Capítulo 4

Yori

La base central se encuentra con su barullo regular de tantos soldados buscando misiones que cuelgan en los muros, muchas son de caza de los Delirios, nombre que le han dado a los seres y criaturas fantásticas.

-Sargento Yori- habla una de mis jóvenes soldados -¿Va al entrenamiento? Dicen que hoy estarán varios generales-

-Estoy casi obligado, tenemos que tomar nota- no miento, para los de menor rango es primordial aprender aunque sea viendo a los superiores y he podido mejorar gracias a eso.

-Si quiere le puedo ayudar anotar lo que necesite o grabar- tan amable como siempre.

-Si lo dices por esto- le muevo la mano de metal -Ya tengo años con esto, estoy acostumbrado- 

-Esta bien, nos vemos allá entonces- se va corriendo moviendo la mano.

Sinceramente odio esta mano de metal, me ayudo en la pelea pero perdí sensibilidad y no logro acostumbrarme del todo a ella. Tuve que volverme surdo para aunque sea escribir, y durante esa etapa tuve que necesitar un escribano para dar mis reportes.

Se me había olvidado por completo Los avances, así le dicen, pero parecen más espectáculos donde demuestran el valor, la fuerza o coraje del ser en turno. Parece que hoy son generales, apuesto que Jana o al bruto de Nash estarán allí.

La arena se encuentra detrás de la base, las tarimas suficiente para los soldados curiosos y aquellos que quieran aprender, debajo el escenario al mejor estilo de coliseo romano, todo debajo de una cúpula de cristal que se retira en caso de querer un escenario en especifico. Me siento en el área de los sargento, sillas moradas en primera fila a la función, cerca para ver todos los detalles a la perfección, más a la izquierda se encuentran los subtenientes y más allá los tenientes y al final donde irían los generales. En los muros ondean grandes estandartes de color verde y en el medio el logo de la Guardia. Por sección ondean otros más pequeños que son las habilidades que se enseñan luego del cambio efectuado:  el catalejo y el amarillo determinan la Vigilancia, las ondas y el blanco son el Sigilo, el puño y el rojo la Fuerza, la espada y pistola cruzada con el verde son el Manejo de armas y los colmillos en un fondo negro es la Aniquilación de Delirios. Hay una más, una que está olvidada al fondo, un estandarte de color azul.

-Hey Yori ¿escuchaste los rumores?- me dan un codazo un viejo compañero.

-A ver que cuentan ahora Flavio, quiero ver si me sorprendes- ya estoy cansado de esas noticias así que nunca llegan a nada.

-Lo han visto caminar por los pasillos de la base el día de hoy, ese que no tiene equipo, dicen que estará para el entrenamiento de hoy- dice emocionado.

-No es la primera vez que lo dicen, casi nadie recuerda como se ve y pasa desapercibido. Ademas, nunca ha participado en este show- me desperezo estirándome.

-Nosotros somos algunos que lo han visto, fue hace meses la última vez y no había cambiado su actitud- su expresión cambia como si estuviera recordando algo con nostalgia.

Las trompetas empiezan a sonar anunciando el inicio, las reglas son sencillas:

1. Los equipos únicamente deben ser de soldados y en equipo de cinco.

2. Tienen veinticinco minutos para derrotar a su oponente o han perdido.

3. Para derrotar a su oponente deben darle al menos diez golpes al jefe del equipo contrario.

4. El equipo contrincante será de la misma cantidad como máximo.

Sale el primer equipo que se enfrentara contra Jana y su equipo de fieras, hombres y mujeres en el arte de la batalla, como era de esperarse es una de los generales que siempre participa en este tipo de cosas, sus movimientos son bastante estudiados por aquellos que desean ser sigilosos pero letales. El equipo casi no tiene forma de ganar al ver sus apariencias que no se equilibran entre si, eso les declara la derrota rápidamente, solo pudieron darle cuatro golpes, un número bajo para los soldados que ha entrenado.

Entonces sale el equipo de Nash un tipo de aspecto tosco como si habláramos de un toro en el cuerpo y su cabeza gris llena de escamas que baja por su cuerpo. La destreza de este equipo es la fuerza bruta sin control alguno, prefieren decirle ataque espartano por alguna razón, es uno de los generales que participa regularmente pero también uno que ha perdido más de lo normal al ser superado con la estrategia de varios equipos. Es principalmente estudiado por dos grupos, aquellos que quieren solo músculos y los que hacen planes para derrotar un enemigo más fuerte que ellos. El día de hoy se han salvado por poco, le lograron dar nueve golpes por los costados, solo que el equipo de soldados ha quedado bastante mal herido.

Es algo común que deban ser llevados a hospitales a ser tratados y no ha faltado aquel que pierde alguna extremidad en este entretenimiento, ellos decidieron entrar y deben aceptar las consecuencias. Pero, muchos acceden a esta locura para aumentar su rango rápidamente, si vences a un adversario del mismo nivel tres veces te aumentaran el puesto hasta quedar un nivel abajo de quien le ganaste.

Los equipos luchan por su honor, desean con ganas poder acceder a esos logros o decir que sobrevivieron. Se sienten orgullosos de mostrar sus marcas, dicen que les ayudara en la batalla. Menuda idioteces dicen, antes aquí aceptaban seres adecuados para el trabajo, ahora entra casi cualquiera para poder controlar esta guerra.