capitulo 7 Leonardo me ha robado el corazón

Narra Sade

Han transcurrido algunos días desde que paseé con Leonardo por la ciudad. Aquella jornada permanece grabada en mi memoria; sus besos y abrazos me hicieron sentir verdaderamente protegida, una sensación que disfruté enormemente. En sus brazos, me sentía tan a gusto que no quería soltarlo y deseaba permanecer siempre cerca de él, disfrutando de su perfume
Han transcurrido algunos días desde que paseé con Leonardo por la ciudad. No puedo olvidar aquel día; sus besos y abrazos me hacían sentir protegida. Me encantó la manera en que me sentía entre sus brazos, tan bien que no quería soltarlo y deseaba estar siempre cerca de él; su perfume me envolvía.

Ahora estoy disfrutando de una tarde maravillosa con mis padres, comiendo en un restaurante. Me han comunicado que van a ir de viaje mañana por primera hora , así que estaré sola, pero me han dejado algunas reglas y advertencias.
Suspiro y encojo los hombros mientras los escucho establecer nuevas reglas. Solo deseo comer tranquila. De repente, entra al restaurante Leonardo acompañado de lo que supongo es su familia. Se sientan cerca de nuestra mesa, donde nuestras miradas se cruzan. Él me dedica una sonrisa y me guiña un ojo. Mientras tanto, mi padre me llama la atención, lo que me obliga a concentrarme en ellos, ya que parece que están imponiendo muchas normas para una chica de mi edad.

Como sé cuidar de mí misma y continúo comiendo, mi padre ha decidido establecer otras reglas que me resultan un poco exageradas.

Mi madre me observa como si estuviera buscando algo, lo que le quito importancia a la situación.

Cuando hemos terminado de comer, recibo un mensaje y al abrirlo, leo lo siguiente:

—Te ves muy bonita, pero siempre estás hermosa, Deseo tanto besarte y acariciarte.

Al leer, me sonrojo al encontrarme con la mirada de Leonardo, quien me dedica una sonrisa pícara. Su presencia me genera una reacción involuntaria, y, mientras él comienza a comer, me muerdo el labio interior. No puedo evitar desviar mi mirada de él, especialmente porque mis padres también me observan. A pesar de ello, intento mantener la compostura y le envío un mensaje a Leonardo.

✓Deja de mirarme de esa manera, por favor.

Observo que me responde de inmediato.

✓No puedo, ni siquiera quiero, así que tendrás que acostumbrarte mi fiore mio( flor mio) y Mi piaci molto ( Me gustas mucho) no puedo quitarte en mi corazón y mi mente bueno te dejo tranquila en ese momento
Al leer su mensaje, una sonrisa se dibuja en mi rostro. Procedo a guardar el móvil en mi bolso, ya que mi padre me observa de manera protectora e incluso me formula varias preguntas. A las cuales respondo con excusas, con el fin de evitar que me interrogue más.
Mis padres me informan que vamos a casa de alguien, por lo que mi padre pide la cuenta a la camarera y la paga. Después nos dirigimos a salir del restaurante. Antes de irnos, me detengo un momento para mirar a Leonardo, quien me observa con esos ojos que me fascinan. Luego, sigo a mis padres mientras abandonamos el restaurante. Caminamos un poco hasta llegar al coche, donde nos subimos, y mi padre comienza a conducir.
Cuando llegamos, mi padre estacióna el coche frente a una casa. Nos bajamos del coche y mi padre toca el timbre. Al abrir la puerta, nos recibe un joven atractivo, aunque no tanto como Leonardo; además, su mirada dista de ser igual a la de él. Nos invita a entrar, donde encontramos a dos personas que supongo son sus padres o tíos. Al vernos, el hombre nos saluda de manera efusiva, como si fueran amigos de toda la vida. Mi padre, por supuesto, me presenta a ellos, quienes se presentan como el señor Vin y la señora Becca.

Me he dado cuenta de que ese chico no deja de mirarme, y se presenta como Julio. Luego, nos dirigimos al salón, donde nos sentamos junto a mis padres, el señor Vin y la señora Becca, quienes comienzan a conversar sobre diversos temas. Mientras tanto, Julio intenta iniciar una conversación conmigo. No quiero ser grosera, así que decido hablar con él.

Durante unas horas, Julio intenta coquetear conmigo, pero empiezo a sentirme incómoda. A pesar de eso, continúa hablando sin parar, y a mí no me interesa lo que me cuenta. Así que le pregunto dónde está el baño, y me lo indica. Me levanto y voy al baño, nada más entrar le envío un mensaje a Leonardo para conversar. Sin embargo, su respuesta fue:

✓Qué haces mi amorina?( Mi amorcito )

Le respondo que estoy en casa de unos amigos con mis padres y me aburro bastante; quisiera volver a casa.

Veo que estás escribiendo.

✓Podrías poner una excusa para irte a tu casa.

Me parece una buena idea.

Tal como he conversado con Leonardo hasta la noche.

Salgo del baño con una excusa lista para comentarles a mis padres. Al regresar al salón, les digo que me siento un poco mal y que es mejor que me vaya a casa. Mi padre le pide a Julio que me lleve. Suspiro, me encojo de hombros y agarro mi bolso, mientras el señor Vin me entrega la llave del coche. Me despido del señor Vin y de la señora Becca, y acto seguido, Julio y yo nos marchamos.

Al salir, nos acomodamos en el coche y él comenzó a conducir, momento en el cual me preguntó la dirección, a la que respondí.

Durante el trayecto, no cesó de hablar mientras yo me dedicaba a rezar para llegar a casa.

Nada más salir, nos subimos al coche y él comienza a conducir. Me pregunta cuál es la dirección, a lo que le respondo.

Durante el trayecto, no paraba de hablar mientras yo rezaba para llegar a casa.

En cuanto llegamos, me bajo del coche mientras él se despide de mí, a lo cual yo le devuelvo la despedida. Enseguida entro en mi casa, suspiro, me voy a mi habitación, me cambio y me pongo el pijama. Le envío un mensaje a Leonardo para decirle que estoy en casa mientras me acuesto en la cama.

Me responde de manera muy rápida.

Está escribiendo, pero de repente me envía una foto de él. Al verla, no puedo evitar morderme el labio interior; verdaderamente, es increíblemente guapo. No es común encontrar a alguien tan atractivo.