Mi amor prohibido

Epílogo.

 

Dedicado a todos mis lectores.

 

Stephanie

 

     Sonrío mientras me observo en el espejo del baño, estoy feliz ya que hoy es año nuevo, y he terminado mis clases y por lo mismo he pasado a tercer año y eso amerita un festejo además de las festividades.

     En estos meses, mi vida ha cambiado mucho, y quiero creer que para mejor, es verdad que aún existen problemas, pero es más llevadero si tengo a mi novio y a mis hermanos de mi lado.

     Hace nueve meses que soy novia del sexy mejor amigo de mi hermano, parece mucho y a la vez tan poco, lo único seguro es que nos amamos, ese hombre cada día me demuestra cuánto me ama, y yo trato de hacer lo mismo, la verdad que actualmente soy más abierta a la hora de hablar, y eso ha fortalecido más nuestra relación.

     Mi vida poco a poco se ha ido acomodando, tanto que ahora trabajo como secretaria en el bufete de mi hermano y mi novio. Si, al final terminaron trabajando juntos, y eso es hermoso, ya que por las tardes puedo trabajar y pasar más tiempo con ellos.

 

 

-Amor, llegaremos tarde.-dice Dav del otro lado de la puerta.

 

-¡Ya voy, cariño!-exclamo mientras me miro por última vez antes de salir del baño.

 

-Perfecta, mi flor.-dice apenas estoy a su lado.

 

-No es para tanto.-digo, ya que solo me he puesto un vestido y un poco de maquillaje.

 

-No importa como estés vestida para mí siempre eres una obra de arte.-asegura al tiempo que con sus grandes manos me atrae a él.

 

-Eres un cursi, pero me encanta.-digo mirándolo con todo el amor que siento por él.

 

-Tú eres la única que conoce esa faceta.-dice mientras que con una de sus manos me sostiene de la cintura con la otra acaricia mi mejilla.

 

-Dijiste que llegaríamos tarde.-digo divertida cuando veo su intención de besarme.

 

-Cualquier cosa puede esperar, ahora lo único que quiero es besar a la mujer de mi vida.-dice para seguidamente apoderarse de mis labios.

 

     No hay un solo día en que no nos decimos cuánto nos amamos, nuestro amor ha pasado por tanto y ha demostrado ser real.

 

-Bien, vamos o tus hermanos me darán una paliza.-bromea separándose de mí.

 

-¡Andando!-exclamo al tiempo que entrelazo nuestras manos.

 

    Comenzamos nuestro camino hacia la salida del departamento, hemos quedado en cenar con mis hermanos para celebrar por lo que ellos nos esperan en su departamento.

   

 

-¿Los regalos?-pregunto cuando llegamos al auto.

 

-En el auto.-asegura e inmediatamente me relajo.-Sube, conejito.-pide a lo que obedezco.

 

    Una vez dentro del auto me recuesto en la ventana como me gusta, y me pierdo en mis pensamientos.

    

   A pesar de que no hemos vuelto a saber de mis padres ni de Leticia mi novio para quedarse más tranquilo tiene a personas cuidándonos. Cuando me entere que David había despedido al señor Emilio le pedí que le devolviera su trabajo, ya que él no era el culpable, es más ese día lo había pedido por motivos personales. Y después, de hablar por más de media hora lo acepto, por lo que volvió a ser mi chófer, aunque es un guardaespaldas.

  Por otro lado, hay algo que no me gusta, pero en lo cual he decidido no meterme, y es con respecto a la relación de David con su madre. Y es que después de que su madre le dijo lo que en realidad pensaba de nuestra relación, él se alejó, y en verdad intente de hacerle entender de que ella lo necesitaba y que no podía alejarse porque su madre no me soportaba, pero para Dav que su madre le haya dicho aquello fue lo peor que podía escuchar, y no dudo ni un poco en dejarle en claro que no pensaba hacer como si nada y mucho menos arriesgarme, una de las tantas veces que vino pidiendo para hablar con él, y como era de esperarse nada termino bien.

 

-¿Qué estás queriendo decir?-pregunta con notable enojo.

 

-Lo que has escuchado madre, lo mejor es que no te acerques a nosotros, ya me dijiste lo que pensabas de mi novia ¿Para qué quieres compartir con nosotros? Porque de seguro te has dado cuenta que no me separaré de ella ni aunque me lo pidas.-explica mirando seriamente a su madre, mientras yo me mantengo al margen. Lo que pasa es que ambos estábamos comiendo de lo más tranquilo cuando su madre llegó a perturbar nuestra paz.

 

-¿Piensas cortar nuestra relación por ella?-pregunta dándome una mirada aterradora tanto que siento un escalofrío recorre mi cuerpo.

 

-Error. En primer lugar, no debes referirte así de mi novia y en segundo lugar, no trates de intimidarla.-dice enojado mientras que me cubre con su cuerpo de la mirada de su madre. Y es que si algo he conocido de David es que teme que me suceda algo, y por lo mismo aunque estemos peleados jamás me deja sola.

 

-Lo perderás todo, por una mujer, siendo que puedes tener a la que quieras, pero prefieres a esta...-le interrumpe.

 

-Mejor vete, y no vuelvas a acercarte a nosotros.-dice mostrándole la salida.

 

 

-¿Amor?-escucho logrando volver a la realidad.

 

-¿Si?-pregunto parpadeando desconcertada al darme cuenta que como siempre me he vuelto a perder en mis pensamientos.

 

-Hemos llegado.-dice señalando el estacionamiento.

 

-¡Oh, lo lamento!-exclamo apenada.

 

-No es nada, cariño.-asegura para seguidamente bajar del auto y dirigirse a mi puerta y así ayudarme a bajar.

 

-Bienvenidos.-dice Alex en cuanto abre la puerta.

 

-Buenas noches.-decimos al unísono al tiempo que pasamos al interior de la casa.

 

-¿Y los niños?-pregunto refiriéndome a mis hermanos.




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