capitulo 13 Leonardo es mi vida

Narra Sade

Han pasado algunos días desde que Leonardo ha estado llorando entre mis abrazos. Aunque aquel beso que compartimos parecía ofrecerle un alivio momentáneo, he notado que desde aquella tarde ha comenzado a comportarse de manera un tanto extraña. A pesar de su silencio y su mirada perdida, he intentado animarlo.

Desde la playa, he intentado contactarlo, pero su contestador se activaba. Supuse que deseaba estar solo. Sin embargo, dos días después lo vi montado en su moto en la calle e incluso he escuchado rumores de que ha comenzado a boxear. Mis compañeras comentan que, además, está involucrado en peleas ilegales.

No estoy completamente convencida, sin embargo, tengo una extraña sensación de que se avecinan cambios significativos en nuestras vidas. Siento que algo importante está por suceder.

Siento que debo prepararme para esos cambios, ya que seguramente tendrán un impacto significativo en nuestras vidas.

Debo confesar que he revisado la cuenta de Facebook de Leonardo, y he notado que ha estado asistiendo al gimnasio y practicando boxeo. Al igual que mi compañera Laura, no puedo negar que se ve muy atractivo. Además, he observado que ya tiene algunos tatuajes, lo que le aporta un toque de chico malo.

También se ha colocado un piercing en el labio, lo cual le da un toque muy sexy.

Justo ahora mismo me encuentro en mi última clase, tomando notas de la profesora, quien nos indica cuáles ejercicios se incluirán en los exámenes. Justo cuando suena el timbre que señala el final de las clases, la profesora nos ponen algunos ejercicios para hagamos en nuestras casas

Posteriormente, recogimos nuestras pertenencias y salimos del aula. Al salir, me encontro con mi compañera Laura y continuamos caminando juntas hasta la salida del instituto.

Una vez afuera caminamos unos cuantos metros cuando escuchamos un ruido. Me volvemos y vimos que se trata de Leonardo subido en su moto. Veo que quiere decirme algo, pero no logro escuchar lo que quiere decirme por el ruido de la moto. Laura me dice que él quiere quedar conmigo.

Lo miro a Leonardo con una simple asentimiento, aceptando su invitación. A continuación, subo a la moto y me despido de Laura. Él comienza a conducir y, durante el trayecto, conversamos sobre la graduación que se celebrará en unos meses.

Al llegar, Leonardo estaciona frente a un departamento. Nos bajamos del moto y entramos. Me sorprendo la decoración, que resulta bastante oscura,

Leonardo me dice una frase que genera reflexión:

'La oscuridad es el alma de un reflejo que percibimos; sin embargo, en ocasiones es necesario buscar destellos de luz en medio de la oscuridad.' especialmente al atravesar el salón. Allí, observo una mesa dispuesta con comida y algunos vasos. Leonardo, cortésmente, me acerca la silla para que me siente y, acto seguido, se sienta también. Comenzamos a comer. Durante el almuerzo, él permanece bastante callado, así que decido iniciar una conversación. Finalmente, logro que comenzara a hablar.

Ahí es donde él comienza a contarme algunas cosas que me generan reflexión sobre nuestra relación.

Al finalizar, Leonardo se levanta para ir a la cocina. Por lo tanto, me levanto de la silla y recorro el departamento. Al llegar a la zona donde hay un cuadro de una persona.
Al observarlo, me doy cuenta de que tiene un parecido con Leonardo, tal vez sea su hermana o una prima. De repente, se acerca con tazas de fresas con nata.

lo cual me dice era una persona muy especial para él Al observar su expresión, opto por no hacerle más preguntas. y me ofrece una taza. Luego, nos dirigimos al sofá, donde previamente vimos una película mientras comemos nuestras fresas con nata en tazas.

Durante la película, Leonardo me comienza a besa en el cuello
afortunadamente, hemos terminado de comer nuestras tazas con fresas.

Leonardo recoge nuestras tazas y las coloca en la mesa, y luego continúa dándome besos.

Y está tocando mis muslos mientras me susurra cosas calientes. A pesar de eso, intento prestar atención a la película. Continúa tocándome de una manera que me hace estremecer. Intento disimularlo, pero no puedo evitar gemir, por supuesto, haciéndome perder el control de mí misma.
Sin embargo, mi lado audaz anhela mucho más, así que decido elevar su barbilla para acercarme a sus labios, sintiendo el fuego que se ha desatado entre nuestros cuerpos.

Luego, Leonardo me observa como si fuera un tesoro invaluable, reflejando un destello de deseo en su mirada.

De repente, se levanta y, sin previo aviso me toma en brazos con delicadeza, llevándome hacia su habitación. Al entrar, me acomoda en la cama y, a continuación, se arrodilla para quitarme los pantalones y la ropa interior. Luego, comienza a acariciar mi intimidad con su lengua, lo cual provoca en mí una intensa sensación de placer. ¡Es verdaderamente increíble!

De repente, él se levanta y se pone un condón sin pensarlo dos veces. Comienza a penetrarme mientras acaricia suavemente mi humedad con sus dedos, provocando que me estremezca. Me susurra palabras tiernas mientras nos besamos, y poco a poco nos dejamos llevar por el placer y la pasión.

Como dice una frase: hay canciones que, si cerramos los ojos, se transforman mágicamente en recuerdos.

Apoya su frente en la mía, permitiendo que nuestras miradas transmitan más de lo que somos. Luego, me besa y me susurra cuánto me ama.

Sonríe antes de levantarse para desechar el preservativo y regresar a la cama conmigo.

Me recuesto sobre su pecho mientras Leonardo continúa acariciando mi cadera.

me dice que debemos descansar así que nos dormimos
inmediatamente.

Por la tarde, me despierto con una sonrisa, reflexionando sobre lo sucedido entre nosotros. Noté que su forma de hacerme el amor fue lenta y romántica, algo que disfruté profundamente. Sin embargo, fue impresionante observarlo con tanta lujuria y deseo; mi autocontrol se desvaneció rápidamente, resultando casi irresistible ante su atractivo. La experiencia fue más excitante de lo que había imaginado.