Mi amor prohibido

Capítulo 13: En sus brazos.

Stephanie

 

   Giro sobre mi cuerpo y lo veo, lleva solo su pantalón de pijama mientras su torso se encuentra desnudo mostrando su perfecto cuerpo. Salgo de mi ensoñación cuando lo veo acercarse con preocupación, él toma mi rostro entre sus manos para examinarme.

 

 

 

-Yo...yo lamento molestar, pero no sabía a dónde ir, creo que me debería ir, yo....- me interrumpe colocando uno de sus dedos en mis labios.

 

 

 

-Si estás aquí es por algo, y te he dicho mil veces que no te disculpes, yo estoy disponible las 24 horas del día para ti.- dice dejando un beso en mi frente al mismo tiempo que me abraza con fuerza, yo reaccionó al instante y lo abrazo mientras que las lágrimas descienden por mis mejillas.

 

-Sh, todo estará bien hermosa.- susurra alzándome en sus brazos, agotada de todo me acurruco en su pecho tratando de tranquilizarme, pero sin poder evitarlo comienzo a llorar desconsolada, esto es demasiado jamás pensé que pasaría por algo así, mis padres se han convertido en mis enemigos, sin yo quererlo.

 

   Escucho como cierra la cerradura con su mano libre para después comenzar a caminar hasta la habitación conmigo en sus fuertes brazos. Cuando llegamos nos encamina hacia su cama, lo abrazo con fuerza para que no me suelte, y al darse cuenta de que no quiero que me suelte nos acomoda en la cama, quedando de frente, mi cabeza se encuentra en el hueco de su cuello mientras sigo llorando y moqueando, el reparte suaves caricias por mi espalda mostrando su apoyo a la vez que trata de tranquilizarme, me está dando mi espacio y se lo agradezco ya que no creo poder pronunciar ninguna frase sin romperme más.

 

-¿Te sientes mejor cariño?- pregunta con voz extremadamente suave. Han pasado varios minutos en los que he estado llorando de impotencia y por sobre todo de dolor, esto es horrible, siento un hueco en mi corazón, me siento vacía.

 

-Yo...no puedo más, ellos me odian David.- susurro con voz quebrada.

 

-¿Te han lastimado mi vida?- pregunta preocupado, al mismo tiempo que me separa un poco con suavidad.-Esta vez no lo dejaré pasar.- dice tenso, mientras me mira inspeccionando que todo esté en orden.

 

-Las palabras duelen más que los golpes.-digo perdida en el dolor.-No quiero que hagas nada solo que te quedes conmigo.-suplico queriendo permanecer en el único lugar en donde me siento yo misma.

 

-No me pidas que haga como si nada, me duele verte así hermosa.- dice dejando que me acurruque en su pecho mientras el vuelve a reanudar sus caricias.

 

-Yo estaba por sentarme para cenar y de pronto se atravesó Leticia en mi camino volcándose el jugo, todo paso tan rápido ella se volvió a hacer la víctima, y mis padres le creyeron. Ellos querían que le pida perdón, pero nunca haría tal cosa, entonces comenzaron a insultarme.- explico en medio del llanto.

 

-Tranquila, no hace falta que me cuentes.- dice tranquilizador.

 

-Quiero hacerlo Dav.- digo y el asiente con entendimiento.- Estoy tan cansada de sus humillaciones, de su desprecio, de todo que le dije que me iría, yo...solo agarre mis útiles y un poco de ropa, pero cuando me estaba yendo me dijeron que no me llevaría nada ya que todo es suyo, ¿Qué fue lo que les hice? ¿Acaso soy tan mala persona para que me suceda esto?- pregunto levantando mi mirada para observarlo, el lleva una de sus manos hacia mi mejilla izquierda y comienza a esparcir delicadas caricias por ella.

 

-Tú no has hecho nada malo, ellos son los que están equivocados.- explica suspirando.- Todo estará bien, esto solo será un mal recuerdo. No tienes de que preocuparte, yo me encargaré de todo.- afirma tratando de levantarse, cosa que impido al saber que irá a enfrentarlos, y eso solo lo empeorará todo.

 

-No vayas a cometer una locura.- pido sin querer soltarlo y volviendo a llorar, en estos momentos no puedo lograr controlarme, tengo ganas de desaparecer, no me gusta para nada sentir este vacío.

 

-Está bien, pero con la condición de que te tranquilices, puede hacerte mal.- susurra dejando un beso en mis cabellos.-Duerme mi vida, no me iré de tu lado.- escucho a lo lejos antes de perderme en el mundo de los sueños.

 

****

 

 Veo a mis padres junto a Leticia riéndose de mi mientras veo como caigo al suelo, no entiendo qué sucede hasta que logro ver un cuchillo clavado en mi abdomen y como sale sangre en gran cantidad.

 

-Ayúdenme.- pido a mis padres, pero estos solo me miran con una sonrisa maliciosa.-Duele mamá, ayúdame.- suplico perdiendo las fuerzas mientras observo como el suelo se mancha con mi sangre.

 

-Cariño despierta.- logro escuchar a lo lejos al mismo tiempo que siento como mueven mi cuerpo provocando que me levanté desconcertada, miro por todos lados para seguidamente buscar la herida pero no hay nada.-Sh, solo ha sido una pesadilla, soy yo hermosa.- dice David tomando mi rostro entre sus manos.

 

-Se veía tan real, ¿Por qué ellos no me ayudaban?- pregunto temerosa, siento mi cuerpo temblar, al igual que me doy cuenta de que estoy sudado producto de la maldita pesadilla.- ¿Ellos no harían algo así no?- vuelvo a preguntar ansiosa.

 

-¿De qué hablas Steph? ¿Acaso te hicieron algo?- pregunta desconcertado, pero no puedo decir nada.- ¿Dime alguien te lastimo?- habla desesperado, a lo que niego repetidas veces con mi cabeza.

 

-Solo tuve un mal sueño, nadie me ha hecho nada.- explico, el asiente más tranquilo para sentarse en la cama invitándome a sentarme en mi lugar preferido, una vez en su regazo me vuelvo a acurrucar en su pecho con mis manos apoyadas en este, y el sujetándome de la cintura mientras susurra palabras tranquilizadoras en mi oído, pero ni así logro volver a conciliar el sueño. Lo que ha pasado me ha dejado mal tanto físicamente como emocionalmente, y no sé cómo haré para salir de esto.




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