Capítulo Tres

Nos ubicamos en el inicio de clases, ha pasado una semana desde que los príncipes llegaron a la ciudad y a la vez se inicia la primera parte de la misión impuesta a los contrarios con la necesidad de identificar a sus blancos y poder cumplir con la petición de "Su señor", la necesidad de cumplir su tarea y volver a su hogar con la victoria es una presión para el mayor de los muchachos, el cual junto a su hermana encontraron trabajos de paga estable para mantenerse con su hermano menor.

El mayor, Tonk, se despierta con anticipación para preparar un buen desayuno, arreglar la casa y a su vez preparar los útiles y necesidades que sus hermanos podrían tener en su primer día adaptándose a la escuela del lugar y la socialización que iba más allá de sus reglas.

Tonk estaba listo, la casa estaba lista y sus hermanos estaban mas que listos para dirigirse a la institución, lo que hacen en momentos luego de tomar su desayuno, encontrándose en las entradas del lugar.

-Bueno, ya saben lo que hacer, adáptense y mézclense lo mejor que puedan sin la necesidad de buscar aliados, la socialización solo es para mezclarnos, no lo olviden ¿Quedo claro?- Pregunta el mayor con una mirada autoritaria y de preocupación hacia sus hermanos, los cuales asienten con interés hacia sus palabras separándose y yendo por caminos separados en el momento.

El chico luego de dejar ir a sus hermanos se dirigió a su lugar de estudio, sin prestar atención podía contestar cada tema e incluso explicarlo mejor que el profesor, siendo un joven dotado que no le importaba destacar, ya sea por su belleza o intelecto, aunque parece que ambos factores llamaron la atención de cada uno de sus compañeros, siendo acosado de formas leves cada segundo hasta que la alarma de receso sonó interrumpiendo sus pensamientos y rápidamente ir a reunirse con sus hermanos, al no encontrarlos en sus salones ni en el lugar señalado para reunirse no entendía que pasaba.

-¿Dónde se metieron esos dos? Por todos los cielos...- El joven suspiraba enojado hasta que ve en la cancha a su hermano menor, se encontraba con un grupo de jóvenes jugando básquet, eso lo dejo irritado dirigiéndose y bloqueando el balón con desagrado jalando de la oreja a Town mientras se lo llevaba a las gradas empezando a regañarlo y preguntando donde estaba su hermana.

-Hey, Tonk, relájate simplemente estaba disfrutando el día, el viejo nos dio tiempo infinito, no necesitamos estar tan estirados e ignorar la diversión, vamos relájate- Responde el chico con una sonrisa mientras les hace una seña a sus amigos para regresar con ellos -Por cierto, Linda se inscribió en el club de cocina, hasta ella se divierte más que tu "Bro"-

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-"Bro", ¿Ese es tu hermano mayor?- Pregunta Mark quien estaba al lado del joven rebotando la pelota con curiosidad sin quitar la vista del joven pálido.

-Sip, ¿Por qué la pregunta?- Dice con curiosidad el chico recibiendo la pelota caminando con su ahora nuevo amigo.

-Es... Es bastante guapo la verdad- Dice antes de esquivar el balonazo devuelta de su amigo soltando una pequeña risa.

-¡ES MI HERMANO!- El castaño solo bromeaba ya que no le importaba que alguien trate de ligar a su hermano.

-Y que buena genética tiene tu familia, tiene una linda carita de ángel, okey ya me detengo, vamos nos esperan para jugar- Habla el menor antes de correr con Town hacia sus compañeros.

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La respuesta en vez de tranquilizar al joven solo hizo que su sangre hirviera dirigiéndose al pasillo de clubes, mirando toda la variedad hasta encontrar el club de cocina, sintiendo un aroma delicioso, aunque ignorándolo para entrar y ver a su hermana al lado de una chica cocinando postres que luego repartían entre los miembros del club, la muchacha al notar la presencia de su hermano se limpió las manos acercándose y preguntando que pasada.

-¿Me estas preguntando que pasa? Dios Linda, por favor ¿Tú también?-

-Tonk, no te pongas tan estricto, se que hable contigo sobre seguir el plan al pie de la letra, pero mira este lugar, hay chicos que desean ser nuestros amigos y también podemos explorarnos, más allá de lo que el viejo nos dejo jamás, tomemos esto como unas vacaciones, el mundo no acabara por relajarnos unos días- Dice la joven antes de ofrecerle a su hermano un pastelito y sacarlo del lugar para seguir con su trabajo.

El chico no entendía que estaba pasando ahora, sus hermanos habían olvidado el plan y se estaban relajando, el no sabia que hacer pues en toda su vida la diversión fue segundo plano, lo único que pudo pensar fue en volver al invernadero antes de que sonara el timbre de fin de descanso, pensando que si debía hacer amigos tal vez personas como el niño que vio antes serian una buena compañía, entonces al dirigirse al lugar se chocó de frente con una pequeña figura, al darse cuenta era el mismo niño que había visto, tratando de disculparse por el golpe.

-¡Ah! Eres tú, pensé que no te vería de nuevo, discúlpame a mi iba corriendo hacia el invernadero ja, ja- Responde el pequeño antes de irse corriendo pero siente como sujetan su brazo -¿Ah?-