Mi amor onírico

Capítulo Cuatro

La vida puede ser pesada cuando radicalmente cambias su estilo, aunque busques adaptarte, existe una dificultad que es permanente aunque no queramos observarlo, apostamos nuestra comodidad a cambio de tranquilidad y aunque el tiempo puede curar todo a veces simplemente nos queda acostumbrarnos de mala maneras hasta que las cosas tomen y sigan su flujo natural, pues tomemos en cuenta que nuestros protagonistas tienen ese problema, la necesidad de paz les ha quitado la costumbre de su vida de lujos, tener que adaptarse a un lugar donde no son venerados es difícil aunque agradable.

Pasemos a la vida que esta tomando en la ciudad nuestro prófugo príncipe, la mañana es un tiempo perfecto para salir a correr cuando estas acostumbrado al ejercicio cada hora de tu día, que mejor que despertarse a las 6 de la mañana un domingo, con un cielo resplandeciente y un sol que hace la imagen del día esplendido, nuestro querido guerrero decidido mantener su forma física para no perder el estilo, aunque fuera alguien muy joven para entrenar tanto no se molestaba en holgazanear, el era firme y su físico siempre le importo.

40 minutos de carrera son suficientes para él, tomando un descanso al llegar a una tienda, pidiendo una botella de agua helada y darse la vuelta para caminar hasta que escucha una voz familiar, dando una pequeña mirada notando a un joven, algo mas bajo que el, con cabello castaño oscuro, ojos verde esmeralda y una piel pálida y limpia, reconoció al instante ese rostro, era el hermano de su nuevo mejor amigo, Tonk, desde que lo vio la primera vez en el patio se intereso por su apariencia tan hermosa y esa personalidad protectora que tenia con sus hermanos, algo que lo dejo cautivado y notoriamente interesado, no quería recordar el amor luego de una ruptura tan dura y sin sentido, pero lo que siempre le enseñaron era a olvidar lo malo y perseguir lo bueno, por lo que siguió el instinto acercándose como si olvidara algo y saludando.

-¡Hey! Eres el hermano de Town ¿Verdad? Tonk, si mal lo recuerdo, que casualidad encontrarte aquí- Dice nuestro enamorado con sutileza y una obvia sonrisa seductora, nada nuevo en su rostro, el ser fuerte y guapo era algo que aprovechaba sin querer, aunque no le molestaba llamar tanto la atención.

-¿Hmm? Oh, eres tú, el "Bro" de Town, hola y... Adiós debo irme- Responde sin interés el chico recibiendo su compra y caminando ignorando al joven hasta que escucha unos pasos corriendo hacia el y voltea poniendo su brazo para detener el impacto sujetando el cuello del chico a centímetros de él.

El joven totalmente sorprendido por los reflejos del mayor sonríe un poco incomodo y sintiendo la mano de Tonk posarse en su cuello fuertemente.

-Hey amigo relájate, ¿Por qué esa agresividad? Es admirable, pero, no soy un peligro- Responde el moreno con sus ojos rojo tomando un leve brillo en estos, observando, al contrario.

-¿Por qué me estas siguiendo? ¿Buscas pelea conmigo?- Dice el muchacho a la defensiva, se le hacia muy raro e incomodo que alguien como ese chico estuviera siguiéndolo.

-Si quisiera eso ya te habría golpeado, pero no, de hecho este es el camino a mi casa, solo pensé que como tenemos conexión con Town deberíamos tratar de llevarnos bien y así ¿Qué opinas?-

-No tengo tiempo para esta estupidez, piérdete ¿Niño?...- Responde para irse rápidamente ignorando las palabras del moreno.

El joven se quedo expectante al camino del contrario, mirándolo con tranquilidad hasta que lo pierde en la lejanía, al momento de estar solo esboza una sonrisa traviesa y determinada, la gente que se topaba con el usualmente eran quienes coqueteaban en su lugar, nunca le gusto la atención pero ahora la sensación de que alguien de quien estaba interesado lo rechace solamente aumento su curiosidad e interés, no por un reto u orgullo, pero esa personalidad evasiva, tranquila, protectora y a la vez esa imagen encantadora lo hacia sentir algo, su pecho palpitaba y su cabeza se perdía en pensamientos sobre ese chico, estaba decidido, su nueva misión además de relajarse seria conquistar el frio corazón del hermano de su mejor amigo.

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Es la mañana del lunes, hora de receso, un día bastante lindo, normal y con las voces comunes de adolescentes paseando entre los pasillos, entre estos jóvenes se encuentra nuestro universitario favorito, Tonk, el cual estaba guardando cosas en su taquilla, al ser prácticamente una escuela del tamaño de un pueblo no podían darse el lujo de dejar cosas en su salón. Al momento de que el joven cierra la puerta y gira mira frente a el un ramo de tulipanes, lo cual lo altera e incomoda quitando las flores del camino poniendo una expresión de disgusto.

-¿No fui claro ayer, chico?- Responde con molestia al ver a un joven moreno de cabello largo y un collar de luna menguante frente a él.

El joven frente a él tenía un ramo de flores con tulipanes blancos, una apariencia brillante y una hermosa sonrisa.

-Bueno, un pequeño regalo nunca viene mal, quería darte un detalle como muestra de aprecio ¿No te gustan los tulipanes? Son hermosos y brillantes, al igual que tu- Habla con intenciones claras y sin titubear, su sonrisa solamente crece al ver como el contrario sostiene el ramo con ilusión hasta que ve como lo arroja al bote de basura, quedando atónito.




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