de los simples a los difíciles, mis ojos son medianos de un color miel, labios perfilados debo confesarles que son rojos sin necesidad de pintarlas, mi rostro en si es tan normal como cualquier ciudadano de esta época. Soy toda una mujer de senos no muy grandes, cintura promedio, soy una joven soñadora que busca objetivos para sobrevivir mejor dicho coexistir, habilidosa con algunos instrumentos musicales como ser el violín, piano que aprendí a tocar a los 17 años no es una habilidad innata sino todo lo contrario, me gusta tocar el violín cuando estoy triste o alegre, las notas melancólicas de amor llaman mi atención.