Mentiras Reveladas

Capítulo 7

Vaitere

Doy un gran bostezo mientras me estiro cada parte de mi cuerpo atrofiado al estar muchas horas sentada en esta endemoniada silla, los dedos con calambres por culpa de teclear pasando la información de todos los libros que nos traen para tener una copia digital. Antes veía a mamá y papá por días como parecían danzar sobre las teclas sin falla alguna, ambos terminaban pilas grandes de libros en semanas y los entregaban con una copia exacta de la diagramación interna del libro. Yo, su hija, en cambio me veo completamente opacada ante sus leyendas.

-¡Vaitere! Deja la pereza en el trabajo, si es así lleva los libros a registro- gritan desde atrás el jefe del sector mientras se ríen algunos compañeros cuando me descubren.

Me enciendo en colores al ser exhibida de esa forma, agarro rápidamente una pila para irme de la torre. Joder, si hubiera sabido que seria así siempre me hubiera especializado en otra cosa. Saco el celular donde aparece enseguida la foto que nos hicimos hace años nosotros cuatro. Eudor ahora pasa casi todo el día entre libros antiguos o los que sobrevivieron a la invasión de la Biblioteca, Aitor en cambio está cada rato acomodando los libros y aprobando aquellos que son liberados al publico, mientras yo estoy aquí en transcripción todo el día frente a una computadora diseñando como esclava. El otro que está casi tímido al fondo es Kazuo, suspiro de rabia por como nos abandono aquí para convertirse en un Guardia, pero no lo culpo y lo entiendo.

Aún recuerdo como se despidió de su padre, rompió todas las reglas trayendo flores blancas para adornar el cuerpo. Parecía estar dormido en un manto de nieve, pero como todos sabíamos nunca iba a despertar.

Kazuo...¿Qué estas haciendo, qué es lo que buscas?...regresa a ser el joven amable de corazón. No soporto ver lo que haces ahora, cazando a Delirios sin piedad, es desgarrador. 

-¡KAZUO TÚ NO SABES LO QUE HACES!- se escucha el grito de una voz familiar -¡REGRESA A LA BIBLIOTECA, LO QUE ESTÁS HACIENDO ES SUICIDIO!-

Giro la cabeza en dirección donde vienen, camino por los pasillos atestados de cuadros de seres que han dejado este mundo hasta toparme con la puerta del Señor Tuell. Me quedo recostada a la pared escuchando a escondidas.

-No sabes lo que dices Dymas, está es mi vida, no estoy solo en el campo de batalla- con calma dice la otra persona, su voz da una sensación de cansancio y como....dolor.

-Te conozco y lo que haces te lastima a ti mismo, no eres tu el que está haciendo todo esto. Tu padre...el General Silas le destrozaría verte como estás- 

Es imposible, ¡¿Kazuo y Señor Tuell discutiento?!.

-Mi padre ha muerto, no dejaré que se salgan con la suya. Es mi deber proteger la ciudad y tomaré su lugar en está guerra-

-Murió para que estuvieras a salvo y has saltado directo al campo de batalla, por favor, recapacita. Se que Kurt te protege, ambos se cuidan pero no pueden con todo. Deja eso a alguien que sí pueda con todo ese peso que ha dejado tu padre, es demasiado para tus hombros. Eres un ser que se preocupa por los demás y odia ver la sangre correr-

-Ese joven, ese Kazuo murió con él, ambos fueron enterrados a la misma vez. Le tengo un gran aprecio, pero no logrará nada, como ha pasado año tras año, visita tras visita-

-Puede que no, pero seré igual de cabezota que tú- se ríe.

-Viejo amigo, eres un idiota-

-Lo habla mí antiguo asistente-

-Fue un gusto volver a verte, y gracias de nuevo por los favores- 

Trato de escaparme del lugar pero no hay donde esconderse siquiera. La puerta se abre de repente y sale él usando su máscara, los ojos se muestran cansados y la respiración pesada. En su hombro descansa Kurt vigilante, sus ojos penetrantes se posan sobre los míos. Puedo sentir como juzga, como me inspecciona, buscando todo lo que pueda en mi ser. 

-Kurt, ella es una amiga, no le hagas eso-

Apenas logro escuchar esa frase, nos desconectamos cuando Kazuo lo agarra y coloca entre sus brazos acariciándole la cabeza.

-Discúlpame por eso Vaitere, él es aún arisco con todos los demás. Pero fue un gusto verte- camina junto sin decir más nada.

Agacho la cabeza, evito mirarlo, esto a sido de Kazuo.

-Esto es cruel, por favor regresa aquí, a la biblioteca. Te aceptaremos de nuevo, apuesto que el Señor Tuell...- corto la frase al sentir en el aire dolor.

-Como he dicho no dejaré este cargo. Tengo cuentas pendientes que deben ser atendidas-



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En el texto hay: fantasia, ciencia ficion, romance

Editado: 11.06.2021

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