Capítulo 2

Sicilia, Italia

Alesha :

Mi cansancio es un poco notorio,luego de un día un poco agotador, a pesar de que mis días constantemente son mucho peores,aveces se necesita un pequeño respiro, hace poco nos informaron que viajaríamos a Roma y nos quedaríamos allá el fin de semana,ya que negociaremos un cargamento de armas para la organización,es un nuevo comerciante que ofrece armas de última generación,y Gregory me puso a cargo de esto,no iremos muchos,solo vamos los necesarios.

De mi equipo solo iremos Emely,Samanta, Darío, Thiago y yo con algunos matones,para la seguridad,no es la primera vez que Gregory me pone a cargo de algo, así que estoy bastante preparada,como tampoco no es la primera vez que compramos cargamentos de armas,todo está en orden por lo cual todo debe ir bien.

Todo está preparado para nuestra llegada a Roma así que sin más partimos,nos dividimos en tres camionetas.Después de un largo viaje llegamos a Roma,me bajo del auto y el aire impacta mi rostro,mis fosas nasales respiran el aire fresco e inhalo profundo,antes de tomar mis cosas y entrar.

–Vamos–me apuran.

El lugar es inmenso,nunca habíamos visitado está propiedad, supongo que debe ser una de las tantas casas de seguridad del señor Lombardi,hay hombres armados en cada esquina lo que no me sorprende,toda mi vida crecí rodeada de matones, hasta que me convertí en uno de ellos,no es que me sienta orgullosa de ello pero tampoco me avergüenzo de lo que soy,en la vida todos tenemos caminos diferentes y tenemos que aprender a vivir con eso,todos tenemos un pasado oscuro del cuál huímos.

–Vamos,entremos–me llama Emely señalando una habitación.

–Vamos.

Me meto a la ducha,me dedico un poco de tiempo lo cual me relaja,esparso mi gel por todo mi cuerpo suavemente le dedico tiempo a mi piel,mí cabello y luego de un tiempo salgo.Miro el reloj y no tenemos mucho tiempo,Emely se está arreglando para esta noche,ya que hoy conoceremos al proveedor.Emely me mira pícara a través del espejo, mientras sujeta un vestido.

–No me mires así,que sabes que es una noche de trabajo no de fiesta–le recuerdo borrando su sonrisa al instante.

–Si,es verdad pero también podemos aprovechar,nadie dijo que esté prohibido mirar–suelta con doble intención.

Niego riendo por las tonterías que dice,ella sabe perfectamente,que cuando se trata de trabajo no hay tiempo para coqueteos,ni mucho menos para jueguitos es algo que nos enseñan desde que llegamos a la organización.

Abro mi equipaje y procedo a buscar un vestido para la ocasión entre las pocas cosas que traje,normalmente no suelo usar vestido pero está ocasión lo requiere,es un bar frecuentado por pandilleros,cabecillas,en resumen todo tipo de gente qué se involucra con negocios sucios,saco un vestido azul intenso que aporta un poco más de luz a mi piel blanca, cuenta con una pequeña abertura en la pierna y un escote un poco pronunciado de tirantes que resaltan mis pechos,termino de colocarlo y me dejó el cabello negro suelto,me coloco un cinturón con mi arma en el muslo contrario al de la abertura y termino de arreglarme.

–¿Lista?–Pregunto mirando a Emely.

–¡Si!– contesta.

–¡Oh Dios!, joder Alesha estás deslumbrante–exclama detallandome.

–Siempre,tú igual–hablo–Ahora Vámonos–Salimos riendo.

–Todos en el despacho ahora–informo por la radio.

Me dirijo hacia allá, esperando por los chicos,que llegan al momento ya que sabíamos a la hora que teníamos que estar listos.

–En cuestiones de minutos salimos al lugar acordado–comienzo a hablar–Thiago y Samanta se quedan afuera junto con las camionetas con los demás,asegurándose de que no haiga ningún movimiento extraño,a la mínima cosa que les parezca rara me informan por la radio–ordeno y ellos asienten–Darío y Emely entran conmigo–culmino.

–¡Vamos!.

Salimos nos montamos en los autos y nos dirigimos hacia nuestro destino.Al llegar nos piden nuestra identificación por terminos de seguridad y nos preguntan si alguien nos espera.

–¿Alguien los espera, señorita?–me habla el de seguridad.

–Dante D'Angelo nos espera–menciono el nombre que me dió Gregory antes de partir.

El hombre revisa la lista que sujeta entre las manos,detiene su mirada y la vuelve a mí.

–En salon VIP señorita–me informa y solo asiento.

Entramos,reparo el lugar, tratando de encontrar el salón,y me detengo en una planta alta a la esquina del bar que parece ser el área VIP,miro a los chicos y les hago seña para que me sigan,me paro enfrente de la puerta y tocó dos veces.

–Adelante–ordena una voz ronca con un tono exigente y arrogante.

Abro la puerta encontrándome con un hombre que me hace tragar en seco, está sentado en un mueble con un vaso de cristal,que contiene algun tipo de bebida,viste una camisa blanca que se ajusta perfectamente a sus músculos perfectamente fornidos y definidos,con algunos botones sueltos dejando ver un poco de piel y las mangas subidas hasta sus codos,un pantalón negro desahogado, dándole un toque elegante,trae el cabello alborotado,su piel un poco bronceada le da un toque sensual,su sola presencia es imponente y demanda poder,decir que solo dios hizo ese monumento es un pecado,eso fue un trabajo en conjunto de todos los malditos dioses del Olimpo.

–Dante D'Angelo–su voz me saca del trance en el que estoy.

–Alesha Ratazzi–me presento tratando de aclarar mi voz y sonar convincente,me repara de arriba abajo haciéndome estremecer, poniéndome nerviosa con una sola mirada .

Me doy una bofetada mental llamándome la atención, estoy aquí únicamente por trabajo no para andar vacilando a nuestro posible proveedor«¡Joder!».

–Un placer–habla levantándose mientras saca un arma de atrás de su pantalón colocándola en la mesita que tiene enfrente.

La observo unos segundos,y estoy casi segura que es una G47.

–A lo que vinimos señor D'Angelo–voy al grano–¿Qué tiene para ofrecernos?–cuestiono.