PRÓLOGO

—¡Mamá, no te puede ir de esa manera! —le decía mi hermano con los ojos llenos de lágrimas —somos tus hijos, ¿con quién nos quedaremos?

—A mí no me interesa eso, necesito rehacer mi vida, soy joven y aún tengo esa oportunidad —habló con suma tranquilidad, no dando importancia a pesar de que éramos sus hijos. Estaba acabando de empacar todas sus cosas — tu padre nos abandonó, desde su partida ya no me interesa nada, dejó un vacío en esta familia que ya no se puede remediar —cerró sus maletas ya listas para salir.

Duele recordar ese momento, mamá le rogaba que no se valla, aún con suma tristeza y desesperación no logró que cambiara de opinión papá.

—Mamita, somos tu familia —me pare frente a ella mientras agarré una de sus manos y comencé a acariciarla— te lo ruego por favor que no nos dejes —le imploraba con todo el amor que pueda existir. Le jalaba parte de su blusa por debajo para que me haga caso— nosotros te queremos —gimoteaba y lágrimas viajaban por mis mejillas. Ya tenía la nariz roja de tanto llorar.

Era un mar de lágrimas en aquel instante.

Mi hermano me abrazó en dicho suceso, apartándome del lado de mi madre. Me daba consolación porque no la hallaba, se iba a ir la mujer de mi vida, la persona que me dio la vida y la que quiero con todo mi corazón. Era una niña apenas, con muchas cosas por vivir al lado de mi madre, pero sabía que eso no se iba a poder cumplir.

—Pues lárgate y nunca más regreses —ordenó mi hermano entretanto se limpió las lágrimas que tenía— desde ahora eres una desconocida para nosotros, no mereces nada nuestro, tú y aquel hombre que se hace llamar padre de nosotros nos han decepcionado.

Mamá arqueó una ceja.

—Bien, no me importa.

Y así fue, mamá agarró sus maletas y salió por aquella puerta que no quería que se abriera jamás.

Me zafe de los brazos de James yendo hacia ella.

—¡Mamá! —le grité—. Mamita no me hagas esto te lo suplico por favor.

Seguía llorando no quería que se valla.

—Tendrán que ingeniárselas solos, ya están grandecitos.

—No por favor —susurré.

Se fue dejándonos solos, sin alguien quien nos guíe, ni nos de amor y el cariño de una madre.

Caí al suelo con el alma destrozada. Sentía que mi corazón se partía a la mitad, como si miles de agujas le clavaran.

El aire me faltaba en aquel momento.

—Pequeña —James me llamó y me ayudó a levantarme, alzó mi mentón para que lo mirase a los ojos—. Tú y yo contra todos y todo, ¿entiendes? —se limpió las lágrimas que tenía y siguió hablando. —No dejare que nadie más te vuelva a lastimar, seguiremos adelante a pesar de todo, y esto que nos sirva como motor para poder seguir. Yo me haré cargo de ti, estoy por cumplir 18 así que no te preocupes, saldremos juntos de esta.

Solo asentí con la cabeza y lo abrasé con todas mis fuerzas.

Aquel hecho me marco de por vida, pero no deje de ver las cosas positivas, me haría más fuerte a pesar de la adversidad por la que estaba pasando. Y con el apoyo de James que nunca me dejaría sola.

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Gracias.

Aquello es un borrador, por si haya faltas ortográficas o errores.

Gracias por leer <3