Primero que nada, quiero expresarles mi enorme agradecimiento, por la atención que han dado a mis obras, sus alentadores comentarios y, sobre todo, su paciencia.
Quienes me siguen desde hace tiempo, saben que si dependiera de mí, solo me dedicaría a escribir, pero vivimos en un mundo que no siempre nos permite hacer solo aquello que nos gusta, nos hace felices o queremos hacer. A pesar de lo anterior, dedico tanto tiempo como puedo a la escritura, no solo porque es mi pasión, sino porque tengo un compromiso adquirido con ustedes que tan amablemente dedican mucho de su tiempo a leer mis obras, y más aun con aquellos que se mantienen en contacto a través de sus comentarios y que se han convertido en un poderoso combustible que aumenta mi deseo de continuar. Quiero aclarar que el compromiso antes mencionado, lejos de ser una obligación, es más un acto de amor y agradecimiento hacia ustedes.
Les pido humildes disculpas por la prolongada ausencia, pero hay otras dos cosas que también saben de mí, una es que tengo un trabajo demandante, y la otra, que tengo una salud delicada, pues hace algo más de dos años, sufrí un infarto. Cuando comencé a publicar en esta plataforma, lo hice con libros que ya tenía terminados y de ahí que pudiese publicar a diario, pero llegados al final de esos libros, se me hace un poco más difícil actualizar, pues los últimos están proceso.
Quizá muchos no lo sepan o simplemente no piensen en ello, pero escribir un libro no es simplemente vaciar ideas en un editor de texto, porque detrás de eso, hay un largo camino de investigación, pues, aunque una historia sea fantasía, en el caso de las que lo son, mi cerebro no me dejaría en paz si no le doy una explicación medianamente lógica, ya sea física, química o racional, y como dije, eso conlleva horas de investigación. Y en el caso de las que no son fantasía, la investigación es obligación, porque no puede ponerse una a escribir disparates sin sentido o mentiras manifiestas. La creación de los personajes es otro reto, ya que deben tener personalidad propia, profundidad y una historia que contar, porque si no, no pasan de ser simples objetos decorativos o de relleno. Por otra parte, una vez que se ha vaciado todo lo que se tiene en mente, viene el proceso de corrección, y créanme, no importa cuántas veces revise un escrito, siempre encuentro alguna letra, algún detalle, e incluso una idea completa que pienso pudo haber sido mejor expresada, así que, a veces, la corrección me lleva incluso más tiempo que la escritura en sí.
Finalmente, si les estoy contando todo esto, es para que comprendan que, si he estado ausente las dos últimas semanas, es por un feroz aumento de trabajo, y si bien en meses anteriores he intentado no disminuir el ritmo de mis publicaciones quedándome a escibir hasta las dos o tres de la mañana, hace poco más de dos semanas, tuve un colapso que finalizó con un ataque de ansiedad y una crisis hipertensiva. De manera que, si bien ni he dejado de escribir, ni pienso hacerlo, debo tomármelo con más calma o nunca podré terminar todo lo que quiero escribir.
Bueno mis criaturas, no los demoraré más, y solo les aseguro que estoy rogándole al universo que, si no puede concederme la dicha de solo dedicarme a escribir, me conceda entonces la salud y el tiempo suficiente para concluir con lo iniciado.
Les reitero mi agradecimiento a todos, y envío un especial saludo a aquellas de “mis criaturas” que me han expresado su cariño, fidelidad y buenos deseos, y les aseguro a todos, que no dejaré de publicar en la medida de mis posibilidades.
Les envío todo mi amor,
Besitos
#Ix