Prólogo.

¿Puedes verme? Y si me ves, ¿me ves de la misma forma que yo te veo?..... La pregunta del millón de dólares, no importa la edad que tengas, nunca es tarde para que Cupido llegue con sus flechas a complicarle la vida y los planes a las personas; esta vez no es la excepción y Korina lo supo desde el primer momento.... desde que miró a su rival a los ojos, supo que estaba perdida, pero no se dejará llevar por su corazón. 

Adam el chico nuevo de la universidad se fijó en la chica de lentes de contacto azules que se sentaba al final de la clase con su mejor fachada de "bruja problemática", él no era un santo precisamente, pero tampoco era un demonio. Entonces ¿qué debería hacer para atraer a la chica que golpea a todos los hombres que se acercan a ella?..... no había otra forma, debía hacerse ver por ella y para eso debía estar a la par de la chica problema. 

Adam no entiende de límites cuando se trata de conseguir lo que quiera, pero ella es más el tipo de mujer que consigue lo que quiere en silencio y de manera astuta y a veces hasta sin hacer el más mínimo esfuerzo. ¿Cómo podrían dos personas así estar juntos? En todos lados dicen que si están juntos serán los próximos Bonnie y Clyde, si acaso no peores. ¿Qué futuro tendrán si están juntos? Se pregunta la gente mientras señalan los muchos intentos de uno para destruir al otro.