Y cómo llegué a éste momento? No quería hacerle daño al comandante, nuestra amistad era grande, pero había cometido el mismo error que otros, y lo más chistoso es que todo era en una sola noche, lo más triste era que si no cambiaba su manera de pensar sobre mi bella dama tendría que matarlo también, lo más seguro es que ustedes pienses qué clase de persona soy, de dónde salí, me creo inmortal por todo lo que hago, pero deben saber que estoy muerto desde aquella noche, misma noche donde conocí al comandante Gruther
(Ciudad de la perdición)
(Años atrás)
Recuerdo que ese día todo iba normal, las cosas parecían de lo mejor estaba tan contento porque tendría mi primer cita con la niña que me gustaba, pero como siempre siempre siempre tiene que haber alguien que te moleste, en esa época era un niño como cualquier otro, bueno creo que un poco más tímido
<<Pero miren quien va ahí, el niño esqueleto jajaja oye huesos no camines tan rápido que te puedes quebrar
>>Ya dejalo en paz Jhurk no te está haciendo nada
<<Uy miren necesita que una niña lo defienda jajaja ya que no puede solo>> me empujaba y se burlaban de mí todos los que estaban ahí con él, la verdad tenía miedo de que algo malo pasara
--No quiero pelear Jhurk, te lo pido por favor que me dejes en paz
<<O qué? Me vas a pegar o le dirás a tu novia fea que te defienda jajaja
Todos le celebraban cada burla que me decía, y yo por más miedo que tuve, me armé de valor para defenderla porque ella no era fea, era bien linda
--Deberías disculparte con Mandy, ella no está fea;
Terminé de decir eso y se empezó a reír para después aventarse a donde yo estaba dándome de golpes, me aventó al suelo y se reía de como me estaba golpeando, entre sus amigos y él me dieron una paliza que no iba a olvidar en mucho mucho mucho tiempo, la sangre que me salía pude probarla y en ese momento me gustó su sabor, ese olor era algo genial; no podía defenderme era imposible hacerlo, muchos de los demás compañeros que miraban sólo eso hacían, miraban la paliza y uno que otro se burlaba; Mandy lloraba porque pensó que me iban a matar, les gritaba que me dejaran en paz pero ellos sólo se burlaban se reían se carcajaeaban, sólo de imaginar la escena como si fuera un mirón, me da lástima de que no pude hacer nada para defenderme, creo que se cansaron de pegarme, pero gracias a que llegó una patrulla que pasaba por el lugar, fue que lograron dejarme en paz
En ese momento miré ese rostro que jamás olvidaría, fue como si hubiese visto un ángel, y no supe más de mí porque en ese momento me desmayé debido a todos los golpes, tiempo después de todo lo que pasó me enteré que ese policía que fue a levantarme para llevarme al hospital había sido asesinado por unos pandilleros ya que trató de defender a una mujer que estaba siendo asaltada, ese policía era conocido como El Diablo
Los años pasaron y ya estando en preparatoria mi carácter se hizo duro, me hice solitario, no tenía tantos amigos, me dediqué a forjar mi cuerpo porque no quería que se siguieran burlando de mí, ese huesos del que tanto se burlaban ya se había ido para siempre, y ahí fue donde dije que me llamaría igual a aquel policía que me ayudó
Una noche llegando de casa de Mandy, ah porque aún seguíamos de novios, ella estuvo a mi lado en mis días de hospital y eso siempre le agradecí, bueno; llegué a casa y miré a mi madre en la sala mirando la televisión, pero algo noté raro en ella y me acerqué a verla
--Qué tienes mamá?
••Nada hijo, lo que pasa es que la novela se puso muy triste
--Te pegó el hijo de p u t a de tu marido verdad?
••No hijo, ya te dije que fue la novela
Le dije que sí, hice como que me había convencido, subí a mi cuarto y esperé despierto hasta que aquel hombre llegó, no era mi padre y ni siendolo le hubiera permitido que le levantara siquiera la voz a mi madre, nada había pasado de eso, o tal vez nunca me di cuenta hasta esa noche, llegó y de inmediato empezó a gritarle a mi madre de que fuera a recibirlo a donde estaba, que tenía hambre y que quería que le hiciera algo pero rápido
--Si tienes hambre puedes hacerlo tú—le dije sin pensarlo
°°Tú qué mocoso, deberías largarte a tu cuarto, no ves que le estoy hablando a la z o r r a de tu madre
--No le vuelvas a decir así a mi madre
°°Jajajaja yo le digo como yo quiero, o qué vas a hacer? Piensas que por estar así de fortachón me das miedo, muchacho idiota, es mejor que te vayas a tu cuarto y no salgas, es lo mejor que puedes hacer
••Hijo, ve a dormir; Hunth sólo viene tomado, ahorita le preparo la cena y se le pasa, anda hazle caso a tu padre
--Él no es mi padre! Y tampoco la casa es un hotel al cual sólo puede llegar a dormir y a la hora que quiera, respeta ésta casa que fue hecha por mi padre!!
°°Simón, bla bla bla tu padre está muerto entiende, nada de lo que digas lo regresará, si rompo éste vidrio a él no le importa porque no está jajaja si le digo z o r r a a tu chingada madre a él no le importa porque no está, está muerto!!
Esas palabras me dolían, se burlaba de la memoria de mi padre, jamás lo había dicho, pero esa noche tal vez se pasó de drogas, pero eso no era pretexto para decir tantas cosas, se siguió burlando de mi padre, una vez más llamó de esa manera a mi madre y la jaló del cabello para aventarla a la cocina donde le ordenó que le hiciera de cenar, eso fue lo último que pude soportar
Me le aventé a los golpes, la diferencia de edades y la experiencia no estaban de mi lado, pero mi par de huevos y coraje me decían que podía reventarle la cara a golpes, y así lo hice, no dejé de golpear; estaba cegado y miré a mi madre llorando por lo que estaba pasando en un descuido que tuve él aprovechó para tomar una figura de cerámica y quebrarla en mi cabeza, haciendo que perdiera el equilibrio un poco, mi madre salió corriendo a pedir ayuda a los vecinos mientras yo como pude me controlaba y pude estar de pie, en el momento que perdí el equilibrio y un poco la visión él fue a la cocina por un cuchillo y trató de encajarmelo, logró cortarme un poco el estómago, y esa sonrisa era de maldad, dos heridas en mi estómago y ese olor una vez más me estaba gustando, en un descuido más que tuve se me aventó a querer cortarme el cuello pero entre lo malo, lo bueno que fue sólo un rozón del cuello hasta mi ojo izquierdo bañando de sangre todo el piso