Capitulo #2

Vacío...

Eso era lo que se sentía en el aula en cuanto había terminado la primera clase del día, todos habían salido directo a la cafetería, la biblioteca o cualquier parte del instituto donde pudiesen pasar la hora del descanso. me encontraba terminando de recoger mis cuadernos, cuando esté chico castaño, de ojos claros se me acerca y giro lentamente hacia el.

—Hola Sara, cuánto tiempo, ¿No?— me saluda con nerviosismo— Me da mucho gusto verte de nuevo.

Ladeó la cabeza confusa. O esté chico me estaba jugando una broma o el piensa que de verdad lo conozco

—¿Eh?... ¿Te conozco?.

—¿Que si me conoces?, ¿Me estás haciendo una broma o algo así?— frunce el ceño— Soy, Vil Colman.

Y este idiota de dónde salió...

Podía ser el mismísimo presidente y aún así... ¿que creen?... «no lo conozco».

—¿Y tu quien te crees par...— hago silencio al instante en que la puerta del salón se abre.

—Oye Mix, ¿que te parece si vamos por un helad... ¡Oh no!— Alex no terminó de decir lo demás, en cuanto vió a el rubio y palideció...

Esto sí que es raro. primero que este chico venga y pretenda conocerme y estar como si fuéramos mejores amigos de toda la vida... y ahora Alex con su cara de preocupacion ¿Que le pasará a los hombres? de verdad que no los entiendo.

—¿Que pasa, Alex?—Le pregunté algo enojada, ya me estaban sacando de mis casillas.

—No pasa nada Sara, ¿me dejas hablar con el chico nuevo un momento?.

Todo esto es realmente extraño.

Extraño «en mayúsculas»...

—Esta bien, yo iré con Lissa— Suspiré y salí del salón. no entendía el porque Alex quería hablar con Vil, ¿Acaso lo conocerá?, ¿Acaso serán amigos? Y a mí que nadie nunca me dice nada, que mala es la vida conmigo...

Dejé esos pensamientos atrás y me apresuré a llegar a la cafetería.

cuando visualice a Lis, estaba sentada sola, centrada y sonriéndole a su celular, quizás hablando con Gabriel. tomé asiento a lo que hice un poco de ruido al dejar mi bolso en el suelo y ni siquiera se percató de mi presencia, así que hablé:

—¿A quién le debo tu felicidad?— Lis se sobresalta y sonrio.

—Estas loca, mujer, ¿por qué llegas así?.

—Me acabo de sentar, hice ruido y ni siquiera me prestaste atención... ¿Con quién hablas y quién es el causante de esa sonrisa?— Le guiño un ojo y ella suspira cansada de mi comportamiento.

—Ya sabes con quién...— mira a otro lado.

Alguien se sonrojó.

—De verdad te gusta, ¿Cierto?— pregunto y vuelve a suspirar algo tímida por ese tema. conocía muy bien a Lis para saber que era lo que sentía o tenía, pero en este momento la verdad no sé que le pasa— ¿Estas bien Lis?, te veo algo preocupada, sabes que siempre voy a estar aquí para escucharte.

Asiente con los ojos cristalinos.

—Lo sé, es que... la verdad nunca he estado enamorada de alguien como lo estoy de Gabriel, e intento que seamos más que amigos pero no lo logro, si quiero hablar con él de ese tema no puedo, me quedo sin palabras— hace una pausa y yo tomo sus manos— A veces siento que no le soy suficiente y creo que el no me ve más allá que una simple amiga, no se que hacer Sara...

Listo, ahora me cae peor ese imbécil...

—No tienes que hacer nada Lis, tu eres una buena persona, inteligente, graciosa, estás un poco loca pero es lo que te hace ser tú— reímos juntas en ese momento— Y si Gabriel no se da cuenta de todo eso, es un grandísimo idiota y no te merece, todo tiene su tiempo Lis y debes ser paciente.

Se levanta de su asiento para abrazarme.

—Gracias Mixi, te quiero.

—Yo también Lis—Nos separamos y ella vuelve a su asiento. mientras comíamos, le conté lo que paso hace unos minutos atrás en el salón de historia.

—Espera, ¿como es que dijiste que se llamaba el chico nuevo?— me pregunta mientras toma un poco de jugo.

—Vil Colman, ¿Por qué?— Lis tose y escupe todo el jugo que estaba bebiendo—¿Que pasa, estás bien?

—Si... si Sara no te preocupes, solo que tomé mucho jugo— hizo el intento de una sonrisa que no le llegó ni a los ojos. no le presté atención y visualice a Alex junto a el castaño que pretende “conocerme” entrando en la cafetería, hice una seña para que Vener, se acercara.

—Hola, chicas— saluda y se sienta a mi lado dejando caer su mochila en el suelo.

Vil y Lis se presentan extrañamente para luego el primero sentarse también, no le presto atención, Lis menos, ella se concentra en su celular de nuevo. en cambio yo, me sentro en el que está sentado a mi lado derecho...

—Hola, amor— Alex me mira confundido por esa palabrita pero en sus ojos veo una chispa de diversión. sabe que cuando le digo así es por qué quiero algo. si, ni yo misma me entiendo.

—Hola, Cariño, ¿necesitas algo?— me guiña un ojo el sinvergüenza y le coloco mi cara de «sabes lo que quiero»— ¡Ah!, ¡Eso!, esta bien, ten.

Me entrega el proyecto de Química y sonrió.

—¡Gracias!, ¡gracias!, ¡gracias!— lo abrazo y le dejo besos humedos en la mejilla los cuales se limpia.

—Empalagosa.

—Asi me quieres— le devuelvo el
guiño y se echa a reír.

Escucho los dientes de Vil chirriar por alguna razón justo en el momento que sonó la campana de la escuela, dando así el pase para que los alumnos ingresaran a su siguiente clase.

—Nos vemos luego, ¿Vamos, Lis?, tenemos Cálculo...

★★★

Ya habían terminado todas las clases, por lo que me dirigía a mi auto a esperar a mis amigos. miro todo a mi alrededor, el instituto de San Fernando es inmenso, hay demasiadas aulas, demasiados pasillos, baños, la cafetería y además de su amplio jardín trasero, sin contar los estudiantes que asisten, tanto becados como los adinerados «por así decirlo». no soy de ese tipo de familias que pretenden decir que tienen lujos ni mucho menos de restregárselo a alguien en la cara, mis padres desde pequeña me han enseñado que el dinero no lo es todo y aunque tengamos y seamos una familia reconocida, preferimos ser diferentes...