Mi ángel guardián es un Demonio

CAP 2 - UNA VERDAD FALSA

~Lucifer~

─ ¿Saldrás? ─preguntó Lilith mientras ingresaba a mí habitación.

─ Realizare una observación ─respondí mientras me miraba en el reflejo del espejo.

─ Te ves perfecto ─comentó mientras apegaba su rostro en mi espalda y entrelazaba sus manos en mi cintura─ Lucifer... ─susurró.

─ ¿Que sucede? ─pregunte mientras colocaba mis manos sobre las suyas.

─ Ayer sentí la presencia de Gabriel... ¿A qué vino? ─pregunto lentamente, guarde silencio por un momento.

No era buena idea decirle la verdad a Lilith, ella detestaba a los humanos mucho más que mí. Aunque ella era uno de ellos, siempre maldecía a su especie. La comprendía, ya que ella había sido, podríamos decir «El experimento de Dios».

'En la creación del sexto día Dios creo a Adán, pero como lo vio solo y triste en el huerto, decidió crear una pareja, así que creo a Lilith, que de igual forma fue ideada del polvo. Pero cuando ella despertó era distinta a Adán, no mostraba ni sentía los mismos sentimientos de amor conyugal que él sentía por ella. Dios se dio cuenta que había cometido un error y la desapareció del huerto. Borro los recuerdos referentes a Lilith de la mente de Adán y creo a Eva quien esta vez fue creada de una costilla de Adán. Todos los ángeles especulábamos que ella había sido destruida, pero cuando nosotros descendimos a este mundo, nos dimos con la sorpresa de encontrarla también.'

─ ¿No vas a responder? ─expresó Lilith sacándome de mis pensamientos.

─ Nada interesante, vino solo para atormentarme ─deslice sus manos de mi cintura y voltee a verla─ Te dejo a cargo ─ella asintió de forma natural.

─ Si vas a presentarte ante los humanos tienes que tener un nombre como ellos ─mencionó cuando iba levantando mi abrigo

─ ¿Por qué? Mi nombre me gusta, además es único en este mundo y el tuyo también ─explique mostrándole una sonrisa, ella se quedó en silencio unos segundos

─ Victoria ─dijo finalmente.

─ ¿Qué? ─pregunte confundido.

─ Victoria, ese es mi nombre entre los humanos.

─ ¿Victoria? ─pronuncie aquel nombre aún más confundido.

Ella se acercó y pliego sus manos en mi cuello, unió sus suaves labios con los míos de un modo muy excitante. Acosté a Lilith en la cama, ambos continuamos besándonos de la misma forma, hasta que una mis manos comenzaron a acariciar su cuello y bajar lentamente por su cuerpo, ella soltó un leve gemido y comenzó a desabrochar los botones de mi camisa. Conocía sus siguientes movimientos sabía lo que se proponía, en ese instante agarre sus manos y me aleje de ella.

─ Se me hace tarde ─expresé, por lo contrario, recibí una mirada de enojo y seguidamente ella desvió su rostro del mío─ Volveré pronto ─en menos de un segundo salí de la habitación.

...

¿A cuál de todas?

Observaba la lista de direcciones que se encontraban en el sobre que Gabriel me había entregado.

¿Dónde podría estar?

En eso volteé las páginas del folder rápidamente, me detuve en los datos del novio de la pequeña que había salvado. Al parecer hoy era la celebración de años de dicho humano, por lo que me imagino que ambos deberían de estar juntos. Me dirigí a la dirección del departamento de tal «afortunado».

Cuando llegue a dicho lugar, este se encontraba 'vacío', aunque no era la palabra indicada para describirlo. Camine por la sala y seguidamente ingrese a las habitaciones, tras el ingreso a una de ellas pude observar a dos personas acostadas en la cama, cubiertos por una sábana blanca, era claro lo que había sucedido ahí, el hedor y las prendas del suelo lo delataba todo. En eso el aparato luminoso que se encontraba sobre el mueble de ha lado sonó, nuevamente volvió a sonar y dicho «afortunado» estrecho una de sus manos y con un movimiento hizo que el aparato cayera al suelo, el impacto despertó a la dama que se encontraba acostada de su lado con los hombros desnudos.

─ Cariño ─expuso ella, mientras se sentaba cubriéndose el pecho con la sabana, a la vez arreglando su pelo rubiesco que se encontraba desordenado─ James. Cariño ─dijo nuevamente realizando un movimiento suave en el hombro del joven, cuando pude ver correctamente el rostro de la dama, me di cuenta de que había cometido un error, ingresando al departamento equivocado.

No es ella...

Pero cuando ya me iba a dar la vuelta para salir de esa habitación escuche la voz de aquel humano y voltee a mirarlo. Él si era el mismo, el mismo humano que recibiría una celebración, el mismo «afortunado», el mismo rubio, entonces mi mirada volvió a la dama.

¿Quién es ella?

─ De seguro es Jezabel ─comento ella que también llevaba una cabellera rubiesca, cubierta por una sábana se levantó de dicho lugar─ Deberías de contestarle ─explico cuando ingreso a otra habitación.

¿Jezabel? Ese es el nombre de mi «protegida»

─ Mi amor ─contestó con dicho aparato el falso rubio, estaba claro que era todo falso─ Hoy me encargaron más trabajos, no creo que pueda salir... Si, lo sé... Gracias por entender amor... ─en eso la dama con la cabellera húmeda vuelve a ingresar, se acomoda al lado del humano─ Yo también te amo... ─dijo él, mostrando una sonrisa a la dama que tenía a su lado, el humano se apartó del aparato y luego envistió un beso apasionado a dicha dama.

Los humanos son tan insignificantes y predecibles.

...




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