Mera y el Poder del Atrapasueños

Lo Que se Esconde en la Oscuridad Parte. 2

Intente hacerme camino entre la multitud, apartando a cuanta persona se cruzaba al frente para poder pasar. Parecían ser un corredor infinito de personas que se distorsionaba cuanto más caminaba entre ellos, a cada paso que daba hacían risas que a oídos míos se escuchaban demenciales; me estaba desesperando, sentía que me faltaba el aire, y con las fuerzas que me quedaban grite el nombre de Remina pero no la encontraba en ninguna parte. Cada vez que la gente que me aprisionaba dejaba un espacio entre ellos pasaba de inmediato, no encontraba a ella ni su secuestrador en esa sección de la pista de baile. las lágrimas salían hasta diluir el poco rímel que usaba.

Pasaron unos minutos y me detuve para recobrar el aire, miré hacia el frente, noté que un chico de pelo castaño y físico fuerte se quedó mirándome en ese momento; empezando a dirigirse cerca de donde estaba, exhalé el aire con rapidez viendo como no pudo disimularlo mas se acercó en donde estaba, yo solo quería que se fuera recobrar el aire que me faltaba y reanudar la búsqueda de Mina, pero mi indiferencia no imposibilita sus intenciones.

—Oye preciosa ¿estas bien? ¿te pasa algo?— me pregunto al momento de sujetarme de la cintura.

—Mi amiga; necesito encontrarla —decía con mi voz entrecortada por la falta de aire.

—No te preocupes linda, deja que te acompañe, quizás te pueda hacer olvidar todas tus preocupaciones —dijo al limpiar las pequeñas lágrimas negras de rímel en mis mejillas.

A pesar de que me sentía sin fuerzas, mi vista ya no me engañaba. Al igual que el maldito de Deimos este sujeto mostraba la mitad de su rostro cubierto por esa borrosa oscuridad, dejando ver solo ese brillo rojo en su ojo derecho, ¡no podían ser humanos!.

—Eres sumamente deliciosa— dijo al acercar sus labios a mi cuello.

—¡No!, déjame ir por favor... ¡Déjame! — Forcejeaba con él hasta apartarlo de mi.

—No te resistas, es peor si te haces la que no quiere.— Extendió su mano para intentar apresarme.

Recordé a mi amiga Remina inconsciente, desapareciendo entre los brazos de Deimos y una furia se apodero de mi ser, le di una rápida bofetada que le arañó el costado de su cara, unas rasgaduras se habían hecho en su rostro, dejando ver entre ellas un color oscuro que no sangraba en ningún momento.

— ¡AAH! ¡MALDITA!— dijo al levantar su mano para golpearme.

Su puño se dirigía hacia mi rostro con todas sus fuerzas, pero antes de que este llegara a tocarme, alguien me aparto y acto seguido apuñaló el pecho del sujeto con una espada en llamas, caí en cuenta de lo sucedido cuando Kyara y Sharin me sostenían en sus brazos, delante de mi; Zeylan sostenía la espada que atravesó el pecho de mi agresor.

—Malditos sean guardianes de los sueños ¿Cómo demonios pudieron pasar las puertas sin ser vistos? — expresó al ver quien lo había atacado, dándole una mirada de odio.

—Una vez que descifras el código de una de sus entradas es fácil abrir otra, ahora ¡sucumbe ante las flamas de mi espada maldito!— , dijo Zeylan al levantar de un solo movimiento la espada, cortando desde el centro del pecho de aquel hombre hasta su hombro izquierdo.

Cuando su espada estaba en alto, las flamas azules empezaron a cubrir el cuerpo de aquel hombre hasta convertirlo en cenizas, esto llamó la atención de todos los que estaban en la pista, quienes se hicieron a un lado al caer los restos hechos polvo a sus pies, la música se detuvo y todos salieron de su asombro para mostrar su furia estando de pies al otro lado del lugar, unos cambiaron sus apariencias juveniles en oscuros rostros y otros empezaban a tomar forma de criaturas de horripilante aspecto, mientras que del otro extremo otra multitud desenfundaron sus armas.

—¡GUARDIANES! — se escuchó en los grito de aquellos seres que desprendían un aura de rabia y maldad.

Zeylan hizo un hábil movimiento de su espada para empuñarla con las dos manos, poniendo su filo contra el bando enemigo.

—¡ERICK! ¡SHARIN! ¡MURO DE FUEGO! — gritó al momento en que aquellos que tomaron forma de bestias se abalanzaron hacia donde estábamos.

Erick extendió sus brazos empuñando sus manos, unas llamas surgieron de sus puños en un brillante fuego azul surgió de sus brazos, y empezar a elevar una enorme bola de fuego que lanzó por encima de Zeylan.

—¡SHARIN! — grito su novio.

La pelirroja junto sus manos para hacer un triangulo inverso con la punta de sus dedos, haciendo que un brillo de color violeta iluminara de su cabello, dejándose ver en su descubierta espalda el símbolo de un atrapasueños en una luz de igual color.

—¡MAGIA ENCANTRIS! ¡CANTO 11!.. ¡RAMANASTRA! — expresó Sharin con voz fuerte.

Cuando terminó de pronunciar esas palabras la bola de fuego lanzada por Erick se extendió, barriendo a los monstruos de forma humanoide que se aproximaban extendiendo garras y colmillos, algunos que aún no estaban en llamas habían logrado pasar al otro extremo, atacando a los primeros guardianes con que se cruzaban los combates habían comenzado, y se escuchaba el sonido de armas impactar en contra cada rival los compañeros de armas de zeylan empezaron a usar su habilidades, el compañero de aquella misteriosa chica de cabello azul le acertaba un par de cuchillos en la frente a una de esas criaturas, mientras kyara lanzaba rápidas flechas en contra las bestias.

—¡No es lo suficiente grande para neutralizar a los noctofagos, encantris! — dijo la chica de cabello corto azul con quien me había topado minutos antes, que se encontraba detrás de Sharin.

— No necesito que una bruja traidora como tu, Veria kuzakova me diga lo que tengo que hacer — le respondió con un tono de desagrado encantris.

—¡CUIDADO! — les grite a las dos cuando un grupo de filosas dagas se dirigían en su dirección.

Veria hizo un rápido movimiento con sus manos y un aura de color azul brotaba de su cuerpo, tuve la impresión de que su cabello le había crecido en ese momento.




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