Capítulo 19: Descubiertos.

Dedicado a: Clarita Cervantes.

Stephanie

-¡Alex!-exclamo sorprendida cuando veo a mi hermano que acaba de romper una ¿Estatua? Sí eso es, este nos mira descolocado, y sé que estamos en graves problemas.

-¿Qué significa esto? ¿Ustedes dos...?-pregunta con voz dura, y una mezcla de dolor.

-Yo...te lo explicaré.-digo tragando grueso ¿Qué se supone que diré?

-¿Me explicarás como mi mejor amigo y mi hermana me estuvieron viendo la cara? ¿Cómo fueron capaces? ¿En qué momento sucedió esto?-pregunta al tiempo que se acerca amenazante, y en consecuencia, en menos de un segundo tengo a mi novio protegiéndome con su cuerpo.

-No le hables así.-pide sereno mientras estudia los movimientos de mi hermano.

-¿Crees que estás en posición de pedirme algo?-pregunta con notable enojo logrando que me sobresalte, no me gustan las peleas ya que me desesperan y no sé qué hacer para evitarlas o en todo caso pararlas.

-No es lo que piensas, ella en verdad me importa. No es ningún juego, no podría serlo, sabes que no soy de mostrar mis sentimientos, pero con ella todo es tan maravilloso que no tengo que esforzarme, solo se da.-le explica con tanto sentimientos que logra acelerar los latidos de mi corazón.-Quiero a tu hermana como no tienes una idea, y si no te lo había dicho es porque no quería exponerla, sabes perfectamente que me importa poco lo que piensen de mi.-concluye demasiado tranquilo para mí gusto.

-¿Por qué mi hermana habiendo tantas? ¿Cómo me pudieron mentir mirándome a la cara?-pregunta furioso y sin verlo venir le lanza un puñetazo a mi novio, producto de esto grito al tiempo que me acerco con la intención de separarlos.-Sabias que mi hermana era sagrada, pero tenías que meterte con ella.-le dice mientras intenta volver a golpearlo, pero David lo esquiva, lo que resulta raro es que mi novio no le ha devuelto el golpe.

-Ya basta, por favor no hagan esto.-suplico al mismo tiempo que me meto en medio tratando de separarlos.-Yo lo quiero, y lamento no haberte lo dicho, pero tenía miedo de como ibas a reaccionar.-explico mientras llevo mi mano a su hombro e inmediatamente él se aleja unos pasos rechazando mi toque.

-No, no se vuelvan a acercar a mí. Se terminó todo, no me interesa estar cerca de unos traicioneros.-dice con odio en su voz logrando romper mi corazón en mil pedacitos.

-No digas eso, no tú. Esto es muy real, necesitamos tu apoyo, por favor hermano.-pido tratando de acercarme, pero nuevamente se aleja.

-No quiero herir a nadie con mis palabras por lo que lo mejor es irme. No quiero que me busquen, porque no seré para nada amistoso, no cuando me ocultaron tantas cosas ¿El chófer te lo puso el, verdad? Nunca existió esa amiga, todo este tiempo te estuviste quedando con él-lo último que dice me hace cerrar los ojos ya que no sé qué responder, es obvio que se siente traicionado, pero de igual manera duele.-Bien, ojalá que no te rompa el corazón, porque yo no estaré ahí para ti.-dice al tiempo que se da la vuelta para salir del lugar.

-Alex, no te alejes, no lo hagas.-suplico mientras intento detenerlo, pero mi novio me lo impide cuando me agarra de la cintura para abrazarme, y sin poder evitarlo rompo en llanto cuando soy sostenida por sus brazos. Mi hermano me odia, sabía que esto podía pasar, pero ingenuamente pensé que lo entendería, ya había perdido la relación con mis padres y ahora...he perdido a mi hermano, a una de las personas que más amo.

-Solo necesita tiempo.-susurra mi novio mientras acaricia mi espalda tratando de tranquilizarme, pero solo puedo pensar en por qué me suceden estás cosas, sé que es mi culpa por ocultárselo, y aunque me cueste lucharé por su perdón.

-Él me odia...nos odia ¿Y si nunca nos perdona?-pregunto hipeando producto del llanto.

-Lo hará, solo está enojado porque se lo hemos ocultado. Pero sé que Alex nos entenderá, y si no lo hace no podemos hacer nada, no tenemos la culpa de lo que tenemos, y tampoco lastimamos a alguien con nuestra relación.-explica, pero justo en estos momentos lo último que quiero es pensar en lo que tenemos.

-Yo...debo ir a ver a Priscila.-susurro ya que si sigo aquí diré algo que nos traerá más problemas.

-Está bien, cariño. Yo te llevaré y luego Emilio pasará por ti.-dice a lo que asiento sin ánimos para seguidamente comenzar a caminar hacia la salida, no lo espero, pero sé que me está siguiendo en completo silencio. Él tampoco debe estar pasándolo bien, si vamos al caso es su amigo, ambos estamos entre lo que sentimos y lo que es correcto para los demás.

-¿Estás enojada conmigo?-pregunta con detenimiento.

-No...Solo necesito pensar las cosas.-digo suspirando mientras me recrimino internamente ya que él no tiene la culpa.- Lo lamento, cariño.-digo dándome la vuelta para abrazarlo sin más y, el me recibe sin hacerme esperar.

-Te entiendo, a mí también me duele lo que está pasando con mi amigo, pero debemos mantenernos fuertes y unidos, esto no puede afectar lo que tenemos. Debemos buscar soluciones juntos, y no escondas lo que sientes ni siquiera si es contra mi.-dice, me encanta su manera de hablar en momento difíciles, él es mi soporte.

-Lo sé, trataré de mostrar mejor mis sentimientos, solo dame tiempo ¿Sí?-pregunto en un susurro al tiempo que levanto mi rostro para observarlo.

-Yo estaré ahí, mi vida. No sabes cómo detesto verte así.-dice para seguidamente dejar un suave beso en mis labios.-Ahora debemos irnos.-dice para comenzar a caminar agarrados de las manos. De pronto, recuerdo que Alex lo ha golpeado e inmediatamente lo observo preocupada ¿Qué clase de novia soy?-No te preocupes, hermosa. No es nada del otro mundo, al parecer está semana todos me golpearan.-dice divertido tratando de apaciguar las aguas, pero no estoy para bromas en estos momentos por lo que lo observo con una ceja alzada.-Bien, no era momento de bromas.-dice rendido mientras abre la puerta cuando llegamos hasta su auto.