Mera y el Poder del Atrapasueños

La Prueba de Mera

La luces de Belencia golpeaban el parabrisas del spark de Remina, y  cada vehiculo que pasaba a nuestro lado dejaba una estela de luz entre la vía y la ventana. Mientras conducía  Anetta abrazaba a su prima. Dreis ese guardián de los sueños que se comprometió a protegerla estaba a su lado. Veía de cerca el auto en el que Zeylan, Kyara, Erick y Sharin iban hacia lo que ellos llamaban Ágora, lo que sospechaba que era un punto de reunión para este grupo de vigilantes nocturnos.

—¿Crees que este sería un buen momento para hablar de lo que ocurrió esta noche Mera?— Pregunto Remina.

Recordé la promesa que le había hecho de explicarle todo lo que estaba sucediendo. Sin duda este era un buen momento para hablarlo. Ahora un poco mas tranquila después de haber vencido a ese culto oscuro, y que mis amigas estaban a salvo. Aunque el saber que tenían prisionera a Helena me rompía el corazón. El saber casi toda su vida y sus sentimientos hacia Zeylan me sentía mas motivada a rescatarle.

—¡Esto Va a ser interesante!— Añadió Anetta.

Cuando miré hacia el retrovisor asentí y comencé a hablar desde la primera noche en que ese noctofago intentó matarme, la aparición de Zeylan, y lo que deduje del porqué el guardián de los ojos azules junto a sus compañeros de armas estaban en nuestra universidad. Después sobre el secuestro de mi amiga y los secretos que descubrimos en la entrada de ese templo donde la habían llevado.

—Wow, todo esto parece una de esas novelas que lees en tu móvil mera. Es... pero lo que vi allí fue real, yo jamás pensé que algo como esto te estaba pasando,— Dijo para después colocar su mano sobre mi hombro.

Remina tenía razón, ninguna de nosotras podría llegar a pensar que algo así nos pasaría.

—Lo importante es que cumpliste tu promesa de rescatar a Mina— Comentó Anetta, abrazando a su prima.

Sonreí junto con ellas pero mi mente estaba en que hacer desde aquí en adelante, sin duda era aprender a pelear, a usar mis poderes y rescatar a Helena. Aun no entendía qué era lo que nos ataba ambas, al igual que Zeylan, ellos se conocían desde hace tiempo pero yo... sentía como si él también fuese cercano.

—Es importante que les diga que solo se llevan despiertos al ágora.— Dijo Dreis.

—¿Y qué sería eso? Por cierto soy Remina.— Comentó mi amiga.

-Soy Dreis, y sobre el motivo de porque vamos allí es mejor que lo descubran por sí mismas chicas- Respondió el guardián con una sonrisa.

Fue en ese momento cuando aquel auto que nos guiaba viró hacia la izquierda. Entrando en lo que parecía ser una vía de una propiedad privada, seguida por kilómetros de espeso bosque. Cuando seguimos la ruta e internándonos más en aquel lugar que desconocía, pude ver en una entrada a dos estatuas blancas que tenían la forma de dos seres con alas en su cabeza; flanqueando un arco que parecía de alguna antigüedad griega o romana. Cruzamos el paso custodiado por las formas humanas en mármol, y frente a nosotros la imagen de una plazoleta delimitada por columnas blancas, nos quedamos unos minutos maravilladas por lo impresionante de aquella edificación. Detuve el auto, y al igual otro número más de vehículos también lo hacía.

—Si no veo esto, no lo creería si me lo dijeran.—  Dijo Mina asombrada al igual que yo.

—Es asombroso cuando lo ves por primera vez, dicen que Calícrates junto a las encantris de Tebas, la edificaron en dos noches— añadió Dreis.

—¡Eso es imposible!— Comentó Netta incrédula.

—Bueno hemos visto demasiadas cosas imposibles hoy, dudo que esta no sea una de ellas— Dije después de cerrar la puerta del spark.

—No subestimes el poder de las palabras y la capacidad de hilar pensamientos Anetta.— Expresó el guardián.

Ella asintió y vimos como el resto de guardianes empezaron a dirigirse en lo que parecía ser un descenso escalonado, que terminaba en un estrado de bloques blancos de mármol.

Todo el mundo parecía tomar asiento en las tribunas, pero Zeylan, Erick y Sharin estaban esperando al frente de ese estrado donde vi como formas humanas comenzaban a aparecer, cada una custodiada por lo que note eran otros guardianes.

—Kiwari Ndiaye, vigilare del este— Dijo su acompañante.

—Nerea Saenz, vigilare del norte.

—Gerald Thorn, vigilare del noreste.

—Alexandras Rossi, vigilare del sur.

Note a este grupo de personas de diferentes edades, culturas y géneros de pie en ese estrado, los guardianes hacen una reverencia en saludo ante las cuatro figuras.

—Zeylan Levi, como caput de Belencia tienes la palabra para hablar en pos de los tuyos.— Dijo la Vigilare Nerea.

El guardián de cabello oscuro pasó al frente, dio una vista a todos entre las tribunas y sin dudar se dirigió a su superiores.

—Agradezco su presencia como mayoría de los 7 vigilares de Gaia. Mi gente había encontrado pistas de quien ha estado tras los ataques de noctofagos a los durmientes, y todo apunta hacia Nezret Lunari, estrella siniestra, líder del culto a la noche eterna.— Proclamó ante el estrado.

Los dirigentes se miraron entre ellos y asintieron en convencimiento de las palabras del capitán Zeylan.

—Continúa, capitán Levi— Dijo Kiwari.

—Todo apunta a que está cazando dormidos con potencial para engrosar sus filas de noctales y alimentar a sus noctofagos mas letales, atacamos su escondite con muchas bajas pero logramos detener sus intenciones destruyendo a un poderoso señor oscuro en el proceso.

—Entonces ¿has destruido a Nezret y su culto?— Pregunto incisivo Alexandras.

—Huyó a la vigilia junto a unos cuantos de su culto.— Respondió Zeylan.

Hubo un silencio rotundo en todo el ágora. El líder de los guardianes de Belencia no se abrumó por la incómoda pregunta y decidió romper el silencio.

—Aun así sabemos cuál es su objetivo y desde donde está mandando sus huestes, solo debemos seguirle hasta las tierras del sueño.— Añadió el guardián.




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