Mi amigo de la infancia

Desde ese día, Luis y yo nos volvimos más cercanos, compartiendo momentos especiales juntos. Sin embargo, algo cambió en mí y comencé a sentir algo más profundo por él. Reuní coraje y me declaré, pero para mi sorpresa, fui rechazada. ¿Puedes creer cuál fue su excusa? Me dijo algo así como "Mi forma de amar no es igual a la tuya". Luego, empezó a hablarme sobre relaciones libres y la importancia de no ser celosos, y bla bla bla. A pesar de todo, lo que más me gustó fue que al final me dio un abrazo reconfortante y terminamos viendo películas juntos esa tarde.

Aunque quisiera odiarlo por rechazarme y ser tan peculiar y torpe a veces, simplemente no puedo. A pesar de sus rarezas, siento un amor profundo por él. Él tiene esa capacidad de sacarme sonrisas incluso en los momentos más difíciles y de entenderme como nadie más lo hace. Aunque nuestras formas de amar sean diferentes, nuestra amistad es inquebrantable.

Si me pidieras describirlo en pocas palabras, diría que es mi amigo, mi amigo de la infancia. Es un sinvergüenza.