CAPITULO 140 LOS GOLEM DE PIRER

PERSPECTIVA: Tercera Persona

Numerosos golem se acercaban al moribundo Rahul y el joven Vanish Alan, conformando las filas del enemigo tres modelos diferentes. El aventurero pelinegro tomo la iniciativa para mantenerlos alejados de Rahul, pero fue derribado a la primera por los disparos de los cañones de las maquinas abatiéndole, tras revivir, intenta tomar por sorpresa a uno de ellos, pero en su descuido es atravesado desde el abdomen por la larga lanza del modelo Pauk, perdiendo una segunda vida a los 20 segundos después.

—Estos chicos son duros… -Dijo el Vanish tomando distancia.

Los golem estaban acercándose cada vez más, se hacía cada vez más inevitable que Alan fuera incapaz de defender al moribundo hombre de mostacho.

—Sal de aquí… sabes que de todas formas voy a morir, no arriesgues tu vida por una causa perdida muchacho –Le sugirió Rahul.

En el fondo, él sabía que era la decisión más lógica, se sentía mal por dejar a Rahul a su suerte aun cuando era evidente que estaba condenado a morir de una u otra forma. Entonces se planteó su escape, con su agilidad y poderes de resurrección, conseguiría escapar perdiendo quizás una o dos vidas en el proceso.

— ¿Eh?, ¿qué es eso? –Se pregunta Alan notando algo extraño venir al fondo de donde los golem procedían.

Un fuerte ruido hace eco en el corredor, el sonar de metal partiéndose, de manera inesperada algo atacaba a los golem. Algo a gran velocidad y monstruoso poder venia en picada cortando todo lo que interfería en su camino, para cuando los últimos golem espabilaron ante dicha amenaza dándose vuelta para centrar su atención en ello, habían sido rebanado en varias partes.

El agresor finalmente se muestra ante Alan, un hombre mayor de cabello y barba blanca, llevando encima una capa marrón y su arma predilecta era una daga cuya hoja era completamente dorada. Mecil Devon, el representante del gremio de aventureros, en el último momento hace acto de presencia y con su imbatible poder, logra eliminar al grupo de golem.

— ¡Aquí están! –Le habla el representante a alguien.

Tras él le acompañaban el Sargario Syhér, compañero de grupo de Rahul y Pitt, junto al enigmático aventurero del yelmo Ars y su aliada guerrera de piel bronceada Camira.

— ¿Quién habría pensado que algo así existiría en el reino de los Enanos?, sus arquitectos sí que son de primera clase –Hizo Ars una observación sobre Dnurke.

— ¡No saben cuánto me alegro de ver que sean ustedes! –Dice un honesto Alan emocionado.

—Sí que pasaron por bastante, siento no haber estado aquí antes –Comenta Mecil lamentando su tardanza al ver los estados del hombre del mostacho y el fallecido chico a su lado.

— ¡Amo Rahul, amo Pitt! – Syhér corre desesperadamente hacia ellos.

Su cara se tiñe en depresión al encontrar que el joven muchacho rubio yacía muerto y el hombre del mostacho era el siguiente en seguirle.

—Yo… falle… no pude protegerlos… -Con la mirada baja el semihumano se lamenta.

—No es tu culpa que esto ocurriera, como todos en esa emboscada fuiste separado del resto, por suerte pudimos encontrarnos y cooperar para llegar hasta aquí –Trata Ars de animarle.

—El muchacho del yelmo tiene razón Syhér, no es tu culpa, si alguien ha de ser culpado… ese soy yo… por no lograr protegerle –Fueron las palabras de Rahul mirando al cuerpo sin vida de Pitt.

—Si tan solo hubiera estado con ustedes… esto no habría ocurrido… yo…

—“Que el pasado no te torture, vive tu presente y siembra tu futuro” –Cito Rahul aquellas palabras al semihumano quien reacciona con nostalgia emocional —Más o menos… esas eran las palabras que ese aventurero me enseño… ¿lo recuerdas Syhér?.

El Sargario asiente en silencio con el lagrimar de sus ojos, Rahul sonríe cerrando sus ojos y despidiéndose para luego ser llevado por el sueño eterno de la otra vida.

— “Fhalod” mi hermano guerrero –Cito el semihumano en muestra de respeto.

—El encargo se ha salido de control y ha resultado ser más complicado que lo que se esperaba, llegado a este punto, puedes retirarte y cobrar la recompensa acordada, y de paso llevar los cuerpos de tus compañeros caídos –Mecil le ofreció la opción de poder retirarse y cobrar parte de la recompensa.

— ¿Retirarme?, si hiciera eso, no podría darle cara de la vergüenza al amo Rahul y Pitt en la otra vida, no… no pienso retirarme –Secando sus lágrimas el semihumano en pie decide determinado su camino — ¡Concluiré este encargo a como dé lugar o moriré en el intento!.