Mentiras Reveladas

Capítulo 2

Kazuo

El sol entra por las grandes ventanas durante el tiempo que me quedo en la cama mirando el techo ¿cuántas veces he visto el mismo amanecer, cuántas veces me he tenido que levantar para sentir que estoy vivo?. La alarma suena tanto que hasta cabrea, la agarró y tiró contra la pared rompiéndola.

Es un esfuerzo levantarme casi como si me arrancaran la piel, acarició la cara, todo por culpa de  trabajar hasta tan tarde o incluso solicitando el turno nocturno para llegar a casa a leer hasta altas hora o incluso estar en cama mirando el techo. Todo para evitar dormir y tener sueños, o mejor dicho pesadillas.

"Te vez fatal crío, ya te he pedido que duermas más, conozco una forma que te ayude" sentado en el escritorio moviendo la cola y soltando pequeños gruñidos.

-Dudo que una sopa de carne cruda me ayude a dormir Kurt, eso te ayuda a ti. Por cierto buenos días- me levanto para acariciar la melena, me gusta la sensación de su pelo entre mis dedos y a él parece también ya que siempre suelta algún ronroneo.

-Buenos días Kazuo ¿Lo de siempre?- sale JILL, la esfera que siempre ha cuidado la casa y agradezco eso. Ella ríe mientras comienza a limpiar y hasta él debe saltar a mis brazos para evitar estar en su camino.

Me río un poco, lo suelto en la cama que ya está ordenada. Debo bañarme algo rápido porque escucho como ruge desde la cama que tiene hambre. Le digo que tenga paciencia mientras me coloco el uniforme de la guardia con unas modificaciones que aceptaron. Solicite que me dejaran siempre la gabardina y es una especial donde los hombros se encuentran cubiertos de cuero para mejor agarre de Kurt ya que adora colocarse allí, en los antebrazos se encuentra el mismo cuero solo que más grueso y cubre una plancha ligera pero resistente de metal, utilizo para protegerme en algunas batallas y Kurt a veces le gusta ponerse allí como un águila, cuelgo en el cuello una mascara negra que muestra una hilera de dientes afilados acomodados en una sonrisa perpetua que me funciona para las alturas y una lista larga de formas de utilizar.

Anudo el cabello en un moño atrás, no es tan largo pero si molesta para algunas cosas y dejo solo una trenza suelta con diferentes aros de metal y plumas de color rojo. Kurt ruge de nuevo de hambre. Vamos, él sabes dónde está la comida, porque siempre me hace lo mismo, siempre me quedo pensando eso. Le sirvo un gran plato de carne especial sintética completamente cruda, tal como le gusta, mientras lo acompaño en la mesa.

En las noticias declaran que cada vez aumenta la cantidad de avistamientos de criaturas fantásticas llamadas Delirios, la Guardia en su constante labor los está capturando, la seguridad en los muros es alta pero aún se desconoce como logran entrar a la ciudad y quieren poner un alto a eso.

-Ya debemos irnos, tenemos mucho que hacer hoy- me levanto dejando los platos en el fregadero -¿Te aseguraste de dejar el paquete? No quiero que nos suceda como la vez anterior-

"Eso fue tu culpa, además hace meses que no entregamos nada a la Biblioteca" salta quedando en mis hombros, cuando se termina de acomodar coloco la capucha que lo cubre junto a mi rostro.

-Lo sé, lo sé, deja de ser así- tuerzo los ojos.

Me acerco a una foto, allí aparezco con ojos llenos de ilusión, usando el uniforme de invierno de la Biblioteca y justo a lado, agachándose un poco se encuentra papá con una sonrisa y acariciando mí mejilla, usaba ropa de la Guardia con una gran capa llena de pelo. Aún recuerdo esta sesión de fotos, como la puedo olvidar, estábamos tan tiesos y no sabíamos que hacer.

-Deséame suerte hoy papá- acaricio el marco, Kurt comienza acariciar su melena a mí cara -Estoy bien, sabes cómo me pongo- Dejo el apartamento donde aún me invaden los recuerdos de él, pero hace tiempo que los ignoro, debo seguir adelante, ya no soy el inocente de ese tiempo.

La luz del sol quema, calienta todo el lugar, mientras la brisa del verano nos refresca, la ciudad se encuentra vigorizante el día de hoy. Los comerciantes informales van de un lado a otro tratando de obtener dinero para el pan que los ha de alimentar, los seres se pasean mirando los artículos y otros hasta descansan a la sombra de los jardines. Aún con la guerra que se mantiene, con las criaturas fueras del muro los seres dentro mantienen su vida ignorantes al tema o deseosos de estar fuera de todo eso y otros hagan el trabajo sucio.

La Guardia en cada rincón vigila incesantemente cada ser tratando de ubicar comportamientos extraños, al azar detienen a varios para pedirlo la ID para verificar sus datos y si es parte de la ciudad. Es algo cansino, lo se por experiencia, por suerte no debo hacerlo nunca más.

Por su parte la base central se encuentra rodeada de guardias, principalmente jóvenes o de bajo rango entrenando o recibiendo diferentes disciplinas como: Vigilancia, Sigilo, Fuerza, Manejo de armas y Aniquilación de Delirios. De todas la última es detestable, usan trucos sucios y rastreros para matar, he evitado aprender algo de allí a toda costa que hasta me dicen que un momento me matarán por eso.

De la nada Kurt me gruñe al oído "Peligro, por atrás", con eso me giro y no veo a nadie, trato de ver que es lo que viene pero no hay ningún indicio de algo fuera de lo común. "Cuidado se acerca" gruñe de nuevo. Cierro los ojos tratando de agudizar lo más que puedo el oído. Escucho los pasos de los soldados, sus conversaciones que apago hasta un murmullo, entonces el sonido brusco de un arbusto ser golpeado seguido casi al instante del seco golpe de la madera. Conozco por donde se aproxima pero....los jardines son inmensos y me rodean casi por todos lados. Trato de buscar de donde saldrá.



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En el texto hay: fantasia, ciencia ficion, romance

Editado: 11.06.2021

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