David
Mi mente se encuentra dispersa en los recuerdos de aquella noche, fue el mejor día en mucho tiempo, su arrebató al besarme me sorprendió y desconcertó para ser honesto, pero también me dio coraje para enfrentar de una vez por todas lo que siento. Sus labios son tan suaves y exquisitos como un dulce, ni en mis mejores sueños lo había imaginado.
Sé que va a ser complicado, tenemos bastantes cosas en contra, como nuestra diferencia de edad, obviamente existe esa inseguridad de que para ella solo sea una aventura, de que conocerá a alguien más joven y me dejará. Por otro lado, están nuestros padres, mi mejor amigo que me matará si se entera que estoy con su hermanita, el problema en que nos meteremos si se llegan a enterar de nuestra relación. Pero por primera vez en mi vida he decidido dejar de lado todo lo malo, y enfocarme en mi hermosa novia.
Porque eso es para mí, mi novia, sé que es desconfiada y la entiendo no me he comportado tan bien con ella, era una manera de ocultar lo que provoca en mí. Sé que funcionaremos, solo debemos estar unidos y lo lograremos, le demostraré cada segundo lo importante que es para mí, y trataré de ser mejor persona para ella.
Dejó de pensar cuando escucho como golpean la puerta pidiendo permiso, le pido a la persona que se encuentra del otro lado que pase. Sonrió en dirección a mi amigo que acaba de llegar, y ahora cuñado, que bien suena eso, me encantaría poder gritar a los cuatro vientos que ella está conmigo, pero no puedo no por el momento.
-Hola tarado, ¿Cómo estás?- dice con su típico tono burlesco. Parece que cada vez más viejo y más payaso.
-Estaba bien hasta que llegaste.- digo sarcásticamente.
-Que lastima, pero tengo que pedirte un favor.- dice poniéndose de pronto serio, inevitablemente me tenso, ¿Tendrá que ver con Steph?, No todo tiene que ver con ella, me recriminó.
-¿Qué sucede? ¿Es algo grave?- pregunto tratando de sonar sereno, aunque no sé si lo he logrado.
-Es que mi hermana no parece querer madurar, y mis padres han decidido hacerle trabajar con nosotros en su tiempo libre.- dice, apretó mis puños debajo del escritorio, el simple hecho de que la nombre mueve cada fibra de mi cuerpo.-Esta castigada porque se escapó. Por lo que necesitamos a alguien que la supervise, yo no podría porque es mi hermana y me rendiría a sus encantos ¿Podrías ser tu quién se encargué de ella?- pregunta esperanzado. Sé que está castigada, me lo ha dicho por mensaje y por lo mismo no nos hemos visto, esto ya paso hace más de una semana. Él enserio cree que no caeré antes sus encantos, si la tengo aquí no podré ocultar mis sentimientos, pero por otro lado podremos pasar más tiempo juntos.
-Por mí no hay problema, pero debe comprometerse a cumplir con lo que se le pida.- digo serio, tratando de ocultar lo feliz que me hace saber que la veré seguido.
-Por eso no te preocupes, Stephanie vendrá en las tardes. Y no te límites, ella debe aprender lo duro que es la vida.-dice firme. Solo asiento en silencio, este se despide y se retira de mi oficina.
Me entretengo con un caso bastante complejo, se trata de una niña que es víctima de violencia y violencia por parte de sus padres, esto es aberrante, esas personas no tienen corazón. Dejo los papeles en el escritorio cuando suena mi celular, lo agarro para chequear, y me emociono cuando veo que se trata de mi bella novia.
"Hola, acabo de despertar. ¿Tú qué haces?" Dice su mensaje sacándome una sonrisa. Le había mandado los buenos días, apenas me desperté, pero al parecer Steph estaba aún en el mundo de los sueños.
"Hola de nuevo hermosa, trabajando " escribo.-"Debes desayunar algo, no podes andar con el estómago vacío".- mando otro mensaje.
"Si no te preocupes novio".- dice junto a un emoji de corazón.
"Me quedo tranquilo entonces novia"- escribo sonriendo como estúpido, pero es que es lo que me provoca.-"¿Nos veremos hoy?, Te extraño."- escribo ansioso, necesito verla, sentirla porque si no me volveré completamente loco.
"Te avisaré, mis padres se la pasan controlándome. Hablamos más tarde"- explica, suspiro con frustración, pero entiendo su situación y debo ser paciente con esto de tener una relación a escondidas.
"Está bien, nos vemos" envío y dejo el celular.
De todas maneras la veré, y ya se lo que haré, marco el número de la persona que se me ayudara en esta locura, suena el primer, segundo y al tercer tono responde.
-Espero que sea importante novio de Steph.- dice Priscila, es la única persona que sabe de nuestra relación, y es que teníamos que decirle a alguien, necesitamos que alguna persona nos escuche sin juzgarnos, y eso exactamente hace ella.
-Lo es, necesito tu ayuda.- digo empezando a explicar mis planes. Cuando nos ponemos de acuerdo, terminó con la llamada. Y comienzo a ordenar un poco mi lugar de trabajo, tratando de calmar mi ansiedad por qué todo salga bien.
Ya han pasado varias horas, estoy esperando un mensaje de Priscila avisándome que su parte está lista, haré algo loco y espero valga la pena. Cuando recibo la señal de que todo marcha bien, sigo con mi parte. Mientras ella vigila a los padres de Steph, que en estos momentos están durmiendo o eso espero, yo me trepó por la ventana que da a su habitación, y así poder pasar tiempo con ella, ni en mi adolescencia hice estas locuras, pero en ese entonces no tenía a alguien que iluminará mi vida.
Procedo a trepar con cuidado, parezco un adolescente haciendo una travesura, pero estoy un poco viejo para eso, y aunque lo tenga claro igual lo hago, porque ella lo vale todo. Cuando llego a la ventana, doy unos toquecitos suaves para no poner en alerta a sus padres, la luz se encuentra apagada, pero eso no impide que vea su silueta recostada en la cama gracias a la luz de la luna que alumbra su dormitorio. Veo como se mueve, cuando pienso volver a tocar ella prende la luz de su lámpara, observa en mi dirección con confusión y un poco de miedo, para unos segundos después sonreírme con asombro. Se acerca hasta donde estoy y abre la dichosa ventana vidriada y así permitirme pasar, al ingresar puedo observar mejor su lugar, es muy bonito y elegante, es tan ella con esos colores vivos que lo adornan.