Mi amor onírico

Big Bang (Parte uno)

La muchedumbre aclamaba eufóricamente tras la victoria del joven en el campo de batalla , entre todo el bullicio se levanta una voz que impone respeto callando a la multitud.

-Nuevamente el día de hoy mi maravilloso nieto ha demostrado su espíritu guerrero, poniendo en alto nuestro apellido, sin duda he de reconocer su fuerza y astucia.- Grita el patriarca de la familia antes de ordenar con su copa en alto -¡Un fuerte aplauso de todo mi pueblo para mi nieto! ¡Mark Luis Chiwanda Black!-

Entre la aclamación de la gente mira el orgullo en los ojos de su abuelo, de su familia, sintiendo en el su importancia y poder. Al terminar la algarabía el joven recibe el micrófono en sus manos para tomar una bocanada de aire y decir sus palabras.

-Mi gente, he sido por mucho tiempo su protector en las invasiones y batallas que han azotado a nuestra region, agradezco su amor y admiración hacia mi y me alegro de ser una parte importante de su vida aquí. Estoy en deuda emocional con ustedes y mi abuelo, por eso, como la familia que representan para mi debo hacer un aviso- El joven deja a la multitud en suspenso con su misterioso anuncio del cual su abuelo desconocía y aguardaba con una sonrisa curiosa y orgullosa de su nieto -Me ire del reino a empezar una vida mas calmada y tranquila, agradezco su confianza en mi, pero con la calma que nos ha tomado por meses creo que mi presencia no es necesaria, por lo que renunciare a la vida de lujos y batallas.-

El joven deja el micrófono en manos de un lacayo mientras espera la reacción de su gente y mas que nada, de su abuelo, el cual con una sonrisa igual que siempre cambiaba su mirada de orgullo a enojo e irritación lo que termina asustando al joven que retrocede un poco en la arena antes de que el patriarca baje de su trono aplaudiendo lenta y fuertemente acercándose al joven y sujetando a su nieto del hombro mirando a la multitud.

-¡JA, JA! Mi nieto, siempre tan bromista, ¡Mi gente! ¡Nos veremos en la noche para el gran bufet en el palacio!- El hombre hace que apaguen las luces para sujetar a su nieto del brazo y llevarlo al interior de la estructura empujándolo contra la pared de la habitación que el chico usaba para prepararse -¡Explícame! Mark... ¡¿Que diablos fue eso?! ¡Irte de tu reino! ¡Irte al exterior! ¡¿VIVIR EN CALMA?!- El hombre se notaba molesto, su rabia era presente en sus ojos, antes llenos de amor y admiración se centraban en el joven con ira y desaprobación -¡HABLA AHORA!

Entre las exigencias de su abuelo el joven no sabia que hacer, pensaba que lo apoyaría en su decisión y mas al ser su abuelo quien siempre lo había admirado en sus hazañas y victorias, lo cual lo decepciono en esta ocasión al tener al hombre gritándole exigiendo una explicación a su repentina intensión de abandonar todo.

-Abuelo cálmate, créeme también fue difícil para mi decidirlo pero... Esto de jugar al héroe no es lo mío, me he matado desde niño para llegar a donde estoy y me perdí de muchas cosas, al menos ahora en mi adolescencia me gustaría empezar desde cero en un lugar donde nadie me conozca y no tenga que soportar tanto alago y- La voz del joven se corta al sentir en su rostro una cachetada por parte de su mayor, ese único acto de desprecio lo deja impactado sosteniendo su mejilla roja por el impacto, dirigiendo su mirada al hombre con miedo y confusion.

El hombre borro de su rostro cualquier rastro de amor hacia su nieto mientras sacude su mano luego del golpe dado al joven, parecía que eso no había significado nada para el, como si fuera común.

-Escúchame bien jovencito, no me importa de donde hayas sacado esa idea de irte de nuestro reino pero hasta que cumplas 18 e incluso hasta que mueras en batalla yo manejo tu vida y la de todos en la familia, tu padre, tus tíos y tus hermanos son mi familia y posesión, ahora...- El hombre respira y se sacude la ropa acomodándose el cabello caminando hacia la salida del cuarto -Vas a ponerte tu mejor ropa, tomaras tu espada... Y asistirás al bufet de esta noche como si todo lo que dijiste frente nuestro pueblo fuera broma... ¿QUEDO CLARO?- Dice el hombre dirigiendo su mirada hacia su nieto quien tenia los ojos humedos aguantando llorar en silencio, al no recibir respuesta el hombre se acerca y besa la frente del joven acariciando su mejilla con una sonrisa -Sabes que hago esto porque me preocupo por tu futuro, entiéndelo hijo, ¿Si?-

El joven al sentir de nuevo esa muestra de amor solo suspira y asiente con una pequeña sonrisa dejando que el hombre se valla orgulloso de la habitación dejándolo solo. Apenas esto pasa Mark se sienta en el piso viendo sus trofeos, espadas, armaduras. Viendo en lo que se había convertido su vida desde pequeño, no puede evitar soltar pequeñas lagrimas que le queman los ojos pasando por su mejilla y al darse cuenta de esto se levanta acercándose a su espejo mirándose, contemplando la marca roja en su piel morena, el como el impacto del golpe había desordenado su cabello largo y oscuro ocasionando las anteriores lagrimas que salían de sus ojos color carmesí intenso.

-Relájate... Todo será bueno cuando llegue la noche- Toma una bocanada de aire frio relajándose y arreglándose para dirigirse fuera de la estructura viendo a sus hermanos en el auto hablando sobre lo que paso en el escenario, se iba a acercar a ellos pero voltea escuchando susurros detrás de el observando a su abuelo hablando con su padre, parecía molesto con el y su padre tenia la cabeza baja con la mirada perdida, no era de involucrarse en sus peleas pero solo fingió no escucharlos mientras prestaba atención.




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