CAPÍTULO 3

Aura tanto como Owen le enseñaron cada sección de la escuela haciendo que ella se sintiera en confianza lo máximo posible. Ambos tenían lo mejor en relación a lo social y como no hacerlo si ellos dos eran los más extrovertidos de aquella aula, además de toda la secundaria y sin duda cada alumno de la escuela los conocía.

Con cada paso que daban, Jana miraba asombrada cada rincón del lugar, ya que no había estado en una escuela así de grande como aquella.

La antigua que tenía era pequeña y con pocos alumnos.

A unos metros se encontraba la biblioteca donde tenían que subir las escaleras hacia el lugar grande. Cuando ingresaron Jana abrió los ojos por tan ancho lugar, lleno de libros y con una bandera de los EE. UU en medio de ella. Había muchos estantes de libros que medían unos 4 metros, además de mesas en forma de hexágono donde obviamente tenían 5 asientos.

La bibliotecaria del lugar les dio una mirada rápida para después centrarse en aquellos estudiantes que estaban riendo por debajo, en lugar de leer lo que sea que estuvieran leyendo.

—Si, ellos son los más bullosos —negó con la cabeza Aura mirando al grupo que se había mencionado.

—Si que lo son —le siguió Owen.

Luego de la biblioteca, Aura llevó a Jana y Owen a la plataforma donde se juega fútbol americano, es decir el lugar más famoso de toda la escuela donde tenían a los mejores estudiantes para ese juego y competencia.

—Aura, todos los días vienes aquí —se quejó Owen rodando los ojos.

—Es mi lugar preferido —dicho esto, a ella le brillaron los ojos.

Como no serlo si Aura era la capitana del grupo de las porristas en este caso, a lo que Owen se refería. Ella era la que dirigía a todo el grupo de las chicas que eran porristas y cuando la vieron las demás chicas la saludaron.

—Aura —le llamó una chica morena que estaba a unos metros, esta le levantó la mano para que la identificara.

—Vamos nos llama, Ela —ella los llevó junto a donde estaban las demás chicas.

—Mejor me voy, me aburre esto —protesta Owen— conoce todo el lugar, Jana.

Ella le sonrió.

—Eres un aguafiestas, niño —le respondió Aura.

El grupo de chicas estaba conformado por más de una docena de mujeres. Todas eran altas y demostraban un aura de elegancia, algunas eran rubias y otras morenas como la chica que se había mencionado.

Llevaban el vestuario de color azul, lo que consiste en una fada hasta los muslos y camiseta manga corta, todo combinado de color blanco, además de un listón en el cabello color rojo.

A los alrededores se podían escuchar gritos de los chicos que estaban entrenando en la cancha. El lugar era grande.

—Chicas —Aura comenzó dando algunas palmadas en el aire para conseguir la atención de todas y enseguida tuvieron la atención. Las personas presentes observaban y examinaban a una curiosa Jana, por ahora no mostraba timidez o molestia, se había sentido muy bien con los dos chicos. —Esta es Jana, es nueva estudiante y compañera por todo el año, como también le estoy enseñando cada lugar de esta escuela. Espero que todas se lleven bien con ella.

Algunas personas le sonrieron, como otras no. Había chicas que no le simpatizaba para nada una nueva integrante.

—Y… ¿esta se va a integrar a nuestro grupo? —una chica alta de cabello rubio y cuerpo voluptuoso preguntó de mala gana. Miro a Jana de arriba y abajo con los brazos cruzados.

—Si es que ella quiere si, Laia —le respondió Aura con una sonrisa.

Hizo una mueca de desagrado y rodando los ojos.

—¿Quieres unirte al grupo de porristas, Jana? —indagó Aura.

La susodicha miró a su alrededor, no para asegurarse si es que le agradaba a todas, no, la cuestión fue otra. A ella no le gustaba estar en grupos como estos donde practicaban piruetas y saltos solo para alentar a los demás, a ella no le interesaba eso.

—No —dijo— no es de mi agrado ser porrista.

Aura iba a hablar, pero se le adelantaron.

—Bien —Laia forzó una sonrisa— no quiere estar dentro, más no se le puede obligar. ¿Ya nos podemos ir?

Aura la fulminó con la mirada, haciendo que esta no le diera mucho interés.

—Si, ya se pueden ir.

Todas abandonaron el lugar cuando las dos chicas se dispusieron a terminar lo que habían comenzado. Jana prosiguió mostrando todo sin faltar ningún rincón.

Por último se les unió Owen y ellos se fueron al lugar de natación donde había muchos chicos de mayor grado nadando.

Cuando ingresaron, Jana se asombró con total naturalidad, hace tiempo que no iba a lugares como este, sin mencionar que sus ojos brillaban con emoción por dicho momento.

—¡Cielos! —mencionó Jana jovialmente— me gusta la piscina, hace tiempo que no practico, por no decir años y no sé cómo esté ahora.

Aura y Owen la miraron con total asombro.

—¿Sabes nadar? —los dos preguntaron al mismo tiempo.